Hace poco más de una década, Grupo Pachuca tomó un León hundido en el ascenso para convertirlo en uno que ha jugado cinco finales en 8 años
“León se está yendo alegremente al ataque”, advertía el comentarista de TV Azteca, David Medrano. Pasaban las 17:00 horas del domingo 21 de abril de 2002 y el periodista, desde la cancha del Camp Nou de León señalaba con preocupación que La Fiera estaba mal parada en la defensa y no podía darse el lujo de perder aquel partido ante Puebla. Al minuto 64, la ventaja para el local era de 2-0.
Era la jornada 18 del Verano 2002 y a falta de dos jornadas, el León estaba obligado a ganar sus últimos dos partidos. De repente, todo se desvaneció. El Puebla descontó casi de inmediato y para el 84’, ya lo ganaban 2-3. No era necesario que León jugara su último partido, estaban descendidos. Aun así, pudieron jugar una promoción por la permanencia ante el Veracruz, pero volvieron a perder, con un 3-1 global.
Un año antes, León se había salvado de manera dramática, luego de torneos y torneos de mediocridad. Pero faltaba lo peor, una vez en la quema, el León, uno de los históricos del futbol mexicano pasaría una década intentando volver a la máxima categoría.
Una década de pesadilla
En aquella época, León vivió de todo todo: perdieron tres finales de ascenso (Irapuato 2003, Dorados 2004 e Indios 2008), cayeron en otras tres finales por el derecho al ascenso (Clausura 2005, Clausura 2007 y Bicentenario 2010).
El propietario del equipo en aquel tiempo, Roberto Zermeño, comenzó a tener problemas con la autoridad y, ante la presión de la afición de la ciudad por su pésima gestión, decidió vender al empresario argentino, Carlos Ahumada. Esta nueva administración se presentó con un gran plan para volver inmediatamente. Armaron un equipo poderoso, sus partidos se transmitían en televisión nacional y dominaron en su primer torneo.
León disputó su primera final de ascenso ante Irapuato en 2003. La Fiera perdió la ida 2-1 y antes de la vuelta un grupo de aficionados leoneses “secuestró” el estadio Sergio León Chavez, presuntamente para presionar a la directiva fresera de vender la franquicia, en caso de ganar la eliminatoria. Al final, Irapuato recuperó su estadio y amplió la ventaja 3-1 para lograr el ascenso.
Unos días después, Ahumada Kurtz fue encarcelado por una investigación en su contra por corrupción con funcionarios del gobierno de la Ciudad de México, luego que surgió un video donde entregaba fajos de dinero al político René Bejarano, hombre cercano al entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López.
El inevitable Ángel Mena
El equipo fue administrado por la Procuraduría General de la República (PGR) hasta que un juez despojó a Ahumada de la propiedad del club. Cuando esto ocurrió, la franquicia estuvo bajo la dirección del empresario editorial local, Adolfo García Reza. En 2006, hubo un nuevo cambio de dueño, ahora con Grupo Pegaso, pero tampoco hubo resultados. El equipo seguía sin poder ganar en la instancia definitiva.
En 2008, surgió una nueva disputa legal por parte de Ahumada, quien desde la cárcel aseguraba que había sido despojado de su propiedad. El caso llegó al extremo de que un juez determinó que efectivamente el empresario argentino seguiría siendo el propietario, pero que el equipo seguiría siendo administrado por Pegaso.
Finalmente, en 2011 la empresa BH Capital que administraba al equipo aceptó vender a Grupo Pachuca, que buscaba expandir su éxito a un segundo equipo en México. La intención era devolver a La Fiera al Máximo circuito y que recuperara la grandeza que tuvo en los años 40 y 50, como una de las plazas más importantes en el futbol mexicano.
El movimiento, una década después, se convirtió en la mejor gestión que ha tenido el equipo en sus 78 años de existencia.
La reconstrucción y el ascenso
En su primer año de gestión, la nueva directiva reforzó la plantilla para volver a competir por el ascenso. Para ello, enviaron a varios jugadores que no tenían cabida en el Pachuca. Entre ellos, Luis Montes y Carlos Peña, quienes fueron fundamentales para forjar la nueva época del equipo.
Al banco llevaron a Milton Queiroz, “Tita”. Sin embargo, se quedaron en la Liguilla en su primer torneo. El técnico brasileño tuvo problemas personales con el director deportivo, Francisco Gabriel y ambos salieron del equipo.
Como interino, la directiva intentó llevar al uruguayo Gustavo Matosas, pero por reglamento no podía estar presente con el equipo, pues había dirigido al Querétaro en ese mismo torneo. Matosas se pudo hacer cargo hasta el Clausura 2012 y con él llevó a nuevos refuerzos que apuntalaron al equipo para una posible vuelta al ascenso: José Juan Vázquez y los colombianos Eisner Loboa o Hernán Burbano.
