Con el inicio de la agencia libre de la NFL analizamos cómo es fundamental tener un quarterback de nivel para realmente aspirar al Super Bowl
La tarde de este miércoles inicia oficialmente el periodo de agencia libre en la NFL, de cara a la temporada 2022. Básicamente serán unos días intensos, donde los principales acuerdos de cada equipo ya están concretados y solo falta colocarles una firma. Aunque probablemente surja alguna sorpresa, con los días, la información se irá diluyendo a acuerdos cada vez menos relevantes.
De entre todos estos movimientos que se dan entre franquicias y al interior de cada equipo, los más esperados, pero también los más importantes, son los de quarterback, pues aunque parezca un dato exagerado, en realidad, elegir al indicado en esta posición, puede ser la diferencia entre tener un equipo del montón o aspirar al Super Bowl, así de sencillo.
Ejemplos hay muchos: los Patriots de Bill Bellichick eran un equipo que básicamente estaban armados alrededor de Tom Brady.
De hecho, la gerencia solo tenía que rodearlo de cierto talento en posiciones clave como la línea ofensiva y un receptor confiable (sin necesidad de que fuera estelar) y ahí estuvieron peleando cada año, en 17 de 19 temporadas, ganando seis Super Bowls, entre 2001 y 2019.
Y de nuevo ocurrió con Tom Brady cuando llegó a Tampa Bay, para convertir a un equipo que tenía 12 años sin calificar a playoffs en campeón al año siguiente.
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Pasa con los Packers de Aaron Rodgers, que cada vez lucen como un equipo más débil, pero el hecho de tener al quarterback más talentoso de la Liga los coloca como uno de los candidatos al Super Bowl, cada año, aun cuando el equipo tiene un grave problema de tope salarial para armar al resto de la plantilla con más de 40 millones de dólares, luego de firmar a Rodgers.
Ocurrió con los Broncos de Denver de Payton Manning, quien pese a estar en la recta final de su carrera, sustituyó a un nada confiable Tim Tebow y llevó a los Broncos a cuatro temporadas consecutivas de playoff entre 2011 y 2015, coronándose con el Super Bowl L. El equipo estaba soportado por una gran defensa, pero le hacía falta la pieza clave.
Justo lo que ocurrirá con la llegada de Russell Wilson, quien busca regresar a los Broncos a los playoffs pues no califican desde el retiro de Manning.
Y sucedió con los campeones Rams de Los Angeles, que solo movieron la pieza que les faltaba para llegar al siguiente nivel. Para 2021 intercambiaron a su titular hasta 2020, Jared Goff, por Matthew Staford, quien en el papel era mejor pasador, pero estaba en un equipo perdedor como los Lions. El resultado fue: Lions empeoraron de 5-11 en 2020 a 3-13-1 en 2021 y los Rams mejoraron de 10-6 a 12-5, ganando el Super Bowl.
Incluso pasó con los Ravens de Trent Dilfer en el 2001 o los Buccaneers de Brad Johnson en 2002, que tenían defensivas dominantes y un quarterback cumplidor, que solo administraba el juego, pero no cometía errores.
Equipos que pierden las esperanzas
Al otro lado de la moneda, hay equipos que perdieron a su principal activo y de inmediato son descartados porque les falta la pieza más importante. Por ejemplo, los Steelers perdieron a Ben Roethlisberger, quien los hizo competir durante 18 años de carrera, llevándolos a 12 ocasiones a playoffs. Con su retiro, dejó un vacío que el equipo no pudo llenar ni medianamente.
Por el momento, la titularidad la pelearán Mason Rudolph, quien nunca mostró gran cosa en el campo y, para hacerle competencia, desde la agencia libre todo indica que llegará Mitchell Trubisky, quien fue una alta selección colegial en el 2018 para los Bears y, luego de un fracaso estrepitoso, pasó un año en Buffalo como reserva de Josh Allen.
Otro ejemplo es el de los Seahawks, un equipo que después de dos apariciones consecutivas en el Super Bowl (XLVIIII y XLIX) poco a poco se fue debilitando y se hizo completamente dependiente del talento de Russell Wilson y aunque el pasador los hizo competitivos durante varios años más, el sentirse tan solo terminó por fastidiarlo hasta que orilló a un canje que lo llevó a Denver.
EL PAGO POR EL BALÓN DEL “ÚLTIMO” TD DE TOM BRADY, HASTA SU REGRESO
Los Broncos se catapultan, pues de tener un equipo “competitivo”, con dos o tres movimientos en las posiciones correctas, podrán pelear por el liderato de su División con tres equipos que los superaban por tener cubierta la posición de quarterback titular: Patrick Mahomes con los Chiefs, Justin Herbert con los Chargers y, en menor medida, Derek Carr con los Raiders.
