Cada año la Comisión de Arbitraje, solo en Liga MX, invierte aproximadamente 35.8 millones de pesos, eso sin contar liguilla y otros gastos
Los árbitros del futbol mexicano son los que mejor remuneración económica tienen en América Latina. Gana solo por partidos dirigidos, sin contar con el salario fijo con el que cuentan, dos veces más que los brasileños, tres más que los colombianos o cinco veces que los paraguayos. Además, comentó Arturo Brizio presidente de la Comisión de Arbitraje, al menos durante los primeros meses de la pandemia se les respetó la paga mensual que se había establecido.
Son, por decirlo de alguna manera, privilegiados. Hace un tiempo ESPN detalló que el oficio de árbitro supera incluso promedios de paga mensual de profesiones como ingenieros, economistas o arquitectos.
Se puede concluir que los árbitros forman parte del 1% de los mexicanos que ganan más de 38 mil pesos mensuales de acuerdo con el estudio Bienestar con Equidad realizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), el Colegio de México y la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD).
Cada año la Comisión de Arbitraje, solo en la Liga MX, y considerando solo el torneo regular, invierte en árbitros centrales (incluyendo su paga mensual establecida y los partidos), los que están en el VAR, cuartos árbitros y auxiliares aproximadamente 35.8 millones de pesos, eso sin contar liguilla y otros gastos.
Por ejemplo Fernando Guerrero, quien ha sido árbitro central en cuatro partidos del Guard1anes 2021, más uno como cuarto árbitro durante el mes de enero y lo que llevamos de febrero, ha tenido ingresos de 162 mil pesos por su salario fijo y actuaciones en la cancha o fuera de ella.
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De a poco, ser árbitro profesional en México necesita una preparación completa. Antes incluso personas con sobrepeso podían dirigir en Primera División. Pero hace unos años el doctor Luis Fernando Alcocer Díaz realizó en la FMF el “Perfil antropométrico y rendimiento en competencia en árbitros y árbitros asistentes de fútbol soccer profesional mexicano” y los resultados arrojaron que la grasa corporal está directamente relacionada con el rendimiento y efectividad en el desempeño, por eso se sugiere (y se exige) que los niveles sean no mayores al 17%.
Todo esto para que, de a poco, ser árbitro en México se ha profesionalizado a tal grado que al igual que a los futbolistas, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) tiene toda una base de datos, mediciones, informes, estudios sobre cómo operan y tiene incluso la tecnología más avanzada para apoyarlos a desarrollar mejor sus condiciones.
¿Qué clase de árbitros tenemos en México?
No hay duda de las exigencias, preparación, acceso a herramientas tecnológicas para medir su rendimiento, capacitaciones, fogueo internacional que tienen los árbitros en el país.
Más allá del debate de si hacen o no bien su trabajo, el cual ha sido criticado constantemente (quizás por la naturaleza del deporte), lo cierto es que ya desde hace más de una década hay un problema que la Comisión de Arbitraje sabe, reconoce y que no ha podido contrarrestar: “el control mental” como su principal reto por superar.
Ahí ha radicado el problema de los árbitros mexicanos. No es una percepción.
Veamos. Hace algunos años la doctora Gabriela Murguía Cánovas hizo un estudio a más de 300 árbitros del futbol mexicano entre todas las divisiones. El informe, que tardó años, “Determinación del perfil psicológico del árbitro del futbol mexicano” halló seis problemas psicológicos. El principal y peor evaluado “el control mental”.
No es nuevo, Arturo Brizio en 2017 dijo que entre los puntos a trabajar destaca “la personalidad del árbitro mexicano”. En abril del año pasado el presidente de la Comisión de Arbitraje, lo repitió en una entrevista con Fox Sports.
Felipe Ramos Rizo, ex árbitro mundialista, también calificó el trabajo como: “falta de valor y de personalidad”.
El informe de la doctora Murguía, directora de la Universidad del Futbol, documenta que los árbitros mexicanos son capaces de manejar altos niveles de estrés y ansiedad. Pero el ‘control mental’ ante ciertas situaciones muchas veces termina por descontrolarlos.
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Arturo Brizio en algunas entrevistas ha comentado que ha trabajado con sus árbitros los aspectos de personalidad y hasta psicológicos.
El estudio documentó los siguientes problemas:
Ser los mejor pagados de América Latina tiene sus ventajas. Además de las salariales, la exigencia física es al máximo pero la mentalidad también representa un compromiso personal que muchas veces va más allá de sesiones psicológicas que puedan tener los árbitros como parte de la preparación en la Comisión de Arbitraje.
¿Realmente es un problema el factor mental entre los árbitros mexicanos? Recién se incorporó el VAR, Arturo Brizio, reconoció que el gremio arbitral solicitó apoyo de un coach mental para ayudarles a sobrellevar las críticas. Así que estar bien pagado no significa que estés al 100% capacitado para desarrollar a lo que te dedicas. Eso también es una certeza.