Una de las grandes figuras de la lucha libre mexicana entre los años 60 y 80, con una colección importante de máscaras, títulos y reconocimientos, este es Aníbal
Este jueves se cumplieron 27 años de la muerte de Carlos Ignacio Carrillo Contreras, Aníbal, el “general cartaginés”, uno de los técnicos más elegantes de la lucha libre mexicana, que tuvo una destacada carrera entre las décadas de los 60 y hasta los 80.
Nació en Topilejo Michoacán el 5 de noviembre de 1940. Su familia migró a la Ciudad de México en 1944 y se estableció en la colonia Morelos. Estudió Ingeniería en el Instituto Politécnico Nacional y comenzó la práctica de la lucha grecorromana. Entonces descubrió su vocación y abandonó sus estudios.
El luchador Ciclón Veloz lo invitó a entrenar lucha libre, primero en el gimnasio Gloria y posteriormente en los baños San Francisco, entrenado por Chico Hernández y Hércules Flores.
Hizo su debut en la lucha libre profesional en noviembre de 1963 en la Arena Isabel de Cuernavaca. Desarrolló un estilo basado en su ídolo, Black Shadow, originalmente con los nombres de “Príncipe Azul”, “Genio Azul”. Después de dos años, adoptó el personaje que lo llevó a la fama, junto con su tradicional máscara azul.
Momentos de gloria
Tomó el nombre de “Aníbal”, en alusión al general Hanibal Cartagenia quien estuvo a punto de derrotar al Imperio Romano. De inmediato comenzó a brillar y su fama se extendió en la siguiente década, como una de las grandes estrellas, tanto de la Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL), como de la UWA. Por su estilo pulcro y técnico ganó el apodo de la “Saeta Azul”, a lado de las grandes figuras de la época, como Mil Máscaras y Black Shadow.
Ingreso a la arena KO Augusto de Naucalpan en 1965, antes de llegar a la Arena Coliseo el 11 de diciembre de 1966, donde enfrentó al Fanstama de la Quebrada.
En 1966, consiguió su primer campeonato, el semicompleto del Distrito Federal, con el que consiguió su primer contrato con la EMLL. En 1970 derrotó a Mashio Koma al disputar el campeonato mundial medio de la NWA. La revista El Halcón lo nombró “Luchador del año” y repitió en 1974.
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En su haber, conquistó una cantidad importante de máscaras: Red Terror, Tigre Colombiano, El Marqués, con quien tuvo una gran rivalidad; el Centroamericano, Mr. Bruma, Fantasmon, el Galeno, Zandokan, Ultratumba, la Momia, el Remington, Mr. Power, Gran Samurai, Mr. Atlas, Balck Jack, Jungla Negra, el Fugitivo y la más importante, de Gran Markus.
También rapó a figuras como René Guajardo, Gran Hamada (dos veces), Pirata Morgan, y se convirtió en multicampeón de peso medio: NWA y UWA, campeón medio de Europa, Semicompleto Jr. UWA (dos ocasiones) y Semicompleto Jr. de Panamá.
En 1975, fue uno de los pioneros de la fundación del circuito independiente, Universal Wrestling Association (UWA). Junto con un grupo de jóvenes figuras.
A principios de los 80, formó una exquisita tercia con el Villano III y el Solitario, llamada “Los Tres Caballeros”. La tercia terminó cuando Aníbal luchó como rudo junto a Dr. Wagner para enfrentar a sus compañeros. Con el Solitario formó la pareja de “Oro y Seda” y posteriormente desarrolló una gran rivalidad, que seguramente terminaría en una lucha de apuestas, pero este falleció repentinamente en la plenitud de su carrera.
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También creó una gran dupla con Blue Demon, mientras que sus principales rivalidades fueron además del Solitario, a quien venció en dos ocasiones, Perro Aguayo, Red Terror, Mr. Koma y Mascara Año 2000.
El ocaso de una gran trayectoria
En 1985 debió alejarse de los encordados por una buena temporada debido a las lesiones y a 22 años de carrera. Sin embargo regresó para ganar la máscara más importante de su carrera, la de Gran Markus el 18 de marzo de 1987.
Después tuvo un nuevo receso hasta 1990, cuando regresó con el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) y desarrolló una última gran rivalidad con Mascara Año 2000. Ambos se enfrentaron en una lucha de apuestas el 13 de diciembre de 1991, donde finalmente perdió la máscara, en un final ridículo, ante 18 mil expectadores en la Arena México.
Poco después de la derrota anunció su retiro, pero volvió nuevamente en 1993 para una serie encuentros en Panamá, donde perdió nuevamente la máscara ante Zandokan, porque necesitaba dinero y ya aquejaba muchas lesiones y un tumor cerebral que lo obligaron a retirarse definitivamente a finales de ese año. Finalmente, murió el 4 de marzo de 1994, con el reconocimiento de una gran figura de la lucha libre mexicana.