Serena Williams ha enfrentado una difícil lucha contra el machismo, no solo en el tenis. Acaba de sufrir un penoso incidente en la F1
Una de las mejores tenistas de la historia, la estadounidense Serena Williams, acudió como invitada de honor de la escudería Aston Martin al GP Mónaco, celebrado el domingo anterior. Al final de la prueba, recibió el honor de ondear la bandera a cuadros.
Todo iba bien hasta que en la transmisión de la cadena RTBF de Bélgica, el ex piloto y comentarista Marc Duez dijo: “Serena Williams va a sacudir algo diferente a lo que está acostumbrada” y agregó: “podemos ver claramente que no es una animadora”, en referencia a que tenía experiencia en la manera de mover su mano para manipular un miembro.
Por estos comentarios, el comentarista fue suspendido este miércoles por la cadena y tuvo que disculparse públicamente.
Pero esta no es la única ocasión en que la tenista ha sido víctima de comentarios machistas en el seno del deporte. En el tenis, ha tenido grandes polémicas, veamos dos de ellas:
El escándalo del US Open 2018
El 11 de septiembre de 2018, Serena Williams, perdió en la final femenil del US Open, ante la japonesa Naomi Osaka en dos sets seguidos. El partido causó una enorme polémica pues la tenista estadounidense recibió tres castigos por parte del juez portugués, Carlos Ramos: por recibir instrucciones de su entrenador, por azotar la raqueta contra el suelo, y finalmente, por calificar como “ladrón” y “mentiroso” al juez.
Serena argumentó que el juez le había quitado un punto legítimo y que había tenido un comportamiento inadecuado con ella. Además, agregó que ningún tenista hombre había sido sancionado por una discusión similar. A cambio, Serena fue sancionada con un juego y al final se llevó la derrota de aquel partido, así como una multa de 17 mil dólares por su comportamiento en la cancha.
El hecho provocó una gran polémica, pues la tenista consideró que había acoso en su contra y de ahí, su reacción exacerbada. A cambio, Williams recibió todo el apoyo del gremio, aunque también fue criticada porque algunas voces consideraron que utilizó su papel como mujer para victimizarse y justificar su indisciplina en la cancha.
“Nunca, nunca estarás en otro partido mío mientras viva. Tú eres el mentiroso. ¿Cuándo me ofrecerás disculpa? ¡Dilo! Di que lo sientes. Entonces no me hables ¿Cómo te atreves a insinuar que estaba haciendo trampa? … Eres un ladrón, también”, le reclamó Williams a Ramos.
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De inmediato, el presidente ejecutivo de la WTA, Steve Simon, apoyó los reclamos de Serena en un comunicado emitido al día siguiente: “Creemos que no debe haber diferencias en los estándares de tolerancia provistos a las emociones expresadas por los hombres frente a las mujeres y estamos comprometidos en trabajar con+ el deporte para asegurar que todos los jugadores sean tratados igual. No creemos que esto se haya dado la pasada noche”.
Lo mismo hizo el serbio Novak Djokovic, quien argumentó que: “el juez de silla no tendría que haber empujado a Serena hasta el límite, especialmente en la final de un Grand Slam. Cambió el transcurso del partido lo que, en mi opinión, era quizás innecesario”.
“Si fuese un partido de hombres, esto no ocurriría así”, dijo Victoria Azarenka. Lo mismo opinó la extenista checo-estadounidense, Martina Navratilova, quien envió una carta al periódico The New York Times, donde asegura que existe un doble rasero para las tenistas, aunque aclaró que la reacción de Serena fue desproporcionada.
La lucha de Serena por el feminismo
Serena Williams es considerada la mejor tenista de todos los tiempos. Pero también siempre ha destacado por su defensa férrea contra el racismo, el machismo y la desigualdad en el tenis. Por ejemplo, durante 13 años no jugó el Master de Indian Wells debido que ella y su hermana Venus ambas recibieron ataques racistas por parte de los aficionados. Su participación era obligatoria, por lo que el no asistir les hizo merecedoras de una multa.
“Ha sido difícil para mí olvidar las horas que pasé llorando en el vestuario de Indian Wells después de ganar en 2001. Mientras conducía de vuelta a Los Ángeles, tenía la sensación como si hubiera perdido el partido más importante de mi vida”, recordó en aquella ocasión.
Tras el hecho en la final del US Open, Serena aseguró que “demasiadas veces”, la habían amonestado por ser mujer y que a los hombres “nunca les hubiera pasado esto”.
Además, este tipo de acontecimientos se dan en un deporte que, históricamente, se considera extremadamente patriarcal, con diferencias notorias entre cobertura mediática, patrocinios y la forma en que operan y se programan los partidos de la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) y de la WTA (Asociación de Tenistas Mujeres). Así como en la diferencia entre las bolsas a los ganadores y hasta el uso de atuendos deportivos, de acuerdo al sexo.
