Varios expertos señalan que muchas jugadoras de la Liga MX Femenil caen en censura no por una prohibición del club, sino por el miedo a decir algo que ponga en riesgo sus carreras

Con el pago promedio mensual de las futbolistas de la Liga MX Femenil se pueden comprar cuatro despensas con 15 productos de la canasta básica en la Central de Abastos de la CDMX y todavía ‘sobran’ (por decirlo de alguna manera) 702 pesos, cifra que les tiene que alcanzar para transportarse, pagar servicios como agua y bien les vendría no tener móvil o rentar departamento, porque entonces…

Con 4 mil pesos mensuales la mayoría de las jugadoras de la Liga MX Femenil están muy por debajo de los 11 mil pesos que se necesitan en promedio para vivir en la Ciudad de México con una familia de cuatro personas.  ¿No sería ya esto motivo suficiente para haber montado una ‘rebelión’? Al menos aquí en México, no.

– Hay jugadoras como tú que alzan la voz, pero ¿cuáles son las sensaciones dentro de un vestuario de la Liga MX Femenil ante las carencias?

Janelly Farias atiende la invitación a un room de Clubhouse y hay un pequeño silencio: “… algunas lo viven con ansiedad, con tensión, con angustia, con mucho estrés porque no llegan a final de mes”, responde.

Y hasta ahora sólo son algunas las jugadoras que han expresado su enfado, las injusticias de lo que tienen que pasar para ser futbolistas profesionales en México.

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Marion Reimers, co-fundadora, presidenta de México Versus y periodista de Fox Sports, dice que los dos problemas relevantes son el machismo y los prejuicios, pero también acepta que la “autocensura y la censura” forman parte del ecosistema del futbol femenil mexicano. “Por ejemplo dicen mucho la palabra ‘apoyo’, no debería ser un apoyo porque el futbol femenil debe ser tomado como parte del esquema de negocio, no es hacer un favor”.

Hace unos meses en una charla con Guillermo Zamarripa, fundador de The Marketing Jersey, comentaba que “la gran mayoría” de los proyectos de la Liga MX Femenil son vistos como ‘caridad’ o simples proyectos ‘sociales’, cuando en realidad deberían ser foco de inversión para el desarrollo y también beneficio de las  instituciones.

Pero el desarrollo está claro pues se ha visto -desde 2017 a la fecha- que no depende sólo de los directivos, hay que hablar sobre lo que ocurre, pero hablar muchas veces es lo más difícil.

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En Pumas, por ejemplo, la utilería o zapatos de futbol que no ocupan los equipos varoniles, se los dan a ellas. En otros clubes las mismas jugadoras son las que tienen que comprarse su propio equipo cuando -en teoría- el club debe ser el que debería de proveer los recursos necesarios, como parte de sus responsabilidades.

Otros les ‘piden’, ‘insinúan’, ‘recomiendan’ a las jugadoras no hablar de las condiciones laborales porque, argumentan, es parte de la información ‘confidencial y sensible’ en los contratos que tienen.

¿Y quién habla sobre todo esto?, ¿por qué parece como un acto ‘heroico’ decir lo que pasa cuando debe ser lo más normal en cualquier profesión que un ‘trabajador’ denuncie los abusos? Futbolistas que las callan y que muchísimas veces prefieren hacerlo por temor.

Nicole Paredes, fundadora y CEO de Player Doce, fue jugadora de Andrea ‘s Soccer en la Liga Mayor y allí fue donde conoció a varias de las jugadoras que ahora están en la liga. Comenzó con Casandra Cuevas y de ahí el ‘de boca en boca’ hizo que consolidara su agencia de representación, una de las pocas especializadas en la Liga MX Femenil. Ella sabe lo que las jugadoras necesitan y con esa fortaleza y conocimientos es como también busca beneficiar a sus clientas.

