Es verdad, sin Michael Phelps todo parece poco en la natación. No es cualquier cosa que ya no esté en la piscina el atleta con más medallas olímpicas en la historia. Hoy (casi) cualquier cosa nos parece poco aunque en realidad no lo sea, como por ejemplo estar en un podio olímpico.
Pero lo cierto es que Estados Unidos es mucho más que Phelps, es el equipo de natación más exitoso en toda la historia del olimpismo. Hasta el fin de semana pasado ya tenían 557 preseas por 198 de Australia, el segundo en el medallero de todos los tiempos. Es decir casi el triple, ¿por qué?
Hay varios factores, primero toda la infraestructura con la que cuentan y el sistema deportivo, eso es fundamental.
La estructura y el dinero
Tienen en todo su territorio 3 mil 100 clubes repartidos y son más de 400 mil inscritos, que significan una cantera enorme para mandar (como en Tokio) a 50 nadadores quienes dieron los tiempos para competir.
Para llegar a la élite hay varios caminos, pero en general la pirámide estructural la componen cuatro procesos: recreación, equipos, nacional y élite, en este punto está el College y el equipo nacional.
Y es justamente en el college (26 equipos en la División I) donde comienzan a vislumbrarse quiénes serán los que estarán en la selección nacional. Por ejemplo, Katie Ledecky en Río de Janeiro 2016, todavía en su etapa colegial, logró cuatro oros y una plata y ahora suma una plata (400 libres) en Tokio (hasta el domingo por la noche).
Lee también: Osaka y Biles fuera de Tokio 2020, ¿víctimas de problemas emocionales?
Su constitución geográfica sin duda ayuda. Con 400 mil nadadores afiliados a USA Swimming el abanico es mayor que en Australia, pero también los recursos financieros son importantes.
Un par de datos nos ayudan a entender las diferencias entre el mejor de la historia y el segundo. Para el 2020, Estados Unidos tuvo 155 millones de dólares (MDD) para operar en todas sus áreas y tan solo para la élite fueron 38.9 MDD. ¿Australia? Solo 17.3 MDD para toda su operación.
“Cada quien tiene su rutina para entrenar, pero somos muy exigentes porque la competencia es muy alta, cuando nadamos queremos derrotar y vemos con furia al otro, pero cuando termina nos abrazamos porque somos solidarios”, dijo el nadador olímpico Nathian Adrian.
Además de la estructura, muchos nadadores de EEUU mantienen rutinas que no cualquiera puede mantener. Parece poca cosa pero levantarse todos los días a las 5 de la mañana no es sencillo.
El otro nivel: la terapia mental
Michael Phelps lo puso en la mira: ser exitoso no es lo mismo que estar bien y ser feliz. La presión, la ansiedad que sufrió el máximo medallista olímpico de historia hizo que USA Swimming creara un fondo para la atención psicológica de sus nadadores.
Junto a Talkspace, el líder mundial en salud tele conductual, anunciaron el lanzamiento de un nuevo servicio de salud mental disponible sin costo para todos los atletas del Equipo Nacional, así como para los nadadores olímpicos de 2016.
Te puede interesar: Gimnasia: la ‘tortura’ de hacer sonreír al mundo
Según la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), aproximadamente uno de cada cuatro adultos jóvenes entre 18 y 24 años tiene una condición de salud mental diagnosticable y solo uno de cada 5 de estas personas recibe ayuda profesional.
Phelps dio la alerta: para ganar hay que estar sano de la mente y ese llamado de atención lo tomó muy enserio la US Swimming.
Tradición, infraestructura, talento, estructura deportiva y dinero. Cuando todo eso se conjunta, es difícil que aparezca alguien para superarte. Estados Unidos suma todas las condiciones para ser la ‘alberca más grande del mundo’ y por consecuencia la máxima potencia.