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Y, aunque la conducta de Serena destapó el debate por esta inequidad de sexos, también despertó otras críticas de feministas, quienes reiteran que este discurso no puede ser una justificación suficiente para infringir normas o faltarle al respeto a la autoridad, ni tampoco es un comodín para que las mujeres puedan hacer cualquier cosa.
“El feminismo no es un escudo en el que parar todos los golpes que nos da la vida, exige responsabilidad y un buen uso”, dijo sobre ese incidente María de los Ángeles Cabré, directora del Observatorio Cultural de Género de España y reiteró que la reacción de Serena resultó negativa.
“Que en el tenis hay discriminación salarial por género, de trato, de cobertura mediática y de atención institucional es un hecho. Pero eso no puede usarse para explicar todo lo que ocurre. Las mujeres empoderadas como Serena, deben ser honestas con ellas mismas y saber cuándo lo están haciendo bien y cuándo no”, opinó Loola Pérez, feminista, filósofa e integradora social española.
Esta fue la misma postura de Federación Internacional de Tenis (ITF), que regula a los jueces y defendió la actuación de Carlos Ramos: “Es uno de los árbitros más experimentados y respetados en el tenis. Sus decisiones estuvieron de acuerdo con las reglas pertinentes y fueron reafirmadas por la decisión del US Open de multar a Serena Williams por sus tres faltas”, consideró la ITF.
Meses antes, Serena Williams tuvo otro problema por su vestimenta en Roland Garros, donde mostró un extravagante diseño y tras él, el Comité Organizador del torneo informó que no permitiría indumentarias similares. Ante el aviso, la marca Nike que patrocina a Williams respondió: “Puedes quitarle al superhéroe su traje, pero nunca podrás quitarle sus superpoderes”.
El caso de Alize Cornet que reafirmó el sexismo en el tenis
En ese mismo US Open de 2018, pero en las rondas previas, el juez Christian Rask sancionó a la tenista francesa Alizé Cornet por quitarse la camiseta para voltearla en un descanso, pues se dio cuenta que la tenía colocada al revés. El hecho ocurrió en un partido donde había un intenso calor. En una pausa de 10 minutos entre el segundo y el tercer set, ante la sueca Johanna Larsson,
Al reiniciar el encuentro, el juez, le notificó que había cometido una falta al código: “No está bien, no puedes quitarte la camiseta así sin más. Simplemente no está bien, tengo que apercibirte”, le dijo. Mientras la francesa mostraba un gesto de incredulidad.
Sin embargo, la ATP y la WTA permiten este tipo de conductas y las tienen reglamentadas, por lo que además de las protestas en la cancha, sobrevinieron las críticas en redes sociales.
La WTA publicó un comunicado donde confirmó que: “Alize no hizo algo malo. Lamentamos que una advertencia por Violación al Código haya sido impuesta ayer a la señora Cornet. Hemos aclarado la política para garantizar que esto no suceda en el futuro. Afortunadamente, solo se evaluó una advertencia sin más sanciones o multa”.
Y agregó: “Las jugadoras, si lo desean, también pueden cambiarse de camiseta en un lugar más privado cerca de la cancha, cuando esté disponible. No se le impondrá un descanso en el baño en esta circunstancia.
“La WTA siempre ha sido y siempre será una pionera para las mujeres y el deporte femenino. Esta violación de código tuvo lugar bajo las normas del Grand Slam y nos complace ver que la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA) ha cambiado ahora esa política”.
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Un día después, Chris Widmaier, vocero de la Asociación de Tenis de EEUU, argumentó que se hizo una advertencia por “cambiarse la camisa en la línea de base, una conducta no profesional que no estipulaba alguna penalización o multa”, de acuerdo con las reglas que hay para las competencias de hombres o mujeres. Agregó que las mujeres pueden cambiar de camiseta, pero sentadas en su silla. “No queremos que las personas cambien su atuendo en el medio de la cancha”.
La WTA reiteró que la violación del código fue “injusta y no se basó en una regla de la WTA, pues no existe alguna regla contra un cambio de atuendo en la cancha y que esta sanción corresponde a las reglas de Grand Slam, por lo que la USTA debería cambiar esta política.
Al finalizar el encuentro, Cornet había perdido y le dijo al médico de la cancha que necesitaba vomitar y sintió dolor en la cabeza y en los huesos, por el intenso calor, condiciones que pasaron por alto por este incidente.
También se inconformó Judy Murray, madre de Andy Murray, quien aseguró: “Alize vuelve del vestuario después de 10 minutos debido al parón por el calor. Tenía la camiseta al revés. Se la cambia al fondo de la pista. Se lleva una sanción por ‘code violation’. Conducta antideportiva… Pero los hombres sí pueden cambiarse la camiseta sobre la pista”, denunció en su cuenta de Twitter.