Altos precios de combustible, un GP cancelado y el retiro de patrocinios, son algunos impactos que enfrenta la F1 por la guerra en Ucrania
Este viernes inician las prácticas en el circuito de Bahréin, que marca el inicio de la temporada 2022 de la Fórmula 1. Será un año atípico para el serial pues el contexto geopolítico en Europa afecta directamente los presupuestos de las diferentes escuderías.
“Necesitamos una discusión urgente sobre los límites presupuestarios de la Fórmula 1 porque los equipos están fuertemente presionados por la inflación, los altos costos de la energía (particularmente el combustible) y el aumento de las tasas de interés”, advirtió el jefe de Red Bull, Christian Horner, de cara al comienzo de la temporada.
De hecho, las escuderías ya contemplaban un recorte presupuestal a partir del 2021: el tope estaba estimado en 145 millones de dólares (sin contar el sueldo de los pilotos), para 2022 se redujo a 140 millones y se espera que en 2023 se reduzca a 135 millones. Esta situación, además, amenaza el trabajo de algunos de los empleados en el serial.
Con estas restricciones, escuderías como Red Bull realizaron recortes de personal para ceñirse a este tope económico. Mientras McLaren, presionó para que se impusiera un límite aún más bajo en los gastos aprobados para cada equipo.
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Y además, el contexto económico mundial y la invasión rusa en Ucrania, aumentan la presión en las finanzas de las escuderías. Por ejemplo, la mayoría de ellas tienen sede en Gran Bretaña. Por la guerra, el país padece la inflación más alta desde principios de los 80 y el precio de los combustibles están por las nubes.
“Lo que vemos que sucede en el mundo solo impulsará los precios en una dirección. Parece que la inflación podría alcanzar cantidades récord. Estamos viendo ese impacto en cosas como el transporte aéreo solo para este evento”, advirtió el vocero de Red Bull.
Para esta temporada, la F1 tiene contemplada la realización de 23, recorriendo América, Asia y Australia, Europa y Medio Oriente.
En estas condiciones, sería peligroso para las finanzas del serial recorrer el mundo, con toda la logística que esto implica.
“Siempre es importante aplicar el sentido común y con estos desafíos adicionales que surgieron en las últimas semanas y meses en términos de inflación y demás… creo que es importante simplemente tener una discusión al respecto”, declaró sobre el tema el jefe de McLaren, Andreas Seidl.
El boquete de la cancelación del GP de Rusia y el programa con Haas
Con el inicio del conflicto armado en Ucrania, la F1 canceló inmediatamente el Gran Premio de Rusia, programado para septiembre en el circuito de Sochi. Hasta este momento, se desconoce cómo se sustituirá esta fecha en el calendario o cuáles son las consecuencias económicas de la suspensión del evento. De inmediato, el gobierno ruso eliminó el sitio oficial de la carrera.
El rumor señala a Istanbul Park para tomar el relevo.
Días después, la escudería Haas canceló el contrato con su patrocinador principal con la empresa Uralkali, debido a que su propietario, Sergey Chemezov, tiene vínculos cercanos con la oligarquía de Vladimir Putin y además, el equipo estadounidense, decidió quitarle el asiento a su piloto ruso, Nikita Mazepin, quien apenas tenía un año en la Gran Carpa.
En los días que siguieron el inicio de la invasión y antes de la ruptura con Haas, Uralkali sufrió un desplome en el mercado de valores y Sergey Chemezov, aparece en una lista definida por el gobierno de EEUU, como oligarcas cercanos al régimen de Putin, en los que ha enfocado sus esfuerzos por excluirlos de la economía mundial.
Aunque tras la ruptura con Uralkali, Guenther Steiner jefe de Haas, explicó que “no es razonable devolver el dinero” del contrato al patrocinador ruso “Es un asunto muy complejo, incluso para los expertos legales”, por lo que salvaron un boquete importante en sus finanzas para el calendario que está por comenzar.
Por ello, aseguró que el equipo es “financieramente estable. No nos tenemos que preocupar por el equipo. Eso es lo más importante para mí”, confirmó.
