Michael Irvin yacía quedó tendido de una manera extraña a causa de la lesión, mientras los fanáticos de Philadelphia en las tribunas vitoreaban que no pudiera levantarse

Este domingo se realiza una edición más de la rivalidad entre los Eagles de Philadelphia y los Cowboys de Dallas. La afición de Philly es famosa por su hostilidad con los equipos rivales, pero el 10 de octubre de 1999, los fanáticos de la “Cuidad del Amor Fraternal” se pasaron de la raya, pues aplaudieron una en el campo que provocó el retiro del receptor Michael Irvin.

En su libro autobriográfico, Irvin recuerda el hecho:

“Recibí un pase por el medio de Aikman, y el esquinero Bobby Taylor me tacleó por las piernas, mientras el profundo Tim Hauck me golpeaba en la nuca. Caí al suelo sin poder moverme, boca arriba, las piernas cruzadas. Intenté descruzarlas, y me aterré al ver que no podía”.

La escena se tornó dramática pues Michael Irvin yacía quedó tendido de una manera extraña a causa de la lesión, mientras los fanáticos de Philadelphia en las tribunas vitoreaban que no pudiera levantarse, en respuesta al odio deportivo que sentían por el receptor, que durante años los había humillado en el campo.

“El público festejaba. Yo no podía moverme, y el público festejaba.

“Emmitt Smith trataba de tranquilizarme, pero su rostro me atemorizaba. Aunque lo intentaban, ni el corredor ni el resto de mis compañeros lograban disimular los gestos de preocupación. Los doctores se tomaron varios minutos en aferrarme a la camilla, antes de retirarme del campo. Y la gente seguía celebrando”.

Michael Irvin

Y agrega: “El susto era demasiado grande, como para afligirme por la desaprobación de las tribunas. Además, yo conocía muy bien la rivalidad. Sabía cómo nos odiaban en Philadelphia, y cómo me odiaban particularmente a mí, que representaba para ellos la faceta más arrogante y despreciable de los Cowboys de Dallas”.

Entonces, Irvin dijo que ese momento cambió su vida de excesos y le permitió salvar su matrimonio y a su familia, pero el susto tuvo que ser de esta dimensión:

“Dios”, pensé, “déjame levantarme. Sólo permíteme levantarme, y prometo cambiar, prometo dejar de hacer las cosas que hice toda mi vida. Hagamos un trato. Por favor, Señor, hagamos un trato. Dime que podré jugar con mis hijos, y te prometo que seré una persona distinta”.

Michael Irvin

Las consecuencias del golpe

“Una ambulancia me trasladó a un hospital local, donde pasé la noche y recuperé la sensación en mis extremidades. Al día siguiente, con un aparatoso collar ortopédico qregresé en avión a Dallas.

El diagnóstico era: “Inflamación en la espina dorsal, debajo de la base de cráneo”. El consejo de los médicos: “Puedes seguir jugando, si quieres; pero no te lo recomendamos. Otro golpe como este, y tal vez no vuelvas a caminar”.

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En julio del 2000, cuando se acercaba el inicio del campamento de entrenamiento y el equipo esperaba una respuesta del “Playmaker”, el receptor anunció su retiro de la NFL, luego de 12 temporadas, 159 partidos, 750 recepciones para 11 mil 904 yardas y 65 touchdowns, cinco viajes al Pro Bowl y tres títulos de Super Bowl.

La lesión que terminó con la carrera de Michael Irvin

Reacciones

Mientras que la prensa especializada e incluso algunos ex jugadores de Philly criticaron a la afición por su reacción:

La afición de Philly fue siempre conocida por su rudeza, pero a muchos les pareció que esto ya era demasiado. El diario Philadelphia Daily News tituló: “Inconcebible, aún para nosotros”. Incluso, el entonces alcalde de la ciudad, Ed Rendell, confesó que nunca había presenciado algo “de tan mal gusto. No hay excusa para lo que hemos hecho”.

También el entonces quarterback novato de Philadelphia, Donovan McNabb, también recibió abucheos de la afición al ser elegido en la primera ronda del draft de ese año, dijo: “No podía creer”, dijo, “estar allí en las laterales y ver a los fanáticos celebrar la lesión de Michael Irvin. Uno realmente no sabe qué esperar de ellos”.