Muchos aseguran que la vida es un ciclo y el caso de Lionel Messi con Mauricio Pochettino parece ser una prueba de ello. El ahora técnico argentino jugó contra la Pulga en el que fue su debut oficial con el Barcelona.
Fue así como Lionel Messi entró de cambio en un juego ante el Espanyol con Pochettino como una de las piezas importantes en defensa. Casi 16 años después, depende del exdefensor cuando Leo debutará con su nuevo equipo, el PSG.
Dicho encuentro, ocurrido el 16 de octubre del 2004, careció de grandes emociones incluso tomando en cuenta que es un derby en Barcelona. El marcador terminó con victoria culé por la mínima diferencia y un tal Lionel Messi entró a la cancha al minuto 82, sustituyendo a Deco y con el dorsal 30 en su espalda.
Poco pudo hacer el argentino en un juego que estuvo controlado por Ronaldinho y compañía tras encontrarse el gol de la victoria al 9′. Meses después, Barcelona se proclamaría campeón de LaLiga y el Espanyol alcanzaría puestos directos de Europa League.
Ahora, el 30 vuelve a la espalda de Messi y el destino lo volvió a juntar con Mauricio Pochettino en circunstancias completamente diferentes. No son más rivales -algo que también ocurrió con el técnico ya en un banquillo-, ahora pelean para el mismo bando y con el objetivo de conquistar la Champions League.
Ha surgido mucha especulación sobre el tentativo debut de la Pulga con el PSG, que podría darse en circunstancias similares a su debut profesional. Sería en calidad de visitante y en una cancha relativamente pequeña, el estadio Auguste Delaune, con capacidad para poco más de 20 mil personas, 13 millares menos que el Cornellá en Cataluña; todo depende de Pochettino.
Un técnico anticulé dirigiendo a su máximo referente histórico
“Nunca entrenaría al Barcelona, antes volvería a mi granja en Argentina. Estoy muy ligado al Espanyol, soy muy fan del Espanyol, y creo que con esto no tengo que decir nada más. Soy fiel a mi corazón y a mis emociones“, dijo Pochettino en su momento y ahora dirigirá, de alguna forma, a una gran parte del Barcelona.
Por si fuera poco, el argentino estuvo cerca de llegar al Real Madrid, primero como jugador pero al final no se concretó su fichaje. Posteriormente como técnico pudo ser el sustituto de Zidane, sin embargo en el Tottenham hicieron lo posible por retenerlo.