Malos campos, falta de dinero, pobreza… así se desarrolla el futbol en África, como algo que va más allá del deporte y raya en la esperanza

¿Te imaginas un partido oficial en una cancha “llanera”, con el pasto pintado de verde para que no se vea seco? O de plano con grandes espacios de tierra y desniveles en las porterías… ¿Qué tal elementos exóticos como aves descansando en las porterías o ganado cruzando por el campo?

Hay países donde la realidad es así en el nivel de más alto rendimiento. Para estos países, llegar a un Mundial resulta algo irreal y se conforman con pequeños logros que en regiones como Latinoamérica ya son requisitos básicos: como alumbrado nocturno, balones y uniformes suficientes o simplemente que haya un gobierno que garantice las condiciones mínimas para que un partido oficial realice.

Pero estas situaciones normalmente no las conocemos en tornos internacionales donde participan equipos como los de los pequeños países africanos. Normalmente llega lo mejor de su talento y, durante los años 90, sorprendieron al mundo, como ocurrió con los “Leones Indomables” de Camerún, encabezados por Roger Milla o los “Elefantes” de Nigeria que ganaron el oro olímpico a Argentina en Atlanta ‘96.

De allí surgieron los Drogbá, los Eto’o, los Kanu, los Adebayor, quienes lograron triunfar en los grandes clubes europeos, con este talento y potencia física naturales que, en algún momento, podrían dominar el futbol mundial.

Mientras eso ocurre, muchos países en Confederación Africana de Futbol (CAF), viven una realidad en la que buscan crecer, en medio de sociedades que viven una triste realidad donde el futbol es una alternativa para una vida mejor o un escape para olvidar su realidad social.

El partido que no se pudo jugar por falta de Gobierno

Si bien el Brasil vs Argentina de este domingo se suspendió por un tema político, no fue el caso más escandaloso de la reciente Fecha FIFA. En un entorno mucho más peligroso, este lunes se suspendió el partido entre Guinea Ecuatorial y Marruecos, debido a un intento de golpe de Estado, donde el ejército tomó el control del gobierno y detuvo al presidente, Alpha Condé.

Esto provocó un entorno de inseguridad en la ciudad capital de Conakri, que hacía inviable la celebración del partido. Por ello, la CAF y la FIFA decidieron buscar un mejor momento.

Como todavía ocurre en algunos países africanos, un brazo del Ejército, comandado por el coronel Mamady Doumbouya, difundió en redes sociales un video donde propone “disolver la Constitución en vigor” y el Gobierno. Como si fuera una película de acción, los militares mostraron al presidente secuestrado, en jeans y camisa mostrando que no había sido maltratado durante el motín.

“La actual situación política y de seguridad en Guinea Ecuatorial es bastante volátil y está siendo supervisada de cerca por la FIFA y la CAF”, agregó el organismo rector del futbol africano en un comunicado, Aunque no estableció una nueva fecha tentativa para realizar el encuentro.

Futbol en África

Camerún y Costa de Marfil, las selecciones que ya no tienen referentes

La situación política en el país puso en riesgo al seleccionado marroquí, que fue evacuado inmediatamente de regreso a su país, bajo las gestiones directas de su rey Mohammed VI.

Horas después, el ministerio de Defensa de Guinea informó que “los insurgentes sembraron el terror en la capital antes de asaltar el palacio presidencial, pero “la guardia presidencial, apoyada por militares leales a la República, repelieron al grupo atacante”.

Por si fuera poco, este pequeño país de África occidental, además de ser uno de los más pobres del mundo, vive graves problemas políticos y económicos por la pandemia de Covid-19. El futbol pasa a segundo plano, aunque una victoria de su equipo hubiera representado una fiesta nacional.

Golpe de Estado Guinea Ecuatorial

Futbol, un proyecto prioritario para el país más joven del mundo

Otro gran ejemplo de la importancia que tiene el futbol para los pueblos africanos es el documental “Zoran y los tigres del gol” (2014), que narra la historia del técnico serbio Zoran Dordevic, uno de esos trotamundos del futbol, similar a Bora Milutinovic, quien se propuso crear de la nada la Selección Nacional de Sudán del Sur, el país más joven del mundo, que logró su independencia en julio del 2011.

El documento narra cómo Zoran decide migrar a este país en busca inculcar la fiereza con la que él recorrió el mundo como jugador, a un grupo de jugadores ansiosos de representar a su naciente país.

Pero también su gran compromiso por cuajar una selección nacional, para que los futbolistas defendieran la camiseta con honor. Por ello, la frase inicial del documental es: “Todo país necesita un equipo de futbol”. En seguida, muestra al técnico serbio pidiendo ayuda a un herrero para que fabricara unas porterías y como garantía de pago, le deja su pasaporte.

