Atlas significa derrota, así se puede calificar. Entre agosto de 2019 y lo que va del año, seis de cada 10 partidos de Liga los pierden
El día en que Ricardo Salinas Pliego le ofreció el Atlas a Alejandro Irarragorri fue en una comida de negocios. No era su intención hacerlo, ‘se dió’ dijo el CEO de Orlegi Deportes. ‘¿Y si tú te haces cargo del equipo?’ le preguntó el dueño de Grupo Salinas al empresario mexicano que ya había ‘heredado’ al Santos de una empresa más grande, Grupo Modelo.
TV Azteca lo intentó con Atlas pero sin éxito. Durante varios reportes trimestrales, Grupo Salinas reconoció que el club le generaba más gastos que beneficios. No fue una buena inversión y pues era hora era tiempo de ofrecerlo al mercado. Orlegi fue quien se hizo cargo.
“Queremos un Atlas competitivo” de parte de los primeros discursos de Alejandro Irarragorri. Y claro, una cosa es querer y otro que sea realidad. Desde que el equipo pasó a ser parte de las empresas la palabra que más se le identifica es fracaso.
Primero TV Azteca a finales del 2013 y luego Orlegi Deportes en mayo de 2019. Ni una ni otra le ha dado a la tecla adecuada para, al menos, ser competitivo. ¿Cómo se mide el fracaso? VAR Deportivo toma en cuenta aspectos deportivos, de convocatoria y económicos para calificar de esta manera el paso de uno de los clubes con las aficiones más fieles del futbol mexicano.
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Un par de datos para documentarlo: Desde el Clausura 2014 al Guard1anes 2020, 14 torneos, solo en cuatro ha calificado a la Liguilla y no avanza más allá de los Cuartos de Final… y la otra cifra es que TV Azteca y Orlegi Deportes, actual dueño del club, han gastado más de 4 mil 200 millones de pesos con cero éxitos.
Hay que tener paciencia y dinero para seguir en el club y no porque no valga la pena como institución, pero no vale la pena como negocio por ningún lado.
Malas decisiones directivas y deportivas no han logrado que el equipo despegue desde ningún sentido. Decimos que ‘casi’ todo es un fracaso porque a nivel juvenil tienen dos subtítulos en el torneo Sub-17; y dos títulos y un subcampenato en la Sub-20.
Si Atlas queda último de la tabla porcentual -que de acuerdo con las probabilidades es lo más lógico que suceda- el club deberá pagar 120 mdp como multa. Así que la inversión y los gastos que ha ocasionado el club llegarán a los 4 mil 346 millones de pesos en siete años para ganar…nada.
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VAR Deportivo -tomando en cuenta cifras compartidas de Forbes México, Soccer Be, Transfermarkt, además de los reportes financieros de TV Azteca- estimó que la cifra total de inversión al Atlas entre 2014 y 2020 es de 4 mil 226 millones 400 mil pesos (MDP) para ser exactos.
¿Qué incluye esta cifra?
Para los que piensen que no todo es dinero, pues a nivel deportivo la situación no es maravillosa para el Atlas. De 14 torneos disputados solo cuatro Liguillas y contando el Guard1anes 2021 en 15 campeonatos han tenido 13 directores técnicos. ¿Continuidad? Dirigen poco más de un certamen.
Además si consideramos todos los 45 partidos de liga que disputaron entre la campaña 19-20 y lo que va de la 20-21, solo han ganado el 28.8%; para ser más concreto de cada 10 partidos logran la victoria en menos de tres. ¿Qué afición se conforma con esos datos?
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Un dato más: de los últimos seis torneos su posición promedio en la tabla general es la 15 de 18 participantes. Otro número para que no quede duda del fracaso deportivo: no califican a una Liguilla desde el Apertura 2017.
Y algo para que no quepa duda: su última victoria en un partido oficial de Liga fue el 25 de septiembre del año pasado cuando derrotaron 1-0 a Juárez.
Y las malas decisiones, los resultados, los constantes cambios de entrenadores han hecho que la afición se desanime. También hay números para contar esa historia. Si consideramos la temporada 19-20 con la 16-17 la convocatoria de los aficionados del Atlas al Estadio Jalisco disminuyó 22.2%. La media de ocupación pasó de 34 mil 131 a 26 mil 544.
Atlas significa derrota, así se puede calificar. Entre agosto de 2019 y lo que va del año, seis de cada 10 partidos de Liga los pierden. Pues ya está.
