Riot Games vuelve a estar en el punto de mira, según ha publicado Daily Esports, la compañía se encuentra en plena investigación sobre una demanda de discriminación de género y por acoso sexual hacia una antigua trabajadora. El demandado es el Director Ejecutivo de la compañía, Nicolo Laurent y esta acusación se puso sobre la mesa de manera legal el pasado mes de enero de 2021.
Sharon O’Donnell demanda acoso y abusos por parte del CEO
La demandante es Sharon O’Donnell, ex Asistente Ejecutiva para Riot Games, O’Donnell fue despedida en julio de 2020 y, según ha afirmado el medio, está demanda es por pérdidas en sus salarios, gastos médicos y otros tipos de daños, incluyendo acoso, relacionados con el que hasta hace unos meses era su empleo. No sólo eso, sino que O’Donnell alega que su despido fue injustificado y que el propio Laurent se dedicaba a gritarla y humillarla en su puesto de trabajo.
Otra de las alegaciones por parte de la antigua Asistente Ejecutiva de Riot Games trata con el acoso a las mujeres dentro de la compañía. Según O’Donnell, Laurent llegó a decir a las empleadas durante la pandemia que el mejor método para evitar el estrés era ‘tener niños’. Incluso llega a admitir que el Director Ejecutivo le hizo insinuaciones sexuales y le pidió que viajara con él fuera del trabajo. Sobre esto, O’Donnell comenta que, en el momento en que rechazó la oferta, Laurent comenzó a gritarla y revocó sus deberes laborales.
Tal es así que la propia Sharon cree que su despido tiene algo que ver con este caso. Según comenta, la compañía la despidió poco tiempo después de que se quejara al departamento de Recursos Humanos de Riot Games sobre el comportamiento. A todo esto suma otro tipo de acusaciones. Entre ellas se encuentra trabajar más horas de las que debía por las cuales no recibió ningún beneficio. Esto es algo que se encuentra redactado en el código laboral de California, por lo que sería un incumplimiento de la ley.
Esta investigación comenzó el pasado mes de diciembre de 2020. En ellos, buscarán todos los datos necesarios para corroborar todas las acusaciones que O’Donnell ha plasmado en la denuncia.