Hace 53 años se inauguraron los Juegos Olímpicos de México 68, aun perduran varias de las bellas sedes construidas para el evento

Este lunes se cumplen 53 años de la inauguración de los Juegos Olímpicos de México ’68, un evento que cambió la historia del deporte olímpico en nuestro país, pero también la fisonomía de la entonces creciente Ciudad de México.

De hecho, El proyecto arquitectónico para construir la infraestructura para las competencias olímpicas fue una parte crucial para la imagen de los Juegos. Por ello, el famoso arquitecto Pedro Ramírez Vázquez recibió el nombramiento de presidente del Comité Organizador y estuvo especialmente ocupado en la infraestructura.

Los documentos de la época refieren que el arquitecto propuso celebrar unos “Juegos Olímpicos baratos”. La consigna, que se adaptaran a la infraestructura existente en la Ciudad en los años 60 y que esta infraestructura fuera funcional. Esto lo logró perfectamente, con instalaciones que siguen en uso más de cinco décadas después.

Estadio Olímpico Universitario México 68
Estadio Olímpico Universitario

Además, el Comité diseñó la creación de un Programa Cultural para entusiasmar a todo el país y pudieran participar en la realización de los Juegos. Para ello, se basaron en el modelo desarrollado por Italia para los Juegos de Roma 1960.

Las sedes de México 68

Pese a que la prioridad fue el uso de infraestructura ya existente, también se tuvieron que construir nuevas sedes. El costo estimado en 84 millones de dólares en gasto público, más 75 millones de inversión privada. Esto sin contar proyectos de comunicación como autopistas o la construcción de la primera Línea del Metro, que se terminó hasta el año siguiente. Las obras de construcción iniciaron hasta finales de 1966 e inicios de 1967.

Este retraso, comenzó con especulaciones internacionales sobre un posible cambio de sede.  Finalmente, el Comité Olímpico Internacional (COI) mantuvo su apoyo a la Ciudad de México y se autorizó la construcción de siete inmuebles: la Pista Olímpica de Remo y Canotaje (Virgilio Uribe) en Cuemanco.

Así como el Polígono Olímpico de Tiro, la Sala de Armas, el Palacio de los Deportes, el Velódromo Olímpico Agustín Melgar en la zona de la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca y la Alberca Olímpica Francisco Márquez y el Gimnasio Olímpico Juan de la Barrera en Río Churubusco y el Eje Central.

Los primeros tres fueron proyectos a cargo de la entonces Secretaría de Obras Públicas. El resto por arquitectos independientes, todos ellos mexicanos, a excepción de la pista del Velódromo olímpico.

​Black Lives Matter, México ’68 y otras protestas deportivas antirracismo

Todas las sedes estuvieron listas en un lapso de 521 días y la Villa Olímpica, cerca de Perisur, se construyó en 455 días. También se acondicionó la infraestructura complementaria: Campo Marte, el Estadio Azteca, el Auditorio Nacional y el Estadio Olímpico Universitario, terminado en 1952, se convirtió en el inmueble emblemático de los Juegos.

El decorado de la Ciudad

En cuanto a infraestructura urbana se ampliaron: Anillo Periférico, Viaducto Tlalpan y la Avenida Pedregal. Destaca la ampliación de la Avenida de los Insurgentes Sur, se adecuaron diferentes plazas, como el Palacio de Bellas Artes, la Basílica de Guadalupe o el Zócalo.

Se colocó decoración en el Zócalo capitalino, con el logotipo de los Juegos y la “Paloma de la paz”. Además, se instalaron esculturas provisionales a un costado de los edificios donde hubo pruebas, señalando la disciplina que se realizaba.

También se decoró todo el perímetro del Estadio Olímpico Universitario con el decorado de grecas huicholes que se utilizó para el diseño del logotipo y los íconos de las diferentes disciplinas

Incluso se prohibió la presencia de vendedores ambulantes en la Ciudad. En la parte cultural, se grabó una serie de comerciales con grandes personajes del cine mexicano como Cantinflas o Dolores del Río para promover los juegos.

De México 68 a Tokio 2020: el costo de organizar Juegos Olímpicos aumentó 20 veces

Finalmente, se edificó la Ruta de la Amistad, una colección de esculturas urbanas realizadas por arquitectos de todo el mundo, que se colocó en el Anillo Periférico, desde Cuemanco hasta Perisur.

Fuera de la Ciudad de México, se utilizaron los estadios: Cuauhtémoc de Puebla y Jalisco de Guadalajara para el torneo de futbol, el Country Club de Guadalajara para el tenis y el Club de Yates de Acapulco para la competencia de vela.