Aprovecharemos el Día de Muertos para recordar algunos de estos apodos monstruosos, que aluden a apariciones terroríficas y que han sido parte de la historia de nuestro balompié
La cultura popular mexicana se caracteriza por su capacidad de encontrar sobrenombres originales, a veces chuscos, a veces crueles, relacionados con el aspecto físico o la personalidad de la “víctima”. Por eso aprovecharemos el Día de Muertos para recordar algunos de estos apodos de terror, que aluden a apariciones terroríficas, que han participado en la Liga MX:
El Jorobado de Nuestra Señora de Tlatilco
Cuauhtémoc Blanco es el último gran ídolo del América. También jugó para Necaxa, Veracruz, Puebla, Dorados de Sinaloa, el Valladolid de España y el Chicago Fire de la MLS. Es el segundo mejor goleador en la historia de las Águilas, solo detrás de Zague, mientras que con la Selección Mexicana participó en tres Mundiales y anotó 38 goles.
Si bien es respetado por la afición americanista, que le llama “El Cuau”, “El Temo” o “El Ídolo”, sus amigos, con quienes se lleva pesado, también le apodan “El Camello”, “El Jorobadito” o este poético apodo, que hace referencia al personaje Cuasimodo de “El Jorobado de Notre Dame” creado por Alexandre Dumas, solo que en este caso, pero acá se refiere a Tlatilco, el barrio donde Cuauhtémoc y alcanzó el profesionalismo.
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Uriel “Brujo” Antuna
Uriel Antuna es un joven delantero mexicano, surgido de Santos Laguna, posteriormente militó en el FC Groningen de Países Bajos y en el Galaxy de Los Ángeles, para después ser una de las contrataciones estelares de las Chivas. Con Selección Nacional jugó dos Mundiales Sub-20, el Torneo Sub-21 de Esperanzas de Toulón y participó con la Selección Mayor en la Copa Oro del 2019.
Su apodo se debe a que sus compañeros en Selección aseguraban que Antuna hizo algún tipo de hechizo para llegar tan joven a la Selección Mayor. El comentarista, Christian Martinoli, retomó el apodo de “El Brujo” quien lo viralizó.
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Alexandro “Mostro” Álvarez
Jugó como portero con: Necaxa, Santos Laguna, Puebla y Morelia; así como el equipo peruano Coronel Bolognesi. Actualmente es entrenador de porteros de Selecciones Nacionales. Su apodo de “El Mostro” se debe a una reacción alérgica que sufrió cuando era jugador de fuerzas básicas.
Marco Antonio “Fantasma” Figueroa
Marco Antonio Figueroa es el máximo anotador en la historia del Atlético Morelia, con 140 goles, y el tercer máximo anotador en la liga chilena, su país natal, para un total de 318 goles. En su país jugó en el Unión Calera, Everton, Cobreloa y la Universidad Católica. En México jugó para América, Morelia y Celaya.
Su apodo nació en México, en 1986, luego que el periódico ESTO tituló una crónica como: “Un fantasma se le apareció al Puebla”, en referencia a los cuatro tantos que marcó Figueroa en ese partido, con los que se quitó de encima una sequía de varios partidos. A partir de entonces festejó sus anotaciones cubriendo su cara, con la parte baja de su camiseta, como un fantasma.
Luis Antonio “Cadáver” Valdez
Un delantero que incluso inició un partido mundialista, en EEUU ‘94 ante Noruega. Lamentablemente lo más que se recuerda de aquella actuación, es el espantoso corte de cabello que utilizó en dicho partido. “El Cadáver” jugó para Chivas, Monterrey y León. Posteriormente se dedicó a entrenar equipos escolares. Se ganó el apodo en su paso por el Tapatío de Segunda División, debido a su extrema delgadez.
Vicente Pereda “El Diablo Mayor”
Uno de las grandes figuras de todos los tiempos del Deportivo Toluca, equipo con el que militó toda su carrera, desde 1960 hasta 1976. Fue seleccionado nacional, campeón de goleo y bicampeón con los Diablos Rojos, así como el máximo goleador del equipo, hasta que fue desbancado por José Saturnino Cardozo, a inicios de este siglo. De ahí proviene su mote como “El Diablo Mayor”. Esta es nuestra colección de apodos de terror de la Liga MX