Considerada la mejor tenista mexicana en la historia, es un personaje del que ya se habla muy poco, ya que, incluso, los nuevos cronistas, ya no la recuerdan ni saben quién es

Hace unos días, platicando con un grupo de periodistas deportivos, hablábamos de los muchos grandes deportistas mexicanos que, de hecho, están olvidados. Las generaciones actuales ya no saben de ellos y nos dimos a la tarea de ir, recordándolos uno por uno.

La plática se inició cuando se comentó que la tenista Renata Zarazua había recibido el Premio Nacional del Deporte por su actuación en el pasado torneo Roland Garros, en Paris, en donde ganó la calificación, en la que participan todos los jugadores, no clasificados, que aspiran un lugar en el draft  principal.

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Fue algo notable para su carrera, y en la primera ronda obtuvo su primera victoria en un torneo profesional, superando a otra jugadora, que igual que ella, subía de la calificación, no aparecía en el ranking. Pero un triunfo es un triunfo y pensamos que bueno que le dieron el premio, porque es una forma de estimular a los nuevos valores. Renata ha luchado mucho para poder estar en este nivel del tenis internacional, pero si a ella le dieron este premio, a Yola Ramírez habrá que hacerle una estatua.

Hace mucho tiempo que una tenista de nuestro país no se ha destacado internacionalmente, la última fue Angélica Gavaldón quien nunca había actuado en México, vivía y competía en EEUU y no fue nada notable su carrera profesional.

Yolanda Ramírez tenista México

Claro que nos vino a la mente y a la plática, la que está considerada la mejor tenista mexicana en la historia, Yolanda “Yola” Ramírez, de la que ya se habla muy poco, ya que, incluso, los nuevos cronistas, ya no la recuerdan ni saben quién es.

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Yola llegó a ser 6 de la ITF y 4 en la WTA que se dice pronto, pero, que difícil será que alguna otra tenista nacional llegue a esas alturas.

Yola debutó en un Grand Slam en 1957 y fue precisamente en Roland Garros. Ella era una jovencita, tenía 22 años y los nervios hicieron presa de ella y su compañera en dobles, Rosa María “la pajarita” Reyes, hija del gran entrenador Pajarito Reyes. Perdieron en su debut pero la pareja no se amilanó e insistió en 1958 y debutaron ganando a las australianas Mary Brevens y Thelma Coyne, esta última una estrella del tenis de su país, por lo que su triunfo causó gran alegría en México.

Nuevamente en 1959 estuvieron en Roland Garros Yola Ramírez y Rosa María Reyes, pero lo hicieron sin suerte, cayeron en la primera ronda, ahora ante las sudafricanas Sadra Reynols y Renee Shuurman; pero en el mismo torneo Yola Ramírez hizo pareja en dobles mixtos con el británico Billy Knight y ganaron el título venciendo en la final nada menos que a Rod Laver, uno de los mejores australianos de la historia y la saudafricana Rene Shuurman. Yola fue campeona del Roland Garros, algo que en nuestros tiempos ni siquiera se llega a soñar.

En 1960, Yola volvió alcanzar la final del Roland Garros, ahora en singles, pero cayó ante la estadounidense Darlene Hard por 3-6 y 4-6.

En1961 volvió a llegar a la final en singles pero cayó ante la británica Ann Heydon. Ese mismo año participó en el Abierto de Estados Unidos y volvió a llegar a final en dobles, en compañía de la alemana Edda Buding, perdieron ante Darlene Hard y Lesley Turner en tres sets.

Antes de esto, en el torneo de Wimbledon, en Inglaterra, llegó a semifinales en 1957, 58 y 59, con lo que logró su ingreso de las ocho mejores del año y al Salón de la Fama del tenis inglés.

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Pero la brillante historia de esta que para mi gusto fue la primera gran deportista del país, en la actualidad son las mujeres las que más preseas han dado a México en Juegos Olímpicos y Panamericanos.

Yola consiguió 29 títulos en singles, y tres en dobles en su carrera. Sumó 8 medallas de Juegos Panamericanos, cuatro de ellas de oro, tres de plata y una de bronce. En los Juegos Panamericanos de México en 1955 ganó el oro en dobles mixtos en compañía de Gustavo Palafox.

En estos mismos juegos perdió la final de singles y se quedó con la plata, ante su compañera y compatriota Rosa María Reyes, con la que volvió hacer pareja en los Panamericanos de 1959 en Chicago y con ella ganó el oro en dobles y repítió el oro en dobles mixtos, nuevamente con Gustavo Palafox.

Posteriormente, en Sao Paulo en 1963 obtuvo otras tres medallas en Panamericanos, el oro en dobles mixtos con Pancho Contreras, plata en singles, perdió la final con Esther Bueno, una brasileña que hizo gran carrera como profesional,  y bronce en dobles con Elenita Subirats.

¿Verdad que, al igual que el Pelón Osuna, Yolanda, nuestro personaje inolvidable, merece una estatua?