Hay historias de superstición que se conjugan con coincidencias estadísticas, que parecen convertirse en maldiciones alrededor del beisbol

El “Rey de los Deportes” se juega de manera profesional en EEUU desde 1876, cuando surgió la Liga Nacional.  Los Red Sox de Boston, ganaron la primera Serie Mundial, hace ya  119 años y desde entonces, el beisbol se ha enriquecido de tradiciones, supersticiones, anécdotas, maldiciones y muchas estadísticas.

En todo este mundo de mitos, hay historias que evocan al mundo de la superstición y que se conjugan con coincidencias estadísticas, por lo que parecen reales y mantienen este toque de fantasía alrededor del juego. Por ejemplo, las sequías históricas, como la de los Indios de Cleveland, que ganaron por última vez una Serie Mundial en 1948, aunque la más larga de la historia es de los Cubs de Chicago, que duró 108 años, entre 1908 y 2016.

Pero esa no es toda la historia y como estamos a un mes del inicio de la temporada 2021 de las Grandes Ligas, el 1 de abril, recordaremos algunas de estas historias más curiosas entre los equipos que hacen tan especial a este deporte:  

La “maldición del Bambino”

Es una de las favoritas en la historia del deporte mundial, porque incluye al mejor beisbolista de la historia, Babe Ruth. Inició en 1980 cuando el dueño de los Red Sox envió a Ruth, su mejor jugador, al equipo rival, los Yankees  a cambio de 125 mil dólares. Con “El Bambino”, Boston ganó cuatro Series Mundiales en ocho años y al irse, advirtió a los Red Sox que no volvería a ganar un campeonato.

En Nueva York,  Ruth ganó otras cuatro Series Mundiales. La maldición duró 86 años, hasta 2004. En ese lapso los Yankees se coronaron en 26 ocasiones.  En 2004, en la Serie de Campeonato, Nueva York ganaba 3-0 y Boston consiguió ganar cuatro series consecutivas, algo histórico, para llegar a la Serie Mundial, donde barrieron a los Cardenales de Saint Louis. 

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La “maldición de la cabra”

Ocurrió en 1945 y se creía que prolongó la gran sequía que tuvieron los Cachorros de Chicago, que data de 1908. La historia dice que William Sianis, fanático del equipo, quiso entrar con su mascota, la cabra “Murphy” al Wrigley Field para ver el Juego  4 de la Serie Mundial. Minutos después, trabajadores del estadio lo sacaron porque el olor de la cabra molestaba a los demás aficionados.

En su enojo, Sianis advirtió que el equipo seguiría sin ganar. Los Cachorros perdieron esa serie ante Detroit. En 1969, en la Serie de Campeonato ante los Mets, un gato negro se cruzó por el dugout y Chicago volvió a caer. Desde entonces no volverían a la Serie Mundial hasta 2016, cuando vencieron a los Indios de Cleveland, que también arrastraban una larga temporada sin triunfos, en siete juegos.

Sianis falleció el 22 de octubre de 1970 y Chicago logró el banderín el 22 de octubre de 2016.

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Las Medias Negras

Más que una maldición, se trata de un acontecimiento bochornoso en la historia de los White Sox de Chicago. Surgió en 1919 y provocó que el equipo no volviera a coronarse en 88 años. En aquel tiempo, se acusó a ocho jugadores de dejarse ganar la Serie Mundial ante los Rojos de Cincinnati, a cambio de fuertes sumas de dinero, bajo el pretexto de que tenían bajos sueldos.

Esa camada de jugadores se bautizó como los “Black Sox” y, aunque el juez los exoneró de cualquier cargo, las Grandes Ligas los expulsaron de por vida. Chicago volvió a coronarse hasta 2005. La lista negra estuvo conformada por: Ed Ciccote, Lefty Williams, Joe Jackson, Happy Felsch, Buck Weaver, Fred McMullin, Charles Riseberg y Arnold Gandil.

La maldición de Rocky Colavito

Respecto a los Indios, se cree que están “malditos” desde que cambiaron a su gran figura, Rocky Colavito a los Tigres de Detroit en 1960. Los Indios no volvieron a postemporada en 30 años, incluso con el regreso de Colavito en 1965.Colavito se fue de los Indios como líder en jonrones en la Liga Americana, con 42 cuadrangulares, por lo que la afición criticó fuertemente la decisión del gerente del equipo, Frank Lane.

 Después de ese acontecimiento, los jugadores del equipo padecieron: alcoholismo, lesiones prematuras e incluso enfermedades mentales y muertes. Cuando Colavito volvió, el pitcher Tommy John, quien fue enviado a los Dodgers, se convirtió un lanzador histórico y jugó otras cuatro Series Mundiales, mientras Tommie Agee ganó con los Mets en 1969. Los Indios volvieron a la Serie Mundial en 1995, 1997 y 2016, pero en todas las ocasiones, perdieron.  

El desaparecido Capitán Eddie

Eddie Grant es recordado como el primer jugador de las Grandes Ligas en morir en la Primera Guerra Mundial, en 1918. Como homenaje, los entonces Gigantes de Nueva York colocaron una placa conmemorativa en el jardín central del extinto  Polo Ground. Esto serviría como amuleto para que el equipo ganara cuatro títulos, el último, la Serie Mundial en 1954. Tres años después, el equipo se mudó a San Francisco y la placa del Capitán Eddie desapareció.

