Después del inmenso apoyo de Bangladesh a la Argentina en Qatar 2022, el capitán de su selección, Jamal Bhuyan, volante de 32 años, jugará en Sol de Mayo, de Viedma, que compite en el Torneo Argentino A, la tercera división.
El fanatismo que en Bangladesh mostraban en redes hacia la selección argentina y sus jugadores pudo comprobarse en vivo en la Copa del Mundo. Los miles de trabajadores bangladesíes que viven en el emirato adoptaron los colores y acompañaron al equipo de Lionel Scaloni hasta su consagración.
Desde Dhaka, la capital de Bangladesh, llegaron imágenes de las multitudes que celebraron como propia la conquista de la tercera estrella argentina. Cuando Lionel Messi levantó el trofeo, el país a orillas del golfo de Bengala estalló en una fiesta parecida a la que inundó Buenos Aires y cada ciudad del país.
Este amor desmedido de los bangladesíes por Argentina tiene una explicación, un origen: nació en 1986, al año siguiente de que les llegara la televisión. Todos (y son muchos, hoy se calcula una población de 173 millones de habitantes) recuerdan al Mundial de México como el primer gran evento deportivo que los atrapó. Ellos fueron colonia inglesa hasta 1971 y además de cricket cultivaron un gusto natural por el fútbol. Pero eso no era todo: la aparición de Diego Maradona en su máxima dimensión, derrotando a los mismos ingleses contra quienes ellos habían combatido, subió al 10 argentino a un pedestal de idolatría tan alto como solamente podría encontrarse en la Argentina.
Para los aficionados de Bangladesh, Maradona fue como un libertador tercermundista que puso de rodillas al Imperio Británico; esa victoria de los postergados fue para ellos también su victoria. Y fue creciendo desde entonces un amor incondicional que lejos de diluirse ante la aparición de nuevas estrellas argentinas, se fortalecía. Hoy el nombre de Messi está estampado en miles y miles de playeras de niños, jovenes y también adultos de bangladesíes.
Ese fanatismo despertó en los argentinos un sentimiento de reciprocidad. La cancillería decidió reabrir en febrero de este año su embajada en Dhaka para acompañar a los empresarios en sus intentos por exportar productos, cerrar acuerdos comerciales, realizar intercambios culturales, etc… Y el fútbol, claro, no podría estar ausente. El canciller Santiago Cafiero fue homenajeado por la Bangladesh Football Federation y él agasajó en la flamante embajada a los dirigentes y especialmente al capitán del seleccionado: Jamal Bhuyan.
Claro, para entonces el nombre de Jamal ya había circulado en los medios argentinos por el interés que había demostrado Sol de Mayo, equipo de Viedma (900 km al sur de Buenos Aires) que compite en el Torneo Argentino A, por traer al volante central y acrecentar este sentimiento recíproco para con Bangladesh.
El deseo de Jamal por acercarse al fútbol argentino jugó su papel fundamental en esta negociación y en su Instagram se puede palpar este cariño que le tiene a la Argentina, a la Selección y a la figura de Lionel Messi.
Ese desembarco que se anunció que podía ser en febrero, se demoró porque su último club, el Sheikh Russel KC de la máxima división de su país, no quería desprenderse de él y lo obligó a cumplir su contrato hasta el final. Es que se trata nada menos que del mayor referente local en medio siglo de fútbol como país independiente. Es el capitán y quien más veces vistió la camiseta verde y roja del seleccionado.
¿Quién es Jamal Bhuyan?
Nació el 10 de abril de 1990 en Copenhague, Dinamarca, hijo de padres bangladesíes. A los 19 años debutó en Hellerup IK (2009-2012), y pasó por otros dos clubes daneses: BK Avarta (2012-2013) y Avedore IF (2013-2014). En aquel 2014, después del Mundial de Brasil y con 24 años, se marchó a Bangladesh para sumarse al Sheik Jamal Dhanmondi Club, donde jugó por dos temporadas: en la primera ganó el doblete nacional, consiguiendo tanto la Bangladesh Premier League 2015 como la Federation Cup 2015. También ganó su primer trofeo continental, la King’s Cup 2014 en Bután.
En 2016 pasó al Sheikh Russel KC donde disputó un par de partidos de la temporada 2016-17. Después vistió la camiseta del Saif SC (2019 a 2021), con préstamos a Chittagong Abahani (2019) y Mohammedan SC Kolkata (2020-21) uno de los clubes históricos de la India, del que llegó a ser el capitán. En 2022 inició su segundo período en el Sheik Russel KC (2022).
Cuando la Federación de Fútbol se enteró que en Europa había un futbolista de raíces locales, lo llamó y convocó. Con la selección de Bangladesh lleva jugados 75 partidos desde su debut el 31 de agosto de 2013, ante Nepal, por el SAFF Championship. Se convirtió en el primer futbolista no residente en representar a la selección nacional. Y desde 2018 porta el gafete de capitán en el elenco nacional apodado los Tigres de Bengala, el mismo que es dirigido por Javier Cabrera.
