Además de éxitos deportivos en el campo y capacidad como estrategas, en la Euro hay entrenadores cuyo perfil tiene gran atractivo comercial

Observar el reloj es una rutina casi instintiva de todos los directores técnicos. Pero para Roberto Mancini mirarlo tiene un doble significado: primero porque le interesa ver el tiempo del partido y segundo porque literal, cuando echa un vistazo a su muñeca, lo que ve es ‘su reloj’, el que le diseñó Richard Mille. Y claro, porque vale unos 200 mil dólares. Algo nos tiene que quedar claro, el seleccionador de Italia viste de etiqueta. Es un tipo caro.

Desde 2013 Mancini y la marca suiza se reúnen de tanto en tanto para crear un nuevo modelo de relojes. Entre casual y formal, pero siempre un concepto de lujo. El entrenador de Italia se ha convertido en una marca y hace tiempo dejó de ser solo un técnico de futbol.

No es el único. En la Euro 2020 hay varios entrenadores que solo se dedica a dirigir a sus selecciones (que es lo primordial), pero otros como Mancini, Frank de Boer (Países Bajos) o Andriy Shevchenko (Ucrania) tienen detrás a una empresa o una agencia que les lleva su carrera y no solo la deportiva, también la comercial y de imagen.

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Para Mancini el tiempo es subjetivo, pero la última vez que lo miró con angustia real fue aquel 10 de septiembre de 2018 cuando Italia perdió contra Portugal en la UEFA Nations League. Esa fue la última derrota que ha tenido como seleccionador nacional. Ahora Mancini revisa su reloj como parte de la rutina, pero hace más de dos años y nueve meses que cuando termina el juego no sale con la pesadez de una derrota.

Y ya lo dijimos, Roberto es un tipo caro, además de Richard Mille trae consigo en Italia un Maserati. En agosto del año pasado se convirtió en embajador y parte del acuerdo fue que él tuviera un auto de la compañía que se cotiza en más de 180 mil  euros. Además, la marca de ropa Paul and Shark lo viste (sus camisas polo valen casi 10 mil pesos).

Detrás, además del buen paso como técnico de Italia, Mancini tiene toda una comunidad que le respalda: cuenta con 1.6 millones de seguidores entre Twitter, Instagram y Facebook.

La marca “Shevchenko”

Otro de los técnicos ‘marca’ de la Euro es el dirigente de Ucrania: el legendario “killer” Andriy Shevchenko. Sus goles lo convirtieron en un delantero de época para el mundo moderno del futbol. Por eso no es extraño que su biografía autorizada, que le ha hecho constantemente promoción en sus redes sociales, haya vendido ya más de 25 mil copias. En un mundo donde leer parece casi ya un milagro, el número de ejemplares vendidos es un éxito para la industria editorial. Italia, Inglaterra, Polonia y Ucrania es donde físicamente está disponible su biografía, además de la ya tradicional venta online.

Pero “Sheva”, como le conocía cuando perforaba porterías, no lo hace solo. Detrás tiene una agencia de representación que le maneja la imagen, se llama SoBeSports quien además tiene en su cartera de clientes a otros entrenadores como Filippo Inzaghi.

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A finales del año pasado, Shevchenko se convirtió en embajador de la marca del fabricante ucraniano de alarmas inalámbricas Ajax Systems en el mercado italiano. La estrategia de marketing consistió en emitir una serie de anuncios en la televisión con su imagen y productos de la marca, además de activaciones en redes sociales. Andriy tiene una base de 1.4 millones de seguidores en plataformas digitales.

Frank de Boer, en neerlandés globalizado

Y un ejemplo más es Frank de Boer, un técnico que es asesorado por la empresa Players United quien lo llevó a dirigir, por ejemplo, a los Estados Unidos, específicamente con el Atlanta United de la MLS. No tiene la misma fan base en redes sociales que Shevchenko o Mancini, pero si lo suficiente para que la marca de automóviles Audi, en los Países Bajos, lo haya contratado como su embajador.

No todos tienen ‘la fortuna’ o el trabajo de ‘imagen’ que ha construido Roberto Mancini. Pero una lección que le deja al resto de sus colegas es que ser buen técnico no es lo único que les debe de preocupar o atender, también tienen la oportunidad de ser un vehículo para el prestigio de las marcas. Son los directores técnicos versión 2.0 o quizás 3.0…