Entonces comienza un largo proceso de visoría y reclutamiento y decide recorrer solo el recién formado país, en un territorio que aun no tenía mapas, pero convencido de que había talento excepcional para entrenar.

El camino a un debut en partido oficial

Otros pasajes describen el esfuerzo que hizo el nuevo gobierno por apoyar este proyecto, instalando cosas tan esenciales como alumbrado nocturno en su estadio nacional, algo que para muchos de los sudsudaneses era un lujo.

También muestra escenas de su primer partido oficial, ante el combinado nacional de Uganda en un amistoso. Como preparación, los jugadores tuvieron que estudiar su recién escrito himno nacional en inglés. Algunos de ellos lo entonan con los ojos arrobados de lágrimas, en recuerdo de sus familiares muertos durante la guerra separatista.

El duelo terminó con un empate 2-2, el primer gol oficial de Sudán del Sur cayó vía penalti y el festejo de los jugadores, también vino acompañado de lágrimas. Al final del partido, los aficionados felices saltaban sobre la malla ciclónica que separaba las tribunas de la cancha, como si su equipo hubiera conseguido su primer título internacional.

Después, como ocurre frecuentemente en estos países, el gobierno entró en crisis económica y debió suspender proyectos que consideraba no prioritarios, entre ellos, la Selección Nacional. Zoran va penando por diferentes oficinas de gobierno, donde solo recibe largas y, desesperado, exige su paga, pues ha invertido el poco dinero que llevaba consigo para echar a andar al equipo y a cambio, acumula 4 o 5 meses sin cobrar.

Zoran logra gestionar el debut de Sudán del Sur en la Copa Cecafa 2012, un torneo regional para países de África Oriental. Recibe la invitación del Comité Organizador, que incluso debió patrocinar el vuelo de ida. El documental muestra a los futbolistas en los pequeños comercios ambulantes donde con su propio dinero, compran mejores zapatos, aunque no les funcionan en su debut pues se la pasan derrapando por el campo húmedo por la lluvia.

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Como se esperaba, Sudán del Sur perdió sus tres partidos sin siquiera anotar un gol, pero eso no es lo peor. Para volver a su país, la Federación no les entregó boletos suficientes y Zoran y su cuerpo técnico debieron esperar, varados en Uganda, durante una semana.

Zoran y los tigres del gol

Y aunque parece que el final no es el más feliz, el mensaje final del documental es de esperanza. A su regreso, el técnico serbio dejó el equipo tras solo un año de trabajo. Acepta que su equipo hizo muy poco en el terreno, pero en realidad estaba harto de luchar por: “crear un proyecto que los mismos sudsudaneses debían querer”.

Aunque sí logró sembrar la semilla para crear este equipo que intenta unir un país que tiene temas mucho más importantes de qué preocuparse. Pero que también quiere olvidarse de ellos, de vez en cuando, y busca el menor motivo para alegrarse.

El presente de Sudán del Sur

Sudán del Sur recibió el aval de la FIFA en 2014, por lo que no pudo participar en las Eliminatorias para Brasil 2014, aquellas donde México estuvo a punto de quedar fuera teniendo una infraestructura infinitamente mayor. Tampoco participó en las Eliminatorias para la Copa Africana de Naciones de 2013 y 2014.

En 2015 lograron avanzar en la segunda ronda de la Eliminatoria para el torneo continental, su primer logro histórico, tras vencer a Eritrea en la mesa, pues su combinado no se presentó. Sin embargo en la segunda ronda, a visita recíproca, quedó eliminado por goliza de 5-0.

Su primera victoria en un torneo oficial llegó en 2015 ante Guinea Ecuatorial, por la mínima, con un autogol. Aun así, no ha podido clasificar a las Copas Africanas en 2014, 2016, 2018 ni 2021.

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Actualmente, están fuera de las Eliminatorias de la CAF para Qatar 2022 pues quedaron eliminados en la ronda de clasificación, en último lugar del grupo B. Jugaron seis partidos, de los cuales solo ganaron uno. Aunque solo recibieron seis goles y marcaron dos. Nada mal para un equipo que tiene nueve años de vida y que es “sostenido” por el país más pobre del mundo.

El llegar a un Mundial es un sueño lejano para una nación como Sudán del Sur y, sin embargo, sus jugadores siguen ilusionados con llegar a una liga en otro país para mejorar su calidad de vida. Mientras las tribunas se abarrotan una y otra vez, en busca de festejar cualquier cosa que pueda darles alegría y un poco de esperanza.