Aunque su posición de volante central lo tiene lejos del arco rival, llegó a anotar un gol con la selección, el 13 de noviembre de 2021, ante Maldivas, por el Mahinda Rajapaksa Trophy, en Colombo, Sri Lanka.
Antes de instalarse en Viedma, en la Patagonia argentina, se realizó una presentación en Buenos Aires, donde firmó su contrato ante el presidente de Sol de Mayo, Adán Valdebenito. Luego de ser agasajado por un puñado de residentes bangladesíes en la ciudad porteña, se prestó al diálogo: “la de Argentina es una de las selecciones más grandes del mundo, por eso quise venir, probar en el fútbol de aquí y sentir esa seguridad de desenvolverme en este país, y volver a Bangladesh para transmitir lo que incorpore en esta liga. Quiero dar un mensaje de que algo está cambiando en el fútbol de mi país”.
-¿Cuál fue tu primer lazo con la Argentina?
-Diego Maradona. Él fue el jugador más grande del mundo y uno de los ídolos más grandes para la gente de Bangladesh. Gracias a él empezó todo el amor por Argentina, luego siguió hasta Lionel Messi. Durante el último Mundial unas 70 mil personas salían a las calles para ver los encuentros en pantallas gigantes. Argentina es el siempre equipo más importante para Bangladesh. De los casi 200 millones de habitantes entre 20 y 30 millones son hinchas de Argentina. En casi todos los edificios de Dhaka hay banderas argentinas o con imágenes de Messi colgadas o flameando.
-¿Cómo definirías tu juego?
-Soy un volante defensivo, clásico, con la función de organizar y distribuir el juego, cuidar la pelota, gestar desde el medio.
-¿Tenés algún referente en ese puesto?
-Desde que era chico observaba a Fernando Redondo, recuerdo ver videos de su elegancia en el mediocampo en el Mundial 1994 y cuando crecí lo vi jugar para el Real Madrid, era mi modelo.
-¿Cómo es el fútbol de Bangladesh?
-No tan bueno como el argentino, je je… Estamos en una etapa de desarrollo y apostamos a que siga creciendo, aunque sabemos que será un proceso lento: va a llevar tiempo de trabajo para lograr algo, pero tenemos la mentalidad positiva para crecer. En nuestro país hay mucha población pero no tenemos las facilidades para desarrollar nuestro fútbol. De todos modos, hay muchos proyectos y confío que con apoyo lo vamos a ir consiguiendo.
-¿Tu llegada a la Argentina puede abrir puertas para que otros compatriotas salgan a otras ligas a codearse con un nivel más competitivo?
-Por supuesto. Claro que sí. Estoy conociendo la Argentina, es un país maravilloso con gente amable, ojalá puedan sumarse otros más para jugar, practicar, aprender… Ojalá se sumen más jugadores de Bangladesh a venir a Argentina.
-¿En Bangladesh están pendientes de tu debut en Sol de Mayo?
-Sí, mucho. Desde que llegué se comunica mucha gente para saber cómo son estos primeros días en la Argentina, me llaman periodistas, de la TV, quieren escribir noticias, hay interés.
-¿Transmitirán los partidos de Sol de Mayo en Bangladesh?
-Eso espero, es posible que sí. En Bangladesh aman a Argentina. El presidente de Sol de Mayo dice que con todos los millones de aficionados de mi país, su club será el que tenga más apoyo desde el exterior, je je…
-Tu llegada es un nuevo lazo entre los dos países, ¿cuál podría ser el próximo hito de esta relación bilateral?
-Ya está naciendo una amistad muy grande entre los dos países. Con el punto de partida del fútbol pueden llegar el comercio, un buen soporte técnico desde la Argentina para Bangladesh, algo muy interesante a futuro.
-¿Cuál es tu meta personal?
-El club Sol de Mayo quiere hacer algo bueno y yo quiero devolver esa confianza que pusieron en mí. Voy a demostrar todo lo que puedo dar, y si todo sale bien la idea es que venga un par de jugadores más. Esperemos hacer algo grande, yo voy a aportar mi experiencia.
-Antes de llegar, ¿qué conocías del fútbol argentino?
-Muchísimos jugadores. Mi favoritos eran Riquelme y Aimar. Y de clubes, a Boca y a River…
-¿Y de cuál sos hincha?
-De Sol de Mayo.
Ya se pondrá a las órdenes del entrenador Juan Alfonsín y podría debutar por la fecha 27 del Argentino A, contra Germinal de Rawson. Sol de Mayo pelea por meterse entre los primeros cuatro de la Zona A, que tiene por delante a cuatro pesados de la categoría: Olimpo y Villa Mitre (ambos de Bahía Blanca), Ramón Santamarina (Tandil) y Cipolletti. Los cuatro primeros se meterán en los playoffs por el ascenso a la Primera Nacional, el competitivo segundo escalón del fútbol argentino. La aventura está por comenzar y nosotros, desde VAR Deportivo hincharemos, con la camisetq puesta, por el capitán de Bangladesh.