Uno de los mejores porteros que han venido a México, actualmente, busca su segundo título de Liga en Perú, como entrenador del Universitario de Deportes, ante el Sporting Cristal
Un 16 de diciembre del año 2000, Ángel David Comizzo, uno de los mejores porteros que han jugado en el futbol mexicano, vivió uno de sus momentos más dulces como profesional, ya que detenía tres penaltis en la Final de Vuelta ante Toluca y le daba a Monarcas Morelia el primer título de su historia.
En aquella tarde de sábado, el espectacular arquero argentino, siempre vestido de negro y con una enorme melena detuvo los disparos de Sinha, José Saturnino Cardozo y Adrián García Arias, este último en muerte súbita, para alcanzar el título de Liga en la Bombonera de Toluca.
Ese fue el único título de Liga de Comizzo en México, pero también se convirtió en una revancha futbolística a una brillante carrera, opacada por un hecho desafortunado.
Actualmente, Ángel David Comizzo, busca su segundo título de Liga en Perú, como entrenador del Universitario de Deportes, que perdió 1-2 el juego de Ida de la Final de la Liga 1, ante el Sporting Cristal.
Su carrera bajo los tres palos
Ángel David Comizzo debutó en 1979 con Talleres de Córdoba, donde pasó una década. En 1988 fue cedido al River Plate, donde se hizo titular como arquero millonario y ganó el primero de sus cuatro títulos de Liga como futbolista profesional. Dos años después pasó en préstamo a los Tigres de la UANL, en lo que fue su primera incursión en el futbol mexicano, solo por una temporada.
En 1990, llegó como emergente a integrar la Selección Argentina en el Mundial de Italia, luego de la lesión que dejó fuera de la competencia a Nery Pumpido. Aunque no jugó un solo minuto, se le considera en la plantilla que fue subcampeona del mundo.
Tras su paso por México, regresó al River y en 1993 salió del equipo por diferencias con el técnico Daniel Pasarella. Llegó al América de Cali en Colombia y regresó al Banfield, donde pasó tres años.
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Entonces volvió a nuestro país donde vivió una de las épocas más brillantes y dramáticas de su carrera. En 1996 llegó al León que armó una buena generación que alcanzó la final del Invierno ’97 y que perdió en casa ante Cruz Azul, con una jugada que pasó a la historia: una patada en la cara de Carlos Hermosillo, dentro del área.
El árbitro Arturo Brizio marcó penalti y la tragedia se desencadenó: Cruz Azul anotó el tanto en gol de oro y se proclamó campeón por última vez en la historia. Comizzo fue señalado como villano, pese a que había sido uno de los pilares de aquel equipo dirigido por Carlos Reinoso. En medio del escándalo, el argentino permaneció en el Bajío hasta 1999 y posteriormente jugó con Monarcas, entre 1999 y 2001, obteniendo el segundo campeonato de su carrera.
En 2001 volvió con el River donde consiguió otros dos campeonatos. Finalmente se retiró con el Atlético Rafaela en 2004. El arquero reveló que decidió salir de Monarcas para evitar participar en el Draft del futbol mexicano, porque se sentía denigrado y fiel a su carácter rebelde, rechazó la posibilidad, pero deseaba retirarse en el equipo purhépecha.
¿La maldición de Comizzo?
Muchos medios han preguntado a Comizzo qué sucedió aquella tarde de diciembre de 1997 en el Estadio León. El partido era disputado, pero La Fiera había logrado empatar a 1-1 el global. Ambos equipos tenían 10 hombres y acababan de comenzar los tiempos extra. De repente en un centro intrascendente, Comizzo se abalanzó sobre Hermosillo, lo empujó con ambos brazos y al caer sobre él, le pateó la cara con los tachones.
Desde aquel momento traumático, Cruz Azul ha vivido de todo y ha sido eliminado de las Liguillas de las maneras más increíbles, por lo que se especuló sobre la aparición de una supuesta maldición. Al respecto, el portero argentino declaró en alguna ocasión a Fox Sports: “Eso dicen, la verdad no lo sé. Yo lo dije un día, no van a salir campeones hasta que yo lo dirija, ¡se los dije! No la creen”.
Sobre ese momento desafortunado, explicó: “Vino la jugada desgraciada: esa tan comentada a lo largo de los años. Fue una jugada muy desgraciada, accidentada y provocó que todo lo que habíamos hecho durante todo el año… o todo lo que yo quizá por ahí había hecho durante todo el año, se tiró abajo”, explicó al periódico leonés AM Noticias.
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También aclaró que no tenía alguna rivalidad con Hermosillo, pues ni siquiera había disputado tantos partidos contra él. Solo tenía un año jugando con el León:
Y agregó: “De verdad lo digo de manera muy honesta: sigo sin encontrar el por qué o una explicación a lo que ocurrió. Creo que fue algo que ocurrió en milésimas de segundo y uno nunca sabe por qué toma esas decisiones. Lamentablemente la tomé y perjudiqué a mi equipo en ese momento. Fue así, no hay explicación posible que yo le pueda llegar a encontrar a través de los años. Nada más”, añadió.
Comizzo también contó que pasó días difíciles, se calificó como “fastidioso” con su familia, por el estado emocional que le provocó aquella jugada. Sin embargo, logró sobreponerse y recuperó su exitosa carrera.
Vocación de técnico
Cuatro años después de su retiro, Comizzo se hizo cargo del Talleres entre 2008 y 2009. Posteriormente Carlos Reinoso lo trajo a México como auxiliar en el Querétaro, donde estuvo a cargo del equipo entre 2010 y 2012.
En 2013 tuvo su primera incursión en el Universitario de Perú, considerado entre los equipos grandes del país andino y llevó al equipo a conseguir el Campeonato Descentralizado 2013. Un año después dirigió al Monarcas donde ganó la Supercopa MX 2013-14 y calificó al repechaje de la Libertadores 2015, donde su equipo eliminó al The Strongest de Bolivia.
Para 2016 tomó las riendas de la Universidad César Vallejo, pero tuvo malos resultados y el equipo descendió. En 2019 regresó al Universitario y fue despedido nuevamente, pero para este año, después de la suspensión por Covid, llevó al equipo crema a una nueva disputa por el título de Liga.
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Pero a diferencia de su personalidad explosiva en el campo, su cuerpo técnico con el Universitario señala que es un “profesor tranquilo, que tiene una actitud calmada”, y que “sabe llegar al jugador”. También aseguran que “es muy exigente desde el primer día que llegó”, a la vez que muy comprensivo, ya que le da mucha confianza al jugador para que converse con él”.
“Es un técnico minucioso, atento a los detalles, preocupado porque todos estén bien, se sientan cómodos, que se respeten y sean solidarios con los trabajadores. Además, se preocupa por cuidar a los más chicos, habla con ellos constantemente, lo supervisa todo”.
Cuerpo técnico del Universitario de Deportes
También señalaron que para esta Final lo acompañan en Lima sus hijos y nietos: “Han venido a acompañarlo. Él dice que no tiene cábalas sino que tiene costumbres”.