Marion Reimers
Marion Reimers
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“Claro que hay muchas cosas que se tienen que decir, algunas jugadoras como Janelly tiene una voz de liderazgo fuerte pero también hay que decir que en ocasiones hay contratos y como en cualquier trabajo hay cláusulas de confidencialidad, pero desde la agencia, por ejemplo, tratamos de apoyarlas, pelear sus derechos, negociar. Creo que la profesionalización del futbol femenil ayudará mucho a que la industria crezca” dice Nicole.

La libertad de expresión es el primer paso para que los cambios sucedan, dice Marion Reimers. “Es fundamental decir lo que pasa y no sólo eso, porque conseguir las cosas o los avances sólo es un primer paso. Hay que ser vigilantes, siempre”, sostiene y agrega:

“Y es que el deporte no es una probeta, lo que ocurre en la sociedad, lo que ocurre en el deporte está interconectado, todo… y la situación de la mujer por supuesto que también”, comenta la autora del libro de editorial Planeta: ¡Juega como niña!

Y si a esa respuesta tuviéramos que encontrarles datos, claro que los hay: según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) siete de cada 10 desempleados por la pandemia son mujeres y tras el torneo suspendido de la Liga MX Femenil por la COVID-19 entre 70 y 85 jugadoras perdieron su empleo y les dieron las gracias. Otro número para sustentar la frase: México es el país donde la mujer tiene menor participación en la región de acuerdo con un informe del Banco Mundial del 2019. Claro, ¿por qué en el deporte tendría que ser distinto?

¿Realmente se habla lo suficiente?, ¿realmente estamos a un tris de que los vestuarios de la Liga MX Femenil griten un ‘ya basta’ sonoro y fuerte ante las condiciones laborales que viven?…

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Ángel Palma, director de Total Match Agency, dice que muchas de las jugadoras deciden no hablar no por una prohibición del club, sino por el miedo que tienen de decir algo que ponga en riesgo su carrera.

“La evolución de la industria sí existe, pero realmente es muy lenta. Por ejemplo algunos equipos ni siquiera le dan a las jugadoras sus herramientas de trabajo y ellas tienen que comprar sus zapatos, o en otros como en Pumas lo que hacen es darles lo que el equipo varonil no usa”, comenta Ángel.

No es fácil hablar de censura y autocensura, porque siendo honestos, ¿quién aceptará que pide callar a los demás y quién acepta que calla por miedo?…

Marion Reimers, promotora del futbol femenil en México así como muchas académicas, periodistas y comentaristas, dice que hay que decirlo: “Es complicado hablar del tema, pero yo sí he percibido autocensura al momento de tocar temas incómodos, algunas han logrado romper con eso y han levantado la voz, otras no, eso es verdad”.

Casandra Cuevas con Nicole Paredes
Casandra Cuevas con Nicole Paredes

Nicole Paredes, CEO de Player Doce, reflexiona que la censura o autocensura está presente no sólo en el futbol, “es un tema cultural, por el machismo con el que todavía vivimos. Por ejemplo es increíble que cuando voy a negociar muchas marcas creen que ‘sexualizar’ a la mujer ‘vende’ y que es lo mejor, entonces es cuando decimos que no, que las cosas no pueden ser así”.

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Este sitio contactó con dos jugadoras que se quedaron sin equipo y ambas decidieron responder a una entrevista, bajo la promesa del anonimato, algunos de los ejemplos que se exponen en este reportaje son porque ellas nos los dieron. ¿Qué dijeron? una frase de cada una lo puede resumir:

– No podía vivir con lo que me daban, pero quiero regresar a jugar, la verdad es mi sueño–, dijo una.

– Pues uno no habla por miedo y porque quiere estar–, mencionó la otra.

En mayo del 2020, cuando los jugadores del Atlas del primer equipo recibieron sus bicicletas para ejercitarse en casa y mantener la forma en cuarentena, algunas futbolistas del club respondieron, vía Twitter o Facebook,  con frases como “¿las de nosotras, cuándo?” Luego se borraron los comentarios. Sea que el club censuró o que ellas decidieron bajarlo por autocensura. Es un grandísimo problema.

La censura y la autocensura, 2-0 en contra para el futbol femenil. ¿Habrá remontada?