La NFL está estructurada para que, por sistema, los equipos compitan en igualdad de circunstancias, más que ninguna otra liga del mundo
En la Semana 9 de la NFL vimos grandes sorpresas en varios partidos. Los Broncos apalearon en su casa a los Cowboys, que llegaban como grandes favoritos y seis victorias en fila. El 30-16 final no refleja el dominio de Denver en el campo. A la misma hora los Jaguars, un equipo en eterna reconstrucción, venció al supuesto mejor equipo de la AFC, los Bills, 6-9. Es apenas la segunda victoria de Jacksonville en el año, en uno de los partidos donde menos se esperaba.
Tarde, los Titans, sin su principal activo, Derrick Henry, fueron a los Ángeles y le sacaron el partido a los Rams, otro de los favoritos de la NFC, 28-16.
Este fin de semana, los Dolphins contuvieron a la poderosa ofensiva terrestre de los Ravens y consiguieron su tercera victoria del año, con un sorpresivo 10-22. Los Lions, el único equipo que no ha ganado en la temporada, empató a 16 a los Steelers, quienes pese a no contar con Ben Roethlisberger, fueron incapaces de anotar más de un touchdown. Peor aún, Washington, con su segundo quarterback y sin su mejor hombre en la defensiva, le pegó al campeón Tampa Bay 19-29.
En Arizona, los Panthers trajeron de regreso a Cam Newton y aprovecharon ausencias importantes de los Cardinals, para aplastarlos 34-10. También los Vikings vencieron a domicilio a los Chargers 27-20, entre otros muchos resultados de este tipo.
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Estos resultados reflejan una de las características más importantes de la NFL: su búsqueda por la paridad entre sus 32 franquicias. Si bien, hay equipos que son muy buenos y otros muy malos, la frase hecha de que “cualquiera puede vencer a cualquiera”, es más cierta que en ninguna otra liga.
Es más, con un proyecto bien estructurado, un equipo perdedor puede convertirse en campeón en pocos años. Un buen ejemplo son los campeones Bucs, que tenían tres años seguidos con récord perdedora, incluyendo un 7-9 en 2019, para ganar el título con un 11-5 en temporada regular.
Las cifras de la paridad
Una de las grandes premisas que tiene la NFL es que reine la competencia entre sus equipos. Por eso, cada año siempre es una nueva oportunidad para llegar al Super Bowl, sin importar qué haya hecho el año anterior.
A partir de que se diseñó el modelo de playoffs con 12 equipos en 1990 y hasta 2019, cuando se amplió a 14 equipos, cada año, avanzan al menos cuatro franquicias que no hicieron playoffs en el año previo. Esto es, un 25% de los cupos.
Esto significa que la ventana de una buena generación de jugadores para ganar un campeonato es muy breve y si no lo aprovechan, es difícil que puedan mantenerse como contendientes. Por eso, entre 2002 y 2018, hubo al menos un equipo que pasó de sotanero a líder de su División en 15 de 16 temporadas. Esto no ocurre así en las otras grandes ligas en EEUU (NBA, MLB o NHL).
Como consecuencia, los equipos más ganadores en la era de Super Bowl, son los Steelers de Pittsburgh y los Patriots de Nueva Inglaterra, con seis títulos cada uno. Es decir 11.32% de los títulos repartidos en 55 ediciones.
Distribución equitativa del capital humano
La Liga diseñó estrategias de reclutamiento de jugadores que promueve la paridad, que permite a los equipos más débiles obtener el mejor talento disponible, siempre que haya una buena planeación de la plantilla. Esto se hace a través del tope salarial y el Draft.
En el Draft colegial, cada año se celebran siete rondas de selección de jugadores egresados de las ligas universitarias. Todos los equipos tienen al menos una selección por ronda y eligen primero los equipos con peor récord en el año anterior.
El tope salarial es el presupuesto para que cada equipo pueda armar anualmente su plantilla de 53 jugadores. Para este año, la cantidad se fijó en 182.5 millones de dólares. El sistema permite que los equipos con más talento tengan que soltar algunos de sus jugadores. Estos grandes jugadores son los que tienen los mejores contratos, por lo que el costo de sus plantillas aumenta y es imposible retenerlos.
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Los jugadores son liberados por sus equipos y son tomados por otros que tienen menos talento, pero más dinero disponible para contratar refuerzos. Esta medida también impide que las franquicias con mayor poder económico acaparen a las grandes figuras y los equipos más pequeños, pueden tener acceso a algunas de estas figuras.
Y, cuando un equipo toma un jugador de otra franquicia, debe cumplir con alguna de estas cuatro condiciones: un intercambio de rondas colegiales o jugadores del roster actual; que el jugador haya terminado su contrato o que el equipo de origen corte al jugador anticipadamente.
Éxito y ganancias de la paridad de competencia
Como consecuencia, la NFL ha logrado ser la liga deportiva con mayor valor económico en todo el planeta, 97 mil 43 millones de dólares a enero de 2021.