Los Gigantes pudieron coronarse nuevamente hasta 2006, para romper la sequía, el dueño del equipo Peter Magowan, mandó elaborar una réplica de la placa extraviada y la colocó en el nuevo estadio de los Gigantes, Oracle Park. A partir de ese momento, el equipo ganó las Series Mundiales en 2010, 2012 y 2014. En total murieron ocho beisbolistas en la Primera Guerra Mundial.

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La estatua envidiosa de Philadelphia

Conocida como “la maldición de Billy Penny”, remite a una estatua en honor de William Penn, fundador del estado de  Pennsylvania, que se colocó sobre el edificio del Ayuntamiento de Philadelphia en 1901. Dicho edificio era uno de los más altos de la ciudad.

En 1987 se construyó un nuevo rascacielos, conocido como One Liberty Place y por su ubicación, tapaba la vista a la estatua de Penn. Desde entonces, todos los equipos de la ciudad dejaron de ganar campeonatos: Flyers en la NHL, los 76ers de la NBA, los Phillies de la MLB y los Eagles que nunca habían ganado un Super Bowl.

Para revertir la “maldición”, en 2007 un grupo de albañiles colocó una pequeña efigie de William Penn en la cima del nuevo rascacielos The Comcast Center, más alto que el One Liberty Place. Un año después, los Phillies ganaron la Serie Mundial en cinco juegos a los Rays de Tampa.

El mote mal elegido

Los Rays de Tampa Bay, una de las franquicias más recientes de las Grandes, también tienen su historia oscura. El equipo nació en 1998, con el nombre de Tampa Bay Devil Rays. El nombre fue cuestionado en los primeros años, por considerar que la palabra “Devil” (diablo), podría traerle mala suerte a la franquicia, aun cuando el vocablo refería al tipo de mantarraya que funcionaba como mascota. El nombre cambió en 2008 y el equipo debutó en la Serie Mundial.

Sorteado este incidente, surgió otra historia que habría impedido que el equipo se corone. Se dice que un anciano con diabetes quiso entrar al estadio con sus propias botanas: una bolsa de nueces con un tipo particular de azúcar, para no elevar sus niveles de glucosa. El personal de seguridad le impidió el acceso y los aficionados creen que por ello Tampa no ha podido coronarse, aunque otras franquicias jóvenes como Arizona y Miami ya lo lograron.

El riesgo de agredir a tus ídolos

Barry Bonds and Bobby Bonilla. shot 9/18/91. Pittsburgh Post-Gazette photo by John Beale.

Los Piratas de Pittsburgh ganaron su quinta y última Serie Mundial en 1979. Entre 1990 y 1992 disputaron la Serie de Campeonato, pero perdieron las tres oportunidades. Aquel equipo era encabezado por los bombarderos Bobby Bonilla y Barry Bonds. El primero dejó el equipo tras la temporada de 1991, para convertirse en el jugador mejor pagado de la Liga, con los Mets. A su regreso a Pittsburgh, los aficionados lo abuchearon y le lanzaron cosas.

Un año después, Barry Bonds repitió la historia, pero con los Gigantes de San Francisco y al volver a la casa de los Piratas, sufrió la misma humillación que Bonilla. Ningún equipo de la Liga Nacional ha perdido más juegos desde entonces, y solo otro equipo ha pasado más tiempo sin aparecer en la Serie Mundial por la Liga Nacional, los Cerveceros de Milwaukee, que nunca han llegado.

Se dice que la maldición de los Piratas se debe a la tacañería de los dueños del equipo por no pagar lo suficiente para retener a sus figuras, pero ellos consideran que jugar en este equipo debe hacerse por amor, más que por dinero, algo en que los jugadores no siempre coinciden.

Los tramposos del aire acondicionado

En 2003, Dick Ericson, ex administrador del Metrodome de Minnesota, admitió haber manipulado el aire acondicionado del estadio para ayudar a los Mellizos a ganar partidos apretados. Su intención, hacer que hubiera más viento en el estadio cerrado para que la bola viajara más lejos. “No me siento culpable”, dijo al ser cuestionado.

Los Mellizos se coronaron sus últimas dos ocasiones en 1987 y 1991, con estas supuestas ayudas. Lo curioso es que el equipo tuvo un record de 11-1 en casa en el acumulado de ambos años, así como el mejor récord local de temporada regular de la Liga Americana cada temporada. Pero su trampa habría costado al equipo casi 30 años de sequía.

La maldición de nacer en el año equivocado para el beisbol

En 1969 la MLB incluyó tres nuevas franquicias, para expandir la Liga: los Padres de San Diego, Los Cerveceros de Milwaukee y los desaparecidos Expos de Montreal. Ninguno de estos equipos pudieron ganar una Serie Mundial: incluyendo que los Cerveceros pasaron su primera temporada como los Pilotos de Seattle y no han llegado siquiera a la Serie de Campeonato.

En el caso de los Expos, se mudaron a Washington y los Nacionales se coronaron en 2019, medio siglo después. Los Padres alcanzaron la Serie Mundial en 1984 y 1998, ambas con derrota.

Faltar el respeto a una leyenda

Finalmente hablaremos de los Diamondbacks de Arizona, quienes ganaron la Serie Mundial del 2001 a unos poderosos Yankees, que tenían cuatro títulos en los últimos cinco años. Aquella Serie se alargó a siete juegos y se resolvió cuando Luis González conectó un lanzamiento del mejor cerrador de todos los tiempos, Mariano Rivera, para dar la vuelta al marcador y el entonces campeón quedó tendido en el terreno.

Este ha sido el único campeonato para cualquier equipo profesional con sede en el estado de Arizona, pero han pasado 20 años desde aquella afrenta contra el pitcher más efectivo en m la historia de los playoff de las Grandes Ligas.