México nunca ha sido potencia en el futbol olímpico, de hecho, salvo el oro de 2012 solo una vez tuvo opción de medalla y la perdió ante Japón
Los Juegos Olímpicos de México ’68 son, hasta el momento, la justa en la que la Delegación Mexicana ha tenido la mayor cosecha de medallas olímpicas con nueve preseas: tres oros, tres platas y tres bronces. Pero la cosecha pudo ser mayor. En el futbol varonil el Tri llegó hasta las semifinales y tenía todo a su favor para meterse a la pelea por las medallas.
Sin embargo, en esta ronda cayó ante Bulgaria en el Estadio Jalisco, quedando fuera de la disputa por el oro e inmediatamente después, perdió sorpresivamente ante Japón en el Estadio Azteca, en el partido por el tercer lugar. Tuvieron que pasar 44 años para que México subiera al podio olímpico en su deporte más popular y lo hizo con una campanada, ganando el oro a Brasil en Londres 2012.
El futbol olímpico en México ‘68
De acuerdo con la carta olímpica, en aquella época los participantes tenían que ser jugadores amateur o, en este caso, un equipo “juvenil”, varios de los jugadores tenían más de 23 años, pero que no habían debutado en Primera División. El equipo nacional que se preparaba también para ser sede del Mundial de 1970.
Como preparación, el entrenador de la mayor, Ignacio Trelles, formó un grupo robusto que se dividió en dos partes: la Selección Mayor para hacer una gira de preparación por Sudamérica y el equipo olímpico que sería dirigido interinamente por Raúl Cárdenas y Javier de la Torre.
En aquel equipo destacaban: Héctor Sanabria de Pumas, Juan Manuel Alejándrez, Fernando Bustos Montoya, Héctor Pulido y Cesáreo Victorino, todos ellos de la generación dorada de Cruz Azul; Vicente Pereda del Toluca, Luis Regueiro del Necaxa, así como Bernardo “Manolete” Hernández y Juan Ignacio Basaguren del Atlante y Luis “Chino” Estrada de León. Ya en competencia, el equipo fue comandado por el propio Trelles.
En fase de grupos, México jugó sus tres partidos en el Azteca. primero venció a Colombia por la mínima, con gol del “Chino” Estrada. Luego cayó por goleada ante Francia 4-1, Cesáreo Victorino marcó el gol mexicano y en su último partido goleó 4-0 a Guinea, con dobletes de Pereda y Pulido.
El Tri avanzó como segundo de grupo y perdió la localía del Azteca. Por ello, tuvo que jugar los Cuartos de Final contra España en el estadio Cuauhtémoc y se impuso 2-0, con goles de Albino Morales y Vicente Pereda.
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Entonces se metió a la antesala de las medallas para enfrentar a Bulgaria en el Estadio Jalisco pero cayó 2-3. Los europeos ganaban 2-0 a los 10 minutos del partido, aunque México logró el empate, con goles de Morales y Pulido al 48. 10 minutos después, cayó el gol del triunfo para los búlgaros.
En la otra llave, Hungría goleó a Japón 5-0 en el Azteca. México se había perdido la pelea por el oro, pero saldría favorito para jugar por el bronce. El partido por el bronce se disputó el 24 de octubre en el Estadio Azteca y el resultado fue un sorpresivo 2-0, para que México terminara fuera de las medallas, aunque con un histórico cuarto lugar olímpico.
México en el futbol olímpico
Este cuarto lugar de 1968 fue, durante todo el siglo pasado, el mejor resultado de El Tri en el futbol olímpico. De hecho, el equipo nacional ha pasado con más pena que gloria, en un deporte que debería tener mucho mejores resultados, de acuerdo con la cantidad de población que lo practica desde hace 80 años y el nivel de su liga profesional.
En la historia del futbol olímpico mexicano, aparece por ahí un quinto lugar en Munich ’72 y un séptimo en Atlanta ’96. De hecho, solo el equipo de Londres 2012 consiguió volver a meterse a la ronda de medallas y se convirtió en la gran sorpresa del torneo, con solo un empate en el partido inicial y cinco victorias, incluido el triunfo histórico ante Brasil de Neymar y Hulk 2-1.
Pero en el histórico del futbol olímpico México brilla por su ausencia. El futbol ingresó al programa olímpico en 1908, pero México debutó hasta 1928, es decir, cinco ediciones después y quedó en lugar 14. Cuatro años después, no hubo futbol y en 1936 no participó.
El Tri regresó a la competencia olímpica en Londres 1948 y quedó fuera en primera fase. Se perdió las siguientes tres ediciones (1952, 1956 y 1960). En 1964 volvió a quedar eliminado en primera fase. Después vinieron los juegos del 68 y en 1972 quedaron quintos, aunque perdieron tres de los seis partidos que disputaron. Para Montreal ’76 quedaron eliminados en primera ronda con un empate y dos derrotas.
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Los siguientes tres juegos, tampoco hubo participación mexicana. En Moscú y Los Ángeles no calificó y en Seúl ’88 fueron descalificados por el escándalo de los “cachirules”.
En Barcelona ’92 quedaron eliminados en primera fase con tres empates. Cuatro años después quedaron en séptimo lugar con una victoria, dos empates y una derrota en Cuartos de Final. Hacia este siglo, en Sídney no calificaron, en Atenas nuevamente quedaron eliminados en primera ronda con una victoria, un empate y una derrota.
En Beijing 2008 el equipo quedó eliminado de una manera catastrófica en el preolímpico, en un partido ante Haití. Luego vino la campanada de Londres y en Río 2016, jugando como campeón defensor, México terminó eliminado en la primera ronda con una victoria, un empate y una derrota.
Es decir, de 26 torneos olímpicos que se han disputado en la historia, México ha participado en 12 ocasiones (46%). De ellas, quedó fuera en fase de grupos en siete ocasiones, dos ocasiones terminó en la segunda ronda, una más llegó a las semifinales y un título.
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Hasta el partido de este jueves en su debut en Tokio 2020, en 41 partidos jugados, México tiene 14 victorias, 12 empates y 15 derrotas, con 58 goles a favor y 64 en contra.
México históricamente no ha sido potencia en el futbol olímpico. Sin embargo, cuando califica la prensa y la afición crean altas expectativas por un buen resultado, el cual solo ha llegado en una sola vez.
Esto no implica que El Tri tenga otro resultado destacado en la presente edición, con una contundente victoria ante Francia, actual campeón del mundo a nivel mayor.