Sus ganancias en la temporada 2019 ascendieron a 15 mil millones de dólares y en ella participaron 26 de los 50 equipos más valiosos del mundo (y el más caro de todos, los Cowboys de Dallas), de acuerdo con el listado de la Revista Forbes en 2020.
Estas estrategias permiten que el éxito de un equipo no se cimente solo en una gran cantidad de dinero, sino en procesos deportivos bien estructurados, donde los mejores equipos son los que ganan y pueden competir de tú a tú con los que están soportados por grandes capitales.
Revisión de reglas mediante acuerdos
Para darle estructura a estos proyectos, la NFL tiene una oficina encargada de verificar que su operación promueva la competencia, con la participación de los 32 dueños de los
equipos, el Sindicato de Jugadores, expertos, otros comités de la liga y otras fuentes.
Se trata de un Comité de Competencia que periódicamente revisa todos los aspectos competitivos del deporte: las reglas del juego y otras normas relacionadas con la competencia a nivel estructural, la tecnología en función a mejorar el espectáculo y protección de los jugadores.
Cada que la NFL piensa en adoptar nuevas reglas sigue un proceso sistemático y con el consenso de los involucrados, a través de su Comité de Competencia.
Este organismo fue creado por el comisionado Pete Rozelle en 1968, dos años después del inicio de la era del Super Bowl y reemplazó al Comité de Reglas, nacido en 1932 para ayudar a desarrollar las reglas de juego y diferenciarlas del reglamento universitario que usaban de inicio.
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Al final de cada temporada, las 32 franquicias completan una encuesta sobre temas relacionados con protección a los jugadores, arbitraje, el equilibrio competitivo y tecnología. La sesión se realiza en el mes de marzo, antes del National Scouting Combine, donde representantes de cada equipo se reúnen con gente de la NCAA y jugadores elegibles para el Draft y los toman en cuenta para posibles cambios a las reglas, así como atención a lesiones, repetición instantánea y tecnología.
Con esta información se prepara la orden del día del Comité de Competencia y repasan la información con los asesores médicos de la liga, se revisan videos y con todos los datos preparan su informe estadístico de apoyo para que los miembros debatan. Si el acuerdo es para adoptar una regla nueva, debe contar con el apoyo del 75% de los dueños (24 votos de 32 clubes).
Paridad en la competencia el día del partido
Por otro lado, el Departamento de Operaciones de Futbol Americano de la NFL verifica que cada semana los partidos sean justos y que ningún equipo obtenga una ventaja competitiva.
Este departamento tiene diferentes reglas que obligan a que haya igualdad de circunstancias para que cada equipo pueda instalarse en un equipo y cuente con todos los aditamentos tecnológicos y de infraestructura para competir. Entre sus reglas, el club local debe garantizar igualdad de condiciones en cualquier aspecto que afecte la competencia en un partido:
Con ello, el equipo visitante tiene el mismo acceso a instalaciones, tecnología, equipos y comodidades, ya sea en el vestuario, en el área de la banca, en la cabina para entrenadores o en los puestos de filmación de video.
Entre los aditamentos que regulan está el uso del sistema C2P, con el cual cada banca se comunica con sus capitanes en el campo antes de cada jugada. Este sistema debe funcionar perfectamente antes de la patada inicial. Si no funciona, el club afectado debe notificar a los árbitros o al representante de Operaciones de Football de la NFL y recibirá un repuesto, que provee el club contrario, hasta que se restablezca su sistema.
El equipo visitante también tiene derecho a una cabina o palco con vista despejada del campo y uso privado, sin obstrucciones de los teléfonos para sus entrenadores. Se ubica a la misma altura que la del equipo local y nadie puede interferir en su privacidad.
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Cada cabina cuenta con monitores de televisión que transmiten el partido en vivo, con la señal que se utiliza en la cabina de repetición instantánea de la Liga. Antes de cada partido, se verifica que ambas cabinas tengan la transmisión correcta y que los monitores funcionen. Si falla este sistema, ninguno de los equipos podrá utilizarlos hasta que el problema se resuelva. Pero si funciona al inicio del partido, se rompe la regla.
Finalmente, el equipo local debe proveer un sistema que fotografía las jugadas desde las líneas laterales, instalado por la Liga. Este sistema toma imágenes fijas de las jugadas y realizar ajustes. La liga proporciona 13 tablets en cada banca y 12 más en cada cabina, así como un sistema de impresión de imágenes. Las tablets están configuradas para que no puedan ser modificadas y supongan una ventaja para algún equipo.
Las reglas de funcionamiento son similares: si uno o varios equipos no funcionan antes del inicio del partido, el equipo contrario deberá utilizar una cantidad similar de dispositivos. Ambos equipos podrán seguir utilizando impresiones en papel en lugar de las tabletas y también pueden usar los sistemas de impresión de ambos clubes.
