Pese a la terrible actuación de Pat Mahomes en el Supr Bowl LV, la NFL está plagadas de historias de revancha que hacen aún más emocionantes las temporadas
¿Cuántas veces hemos esperado grandes duelos en la NFL que terminan en decepción? Los factores son muchos: el clima, una mala tarde, la falta de una pieza clave en el equipo, un error en el plan de juego, una lesión. En el Super Bowl LV algo así pasó con Patrick Mahomes. Se esperaba un “tiroteo” contra Tom Brady y que el partido se definiera con muchos puntos y en los últimos minutos del partido.
De hecho, Mahomes no había perdido un partido por más de 8 puntos en sus tres temporadas como profesional (46 partidos y apenas ocho derrotas). Pero su actuación y la de todo su equipo fueron decepcionantes. Completó 26 pases en 49 intentos, para 270 yardas sin anotaciones y dos intercepciones. Completó el 52.3% de sus pases y su rating fue de 52.3.
La defensa de Tampa Bay lo capturó en tres ocasiones, para 27 yardas perdidas y solo pudo correr para ganar 33 yardas.
Tom Brady tuvo una actuación como se esperaba, tuvo aplomo, contó con sus armas abiertas y concretó en momentos clave: completó 21 de 29 pases (72.4% de pases completos) tres anotaciones, sin intercepción, rating de 125.8 puntos y solo una captura en contra.
Es decir, en lo que se esperaba como un duelo para confirmar el cambio de generaciones de quarterbacks dominantes, Brady “llevó a la escuela a Mahomes”. Sin embargo, no olvidemos que el quarterback de los Chiefs de Kansas City tiene 25 años de edad y ya jugó dos Super Bowls, cuenta con un gran equipo y a un coach experimentado, pero sobre todo, juega en una Liga a la que le encantan las revanchas.
El coach de Mahomes, Andy Reid tiene una historia que contarle a Mahomes sobre levantarse de la adversidad:
La revancha de Andy Reid
Después de una exitosa carrera como asistente en Green Bay, donde se coronó en el Super Bowl XXXI, Reid tomó el cargo de head coach de los Eagles de Philadelphia en 1999. Durante su estancia, que terminó en 2012, los Eagles llegaron a cuatro Finales de Conferencia consecutivas. Solo pudieron ganar la última, pero cayeron en el Super Bowl XXXIX ante los Patriots de Nueva Inglaterra. Disputaron una quinta Final en 2008 y volvieron a perder.
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Reid salió de los Eagles en 2012, cuando el equipo tuvo un record de 4-12. Entonces su carrera dio un vuelco. Solo pasó unos días desempleado y encontró un nuevo proyecto con los Chiefs de Kansas City. Sus números mejoraron considerablemente: 91 victorias, 37 derrotas.
Ha hecho playoffs en siete de ocho temporadas, tiene tres finales de Conferencia consecutivas y dos apariciones seguidas en el Super Bowl. Además, el año pasado, consiguió su ansiado campeonato como head coach. Su ansiada revancha.
Payton Manning y su eterno verdugo
Hablando de Tom Brady, su eterno rival durante casi una década fue Payton Manning, en dos etapas: con los Colts de Indianapolis y los Broncos de Denver. Manning fue reclutado como el prototipo de quarterback en 1998, Brady llegó en la última ronda del Draft en el 2000.
En total, ambos quarterbacks se enfrentaron en 17 ocasiones, con un récord de 11-6 en favor de Brady, 8-4 cuando Manning estuvo en los Colts y 3-2 cuando jugó para los Broncos.
En Playoffs, se encontraron en cinco ocasiones, cuatro de ellas en Final de Conferencia. El saldo fueron 3-2 en favor de Manning, pero durante su etapa con los Colts, su record era de 1-2. Fue hasta 2013 con Denver, que logró revertir la jetatura de Brady.
De manera indirecta, el hermano de Payton, Eli, se retiró con dos victorias en el Super Bowl contra los Patriots de Brady, en las ediciones XLII y XLVI. En la primera de ellas, además le quitó a los Patriots la posibilidad de una segunda temporada invicta en la historia de la NFL.
John Elway y su revancha que valió un bicampeonato
Otro quarterback de gran talento que parecía condenado al fracaso es John Elway. Perteneciente a la generación de 1983, una de las más destacadas en la historia de la NFL, se convirtió en la primera selección global, por los Colts de Baltimore.
Elway se negó a jugar en Baltimore y pidió su cambio a los Broncos de Denver, donde logró cambiar la historia de la franquicia. El equipo jugó el Super Bowl tres ocasiones en un lapso de cuatro años, entre las temporadas 1986 y 1989. El resultado, tres lamentables derrotas: 39-20 ante los Giants de Nueva York (Super Bowl XXI), 42-10 ante los Redskins de Washington (Super Bowl XXII) y 55-10 ante los 49ers de San Francisco (Super Bowl XXIV).