Los cuatro mantras de Diego Cocca
Aquel equipo arrasó en el torneo regular con 10 triunfos y cuatro empates. Venció a Correcaminos y Lobos BUAP y se coronó en el Clausura 2012, para ganar el derecho a una nueva final por ascenso, donde enfrentarían otra vez a Correcaminos.
En la ida, parecía que la historia se repetiría. León fue ampliamente superado, pero al final del partido, un atajadón del portero Melitón Hernández y un gol de último minuto de Nacho González le dieron esperanza al equipo para la vuelta. El siguiente partido fue todo del León, con un contundente 5-0 para ganar por fin el derecho a volver. La fiesta en la ciudad fue como si el equipo hubiera ganado un título de Liga.
La época dorada del León
En su primer torneo de vuelta en la Liga MX, el equipo tenía como objetivo pelear por la permanencia pero quedó en tercer lugar general y sorprendieron en la Liguilla, llegando hasta semifinales, donde fueron eliminados por Xolos, a la postre campeón del torneo.
Un año después, en el Apertura 2013, el equipo de nuevo terminó en tercero general, pero esta vez llegó a la Final y derrotó contundentemente al América con global de 5-1, que buscaba el bicampeonato e incluso ya tenía listo su autobús rotulado con esta distinción que nunca llegó.
Además de su sexto título, en el Clausura 2014 León disputó su primera Copa Libertadores, donde tuvo un resultado agridulce: vencieron al Flamengo en el estadio Maracaná en fase de grupos. Pero en la segunda ronda del torneo, fueron eliminados sorpresivamente por el Bolívar de Bolivia.
Atlas vs León: la data nos da pistas de quién será el campeón
El equipo de Matosas llegó de casualidad a la Liguilla, pues necesitaba una combinación de cinco resultados para colarse como octavo invitado y sucedió. Jugando todas sus series como visitante, disputó la Final ante Pachuca y perdió la ida 3-2. En la vuelta, el equipo comenzó a mejorar y en el segundo tiempo, encontró el gol del empate global, con un cabezazo del argentino Mauro Boselli.
El partido se fue al alargue y en el minuto 111, un cabezazo de Nacho González les dio el bicampeonato, algo que el América no pudo lograr. León es el segundo equipo que logra ganar dos títulos consecutivos en torneos cortos, junto con los Pumas del 2004-2005.
En el Clausura 2019, de la mano de Ignacio Ambriz, León regresaron a la Final, pero perdieron con global de 1-0 ante Tigres, de manera decepcionante. Era su tercera final bajo la gestión de Grupo Pachuca. Hace un año, el equipo de Ambriz, que retomó muchos elementos del estilo de juego de Matosas, dominó nuevamente el torneo y como líder general, venció en la Final a Pumas, con global de 3-1. Era su octava estrella.
Un histórico que desea convertirse en “grande”
Este fin de semana León juega su quinta final en 18 torneos tras su regreso a Primera, ahora ante Atlas. En caso de ganar, el equipo se mantendrá como el cuarto máximo ganador de títulos en el futbol mexicano, pero además se mete en la pelea por los tres máximos ganadores:
- América 13 títulos
- Chivas 11 títulos
- Toluca 10 títulos
- Cruz Azul 9 títulos
- León 8 títulos*
Es decir, en 9.5 años en Liga MX bajo la administración de Grupo Pachuca el equipo está cerca de igualar los logros que tuvo el club entre mediados de los años 40 y 50, cuando conquistaron cuatro Ligas, dos Copas y tres Campeón de Campeones, para ser considerado el primer Campeonísimo del futbol mexicano.
En esta gestión, el equipo ya tiene tres Ligas, una Liga en Ascenso y un título de ascenso, así como su primer torneo internacional: el Leagues Cup, que consiguió hace unas semanas.
Pero no solo eso, León ya es un equipo consolidado en la Liga MX, no tiene problemas de descenso, ni económicos, el estadio está lleno prácticamente cada semana, es protagonista de la Liga consistentemente, defiende un estilo de juego ofensivo muy atractivo y además mejora su infraestructura, al nivel de los mejores equipos del país.
De hecho, este jueves, previo a la final de ida, inaugurará su casa club “La Esmeralda”, algo que un equipo con 78 años de historia, no tenía. Ahora, el Club León tendrá instalaciones completas para entrenar: gimnasio, alberca, canchas de pasto sintético y natural y alojamiento para divisiones menores, salas de estudio, etcétera.
Atlas buscará romper su sequía de 70 años de nuevo ante León
También la directiva construye un nuevo estadio, aunque el proyecto se retrasó por la pandemia. La idea es concretarlo como el 2022, como un complejo que no solo servirá para ver los partidos de futbol. Contará con una zona de palcos de lujo y otras instalaciones con amenidades para los aficionados, como un centro comercial y un foro para eventos masivos. Se busca que sea uno de los estadios nuevos más importantes del país, junto con el Azteca de la Ciudad de México, el Akron de Guadalajara y el BBVA de Monterrey.
Este es el presente del León, un equipo que hace dos décadas estaba en desgracia y hoy pelea por el reconocimiento como uno de los más importantes del futbol mexicano.