El maratonista Germán Silva cruzará el país de Tijuana a Cancún, corriendo entre 107 y 100 jornadas de 50 kilómetros con Proyecto Pinole
Así es como Germán Silva, un destacado maratonista mexicano arranca este martes su “Proyecto Pinole”, un reto que busca cruzar corriendo México desde Tijuana hasta Cancún, durante 117 días, con recorridos de 50 kilómetros diarios y solo con 10 días de descanso a lo largo de la ruta. Toda una proeza.
El proyecto comenzó en la zona fronteriza de Tijuana, recorrerá 19 estados durante 107 o 110 etapas y priorizará el uso de caminos de terracería o rurales para terminar alrededor del 24 de febrero.
Como parte de su preparación, Silva realizó un campamento de altura en Xalatlaco, Estado de México, durante dos semanas, que terminaron este domingo y donde trabajó los siete días de la semana para desarrollar diferentes capacidades.
“Estuvimos en una altitud cercana a los 2,800 metros. Me gusta mucho venir aquí a prepararme desde la primera vez que gané el Maratón de Nueva York, en 1994. Es un lugar lleno de buena vibra, lleno de recorridos para correr. Te la puedes pasar corriendo todo el día sin aburrirte porque las condiciones son muy bonitas: fresco, lluvioso”, explicó en una transmisión en vivo para promover su proyecto desde su campamento en julio.
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Y agregó: “Si nos da todo como lo estamos planeando, tal vez no descanse. Esto depende de cómo se van dando las cosas, para eso estamos haciendo estos campamentos. Queremos correr por las venas de México: terracerías, caminos de a caballo, un poco de carretera, caminos que muy poca gente ha pasado corriendo”.
Sobre la fecha de arranque Germán Silva explica: “Elegí el 2 de noviembre porque ese día gané el Maratón de Nueva York, es el cumpleaños de mi madre y además es un día de folklor, de lo que es México y yo quiero enseñárselo al mundo”.
El recorrido
Luego de varios recorridos de scouting, el equipo de Germán Silva ha determinado gran parte de la ruta, para dividirla en las diferentes etapas. Saldrán de Tijuana para recorrer la carretera escénica a Ensenada, posteriormente se dirigirá a Valle de Guadalupe.
El trayecto continuará hasta Baja California Sur, pasando por lugares como el Área Natural Protegida de Valle de los Cirios, en Guerrero Negro, Baja California Sur. De allí cruzará hacia el Golfo de California donde cruzarán en ferri hacia Sonora. Cruzará el Valle del Yaqui y la Sierra Tarahumara. Posteriormente subirá la montaña a Bahuichiva, una de las estaciones del tren “El Chepe” y luego bajará a Urique.
Después irá a Guachochi y de ahí a los límites con Durango y Zacatecas, a través de la Ruta Huichol, hacia el oriente. Llegará a Real de Catorce y Matehuala en San Luis Potosí. De allí virará al sur, a la Sierra Gorda de Guanajuato, Querétaro e Hidalgo hasta el Pico de Orizaba, en Veracruz.
De acuerdo con Silva, el tramo entre Real de Catorce y el Pico de Orizaba tiene más de 30 mil metros en ascenso vertical acumulado, por la cantidad de montañas que hay. Por ello, tiene contemplado usar algunos días de descanso en este tramo en caso necesario.
En seguida, subirá a una parte del Pico de Orizaba y bajará hacia Córdoba por Fortín de las Flores. Luego correrá paralelo al Golfo de México hasta el estado de Tabasco y posteriormente hacia Ciudad del Carmen, Campeche.
En este punto se adentrará hacia la península de Yucatán por en medio de la selva hacia Valladolid y de ahí recorrer antiguos caminos maya hasta llegar a Quintana Roo.
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“Afortunadamente, Google y un reloj inteligente nos han permitido marcar toda la ruta por caminos de terracería, pero ahí la selva es tan densa que se pierden estos caminos. Hay una brecha maya que protege el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y va desde Chichen Itzá hasta Tulum, pasando por Valladolid y llega a Cancún. No lo he podido encontrar pero haremos otro recorrido para identificar los últimos 170 o 200 kilómetros hasta Cancún”, comentó en julio.
La preparación
Durante las dos semanas de campamento en Xalatlaco, Germán corrió entre 160-170 kilómetros a la semana. Tres días hizo entrenamientos a doble sesión, en caminos de terracería, con muchas pendientes, algunas de ellas donde solo se puede caminar, para conseguir un ritmo lento pero constante de entre cinco y seis minutos por kilómetro.
“El trabajo más importante es la recuperación. Por eso tenemos un fisioterapeuta, masajista para trabajar estiramientos y recuperación del músculo a nivel descarga y también a nivel celular con hielo. El objetivo de estos campamentos es prevenir, sobre todo. Y además, en campamento solo te enfocas en entrenar. Es un ciclo muy aburrido pero muy fructífero porque me recupero muy rápido”, refiere Germán.
Otros días hizo recorridos largos a muy lenta velocidad. También hace entrenamientos de 12 repeticiones a velocidad, con kilómetros en 3:30 o 3:40 minutos, en altura y el domingo una distancia larga que va de Xalatlaco, cerca de Santiago Tianguistenco, hasta Malinalco.
En cuanto a la alimentación, Germán prefiere comida regional: sopa de hongos silvestres, tlacoyos de haba, pan de leña, fruta de la región y sobre todo pinole, por su alto contenido energético. De hecho, el maratonista lo usa desde que era atleta de alto rendimiento.
Otra dificultad adicional, es que previo a esta etapa de preparación Germán contrajo Covid-19 y, aunque no desarrolló síntomas graves, la enfermedad sí afectó sus pulmones y le hizo perder unas cuatro semanas de entrenamiento.
Un hombre hecho para correr
Actualmente, Germán Silva tiene 53 años de edad. Ganó el Maratón de Nueva York en dos años consecutivos (1994 y 1995), con tiempos de 2:11:21 y 2:11:00, respectivamente.
En 1994 consiguió el segundo lugar en el Campeonato Mundial de Media Maratón en Oslo, Noruega, con un tiempo de 1:00:28, solo un segundo detrás del primer clasificado, el marroquí Khalid Skah. Además, compitió en dos Juegos Olímpicos, Barcelona ’92 y Atlanta ’96 donde quedó en sexto lugar en la prueba de maratón en ambas ocasiones.
Explica que en su infancia se inspiró cuando Raúl González y a Ernesto Canto ganaron medallas en marcha en los Olímpicos de 1984. “Al verlos me dije: eso es lo que yo quiero hacer. Ver la bandera de México en el podio y escuchar el Himno Nacional”.
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Pese a su edad, explica a VAR Deportivo que la preparación que está haciendo le permitirá mantenerse corriendo tales distancias, durante alrededor de tres meses, sin importar los cambios de altitud y climas, que irán desde la costa, desierto, bosque y selva.
“Además, al correr kilómetros lentos también evito la fatiga mental, porque olvido los tiempos y ritmos. También tenemos contemplado organizar algunos recorridos abiertos al público para que la gente local se pueda unir a los recorridos.
“En los próximos días vamos a hacer la presentación formal del recorrido para que la gente se pueda unir. Vamos a incluir la ruta, las fechas, las etapas y dónde se podrían sumar. Serán 10 carreras organizadas en el trayecto y un reto para la gente que participe en todas ellas, con medallas que formarán un rompecabezas de México. Hay muchas sorpresas y sobre todo poder convivir con la gente”, finaliza.