Parecía que los mejores años de Elway habían pasado. Pero para la temporada de 1995 se encontraron en la sexta ronda del Draft un corredor que ayudó a su quarterback a lograr su sueño de ganar un título. Terrell Davis se convirtió en tres veces jugador All-Pro, dos veces Jugador Ofensivo del Año y un Jugador Más Valioso de la Liga.
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Con Davis, los Broncos sorprendieron a los entonces campeones Packers de Green Bay en el Super Bowl XXXII por 31-24. Una de las jugadas más importantes es precisamente de Elway, lanzándose al terreno para conseguir un importante primero y diez, mientras dos rivales lo golpeaban.
Un año después, los Broncos repitieron ante los Falcons de Atlanta, 34-19 y Elway fue el más Valioso del partid. Así, se retiró como bicampeón de la Liga.
Drew Brees, de “apestado” a jugador franquicia
En el caso de Drew Brees, fue un quarterback de segunda ronda elegido por los Chargers de San Diego en el 2001. Se convirtió en titular en su segunda temporada, pero lo cortaron después de la temporada 2005 por una lesión en el hombro, de la que se pensaba no sería capaz de recuperarse.
El coach Sean Payton lo convenció de firmar con los Saints de Nueva Orleans, como un equipo que identificaría a la ciudad devastada por el huracán Wilma en el 2005.
Brees comenzó la mejor época de su carrera: lideró a la NFL en yardas en siete temporadas, en seis ocasiones consiguió el mejor porcentaje de pases completos y en 2018 estableció record de la Liga con 74.4% en una temporada. Mientras que de por vida tiene records de pases completos (7 mil 142), porcentaje de pases completos (67.7) y yardas (80 mil 358).
Además se coronó en el Super Bowl XLIV, 31-17 sobre los Colts de Indianapolis.
Jon Gruden, el intercambio más caro en la historia de los Raiders
Otro personaje que terminó como víctima de una mala decisión es el coach Jon Gruden. Llegó a los Raiders de Oakland para la temporada de 1998. Después de dos temporadas de 8-8, llevó al equipo a la Final de Conferencia en el año 2000, donde cayeron ante los Ravens de Baltimore.
Un año después perdieron ante los Patriots, con una de las marcaciones arbitrales más extrañas de la historia, la llamada “Tuck rule”, que evitó un balón suelto de Tom Brady. Esa jugada se marcó como pase incompleto y eventualmente el equipo de Bill Belichick ganó su primer título.
Al año siguiente, el dueño de los Raiders, Al Davis, cambió a su coach a los Buccaneers de Tampa Bay por selecciones colegiales y 8 millones de dólares. Gruden dejó el equipo con una 40-28 y los mejores números de una franquicia que acumulaba una década de fracasos.
En su primera temporada con los Bucs, Gruden armó una defensiva feroz, encabezada por el liniero Warren Sapp, el linebacker Derrick Brooks y el safety John Lynch. El equipo llegó al Super Bowl XXXVII, precisamente ante los Raiders y les dieron una paliza en el campo de 48-21, permitiendo la revancha de “Chucky”.
Super Bowl XXX, la revancha de los Cowboys
Una de las principales rivalidades en el Super Bowl es la de los Cowboys de Dallas y los Steelers de Pittsburgh. Este duelo se hizo clásico en los años 70, debido al poderío de ambos equipos, por lo que se encontraron dos ocasiones, en los Super Bowls X y XIII, ambos con victorias para la Cortina de Acero, en su paso para conseguir ganó cuatro títulos en aquella década.
En la primera edición, una recepción acrobática de Lynn Swann marcaría el rumbo del partido, que terminó 21-17.
Tres años después, los Cowboys estuvieron en desventaja todo el tiempo, pero en el tercer cuarto tuvieron la oportunidad de empatar, cuando el quarterback Roger Staubach encontró solo en las diagonales a su ala cerrada, Jackie Smith. El receptor estaba completamente solo, pero dejó caer el balón y los Cowboys se conformaron con un gol de campo. Al final, esos cuatro puntos decidieron el marcador en favor de Pittsburgh 35-31.
Para el Super Bowl XXX, los Cowboys armaron la mejor generación de su historia y buscaban su tercer título en cuatro años. Para lograrlo, debían vencer a los Steelers. Dallas estuvo al frente desde la primera serie ofensiva. Al medio tiempo tenían ventaja de 13-7.
Pero conforme avanzaba el partido parecía que Pittsburgh lograría remontar. En la segunda mitad, el quarterback de Pittsburgh, Neil O’Donnell lanzó una intercepción al esquinero Larry Brown que les costó siete puntos. Pese a ello, los de oro y negro lograron colocarse 20-17.
Cuando parecía que lograrían anotar otra vez, O’Donnell lanzó una segunda intercepción a Brown, que sirvió para otros siete puntos de los Cowboys para el 27-17 final, concretando la revancha de Dallas, en la combinación que más veces se ha encontrado en el Super Bowl.