Denver se quedó atrás porque contaba con Drew Lock, una gran decepción desde el Draft y Teddy Bridgewater, quien ha demostrado que es un suplente confiable, pero nada más. Volviendo a Seattle, hasta el año pasado tenían ciertas aspiraciones con Wilson; hoy son considerados un equipo en reconstrucción, con Drew Lock como el posible titular.
No siempre es el quarterback
Ahora bien, tener un quarterback franquicia no es garantía para aspirar al título. El futbol americano no deja de ser un deporte de equipo y debe haber cierto talento alrededor de un gran quarterback para ponerlo a competir. De lo contrario, el fracaso será grande.
Así ocurrió con los Dolphins de Dan Marino que, pese a tener al mejor pasador de su generación estadísticamente hablando, nunca tuvo un equipo suficientemente competitivo y en casi dos décadas solo pudieron jugar el Super Bowl XIX y, el último partido de playoffs en la ilustre carrera de Marino, fue una sonada paliza 62-7 ante los Jaguars en enero del 2000.
Peor aún, desde el retiro de Marino, Miami ha sido un equipo sistemáticamente perdedor, porque el equipo no ha podido encontrar un quarterback franquicia en 22 temporadas, donde solo ha llegado a playoffs en cuatro ocasiones y solo una avanzó a la ronda Divisional.
Los momios y los pasadores elite
El mismo día del Super Bowl, el 13 de febrero, las casas de apuesta en Las Vegas comenzaron a especular qué equipos serían los protagonistas de la Liga en 2023 y estaban encabezados por dos grandes equipos…. Y dos grandes pasadores, es decir, se cumple la fórmula para llegar lejos.
De acuerdo con el portal The Sporting News, los favoritos para coronarse eran los Chiefs, con un momio de +700, seguidos de cerca por los Bills con +750, los campeones Rams eran terceros con +1000, los 49ers de San Francisco eran cuartos con +1400 (aunque tienen incertidumbre en cuanto a su quarterback titular para 2022) mismo pronóstico para los subcampeones Bengals.
De hecho, Cincinnati es otra vez un gran ejemplo de que, al conseguir un gran quarterback, como Joe Burrow, es más fácil construir un equipo a su alrededor para competir.
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En seis años con Carson Palmer bajo los controles, el equipo solo llegó a playoffs en dos ocasiones (2005 y 2009), mientras que con Andy Dalton en nueve temporadas, el equipo llegó a la siguiente ronda en cinco (de 2011 a 2015) y en todos estos años, siempre perdió en la ronda de comodín.
El equipo despidió al coach Marvin Lewis en 2019, en 2020 llegó Burrow y en 2021 el equipo llegó al Super Bowl por primera vez en 33 años.
El sexto favorito fueron los Packers con +1500 y le seguían los Cowboys con +1600. Los Broncos, se convirtieron en el octavo favorito con un momio de +2200. Mientras que los Steelers descendieron hasta el sitio 21, con un momio de +6000.
Esto, porque nunca compitieron para ser una opción seria para los grandes pasadores disponibles. Ahora, lucen emparejados con otros equipos en problemas como Falcons y Commanders, ¿Seahawks?, empezaron en el sitio 18, en espera de un milagro para retener a Wilson.
Los momios con los quarterbacks asegurados
El caso de los Bucs fue toda una montaña rusa. El 1 de febrero, cuando Brady anunció su retiro, los Buccaneers llegó a ser hasta el octavo favorito con momio de +1800. Con los cambios de Russell Wilson y Carson Wentz a Washington, así como la firma de Aaron Rodgers, aumentó el momio a +2200.
Pero el domingo, con el regreso de Brady, escalaron para convertirse, de nuevo en favoritos al título, con un mejor pronóstico que el de los campeones Rams, de acuerdo con el sitio DraftKings.
Ahora, los favoritos siguen siendo Buffalo y Kansas City con +750, seguidos por Green Bay y Tampa Bay con +1000.
Si bien, no todo está escrito y seguramente habrá sorpresas en el siguiente año, las tendencias son claras y las fórmulas ya están establecidas: si aspiras a un título, un quarterback franquicia es el principal requisito y en la liga no ha 32 disponibles. Ahí es donde entra el talento de las gerencias para intentar competir.
Aun es muy pronto para saber qué tendencia tendrá la temporada 2022 de la NFL.
