Palmeiras obtuvo el título de la Copa Libertadores con un partido muy atípico a lo que nos tienen acostumbrados en Sudamérica. Una acción de último minuto cambió el partido por completo y el título se queda con el Verdao.
Muy poco qué rescatar en las acciones del encuentro, ya que no hubo tiros a gol hasta la recta final del encuentro. Por si fuera poco, el encuentro estuvo muy cortado por las más de 30 faltas que se marcaron a lo largo de los más de 100 minutos de juego.
Las ocasiones más claras las tuvo Santos con un par de disparos a las manos de Weverton y un impacto que pasó muy cerca del poste. Lo extraño llegó con el agregado pues fueron ocho minutos extras antes de la prórroga que muchos esperaban.
El momento del partido fue un altercado entre Cuca, el técnico de Santos y Marcos Rocha. El técnico quiso pasar el balón para un saque de banda a favor del Palmeiras pero la intensidad del futbolista terminó por rebasarlo y empujó al estratega.
Los manotazos no tardaron en aparecer y el árbitro tomó la decisión de expulsar al técnico de Santos y amonestar al lateral del Verdao. Cuca se llevó los reflectores al tomar la decisión de saltarse a la grada con los pocos asistentes que había en el Maracaná.
Desafortunadamente el protagonismo le duró unos instantes, pues en la jugada de reanudación del encuentro, Palmeiras encontró las redes. Un impresionante centro de Roni terminó siendo rematado por Breno Henrique, cruzado y fuera del alcance del arquero rival al minuto 99.
La euforia se desató en el estadio y Santos lo intentó en los últimos instantes pero no fue suficiente. El encuentro se extendió más de 100 minutos y el silbatazo declaró ganador al equipo local administrativo.
Es apenas el segundo título de Copa Libertadores del club verdiblanco y lo obtuvo de la mano de Abel Ferreira.