La invasión de Rusia a Ucrania despertó un mensaje generalizado de vuelta a la paz y de paso, un golpe económico fuerte al gobierno de Putin
Una vez que el ejército ruso invadió Ucrania, por orden del presidente Vladimir Putin, el mundo del deporte se unió en una condena generalizada. Prácticamente en todas las principales ligas del mundo se han visto manifestaciones de apoyo del pueblo ucraniano y exigencias al retiro de la milicia rusa en un acontecimiento que el mundo lamenta y del que el deporte no está ajeno.
La condena mundial ya provocó perdidas millonarias a Rusia, primero con la organización de dos grandes eventos internacionales: se canceló el Gran Premio de Rusia de la Fórmula 1 y perdieron la sede para la Final de la Champions League, el torneo de clubes más importante del mundo.
Pero además, a partir de este lunes, Rusia quedó excluida de cualquier competencia internacional en el futbol europeo, hasta nuevo aviso.
Luego que FIFA y UEFA suspendieron de manera conjunta a todas las selecciones nacionales y clubes rusos, lo que implica también la exclusión del mundial de Mundial de Qatar 2022, donde tenía programada una repesca ante Polonia y luego ante el ganador entre Suecia y República Checa. Este fin de semana, Polonia anunció que no disputaría el partido y la medida fue secundada por el equipo checo.
Mientras que en la Europa League, el Spartak de Moscú se clasificó para los octavos de final donde enfrentaría al Leipzig alemán, para jugar los próximos 10 y 17 de marzo.
La medida fue formalizada por el Buró del Consejo de la FIFA y el Comité Ejecutivo de la UEFA, respectivamente, los máximos órganos de decisión de ambas instituciones en estos asuntos urgentes.
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“El futbol está totalmente unido y es plenamente solidario con todas las personas afectadas en Ucrania. Ambos presidentes esperan que la situación en Ucrania mejore significativa y rápidamente para que el futbol pueda volver a ser un vector de unidad y paz entre los pueblos”, señalaron en un comunicado conjunto.
La decisión es consecuencia de la recomendación hecha también este lunes por el Comité Olímpico Internacional (COI) para que “no inviten ni permitan la participación de deportistas o dirigentes rusos o bielorrusos”.
Hasta el momento las federaciones de Inglaterra, Albania, República Checa, Dinamarca, Irlanda, Polonia, Noruega, Escocia, Suiza, Suecia, Francia y Gales han anunciado que no se enfrentarán a Rusia en ninguna competición y categoría.
Además, Rusia está impedido para disputar partidos internacionales en su territorio y su bandera e himno quedaron vetados en cualquier partido de futbol internacional. Tal como lo determinó el COI, Rusia sólo podía jugar con el nombre ‘Unión de Futbol de Rusia (RFU)’ y sus encuentros como equipo local los disputaría en campo neutral y sin público, para “proteger la integridad de las competiciones deportivas mundiales y la seguridad de todos los participantes”.
Las pérdidas en el negocio deportivo para Rusia
Este viernes, la UEFA decidió cambiar oficialmente la sede para la Final de la Champions League, programada para el 28 de mayo en la Gazprom Arena de San Petesburgo. La nueva sede será el Stade de France en el Área Metropolitana de París, determinó el alto ando del futbol europeo.
Con esto, Rusia quedó privado para los próximos años de ser sede de la Final de la Champions: en 2023 el partido se disputará en el Estadio Olímpico Atatürk de Estambul, sede que ha sido cancelada en 2020 y 2021 a causa de la pandemia. Wembley acogerá el partido en 2024 y la Allianz Arena de Munich, recibirá el duelo en 2025.
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Con esta decisión, el gobierno ruso y particularmente la ciudad de San Petesburgo perderán entre 67.6 y 78.9 millones de dólares (mdd), solo por la celebración del partido. La derrama total que alcanzó la Final de la Champions en el último año que se jugó con “normalidad (Madrid 2019) fue de 138.6 mdd. De ellos, la capital española recibió 71 mdd. Además, el evento permitió posicionar la marca Madrid en 350 millones de personas, uno de los foros más atractivos del mundo.
Las pérdidas son particularmente dolorosas para un estadio considerado una de las principales sedes deportivas del futbol ruso, la Gazprom Arena, que ya fue sede de la Copa Confederaciones 2017, del Mundial 2018 y de la Eurocopa 2020. Pero no es suficiente, pues su costo osciló los 800 mdd, patrocinados por el gobierno ruso, con capacidad para 70 mil espectadores y techo retráctil.
El otro gran golpe financiero al deporte ruso fue la cancelación del Gran Premio de Rusia de la Fórmula 1, programado para el 25 de septiembre en el circuito de Sochi, uno de los destinos turísticos más importantes del país.
“Vemos la situación en Ucrania con tristeza e impactados. Esperamos un cambio y una resolución pacífica”, explicó la FIA en el comunicado donde anunció la cancelación del evento. “La FIA, junto a los equipos, hablamos sobre la posición que tiene nuestro deporte y la conclusión es que es imposible llevar a cambio el Gran Premio de Rusia en las circunstancias actuales”. Al Momento, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) no ha informado una sede alterna a esta fecha.
Los patrocinios perdidos para Rusia
Otra medida de presión para la economía rusa es la cancelación de patrocinios por parte de grandes equipos de Europa. El más relevante fue el del Manchester United que renunció a su contrato con la aerolínea rusa Aeroflot, que se vende como “una de las más seguras del mundo”, pero a la que el gobierno británico le retiró la licencia de volar por su espacio aéreo.
“Debido a los eventos ocurridos en Ucrania, hemos terminado nuestro patrocinio con Aeroflot. Entendemos las preocupaciones de los aficionados alrededor del mundo y extendemos nuestros mejores deseos a aquellos afectados por esta situación”, explicaron los Red Devils. El patrocinio tenía nueve años de antigüedad e incluía los traslados aéreos del equipo por toda Europa.
En Alemania, el Schalke 04 rompió su relación con la gasera paraestatal Gazprom, considerada la empresa más poderosa de Rusia. El equipo renunció a 10.14 mdd que establecía su contrato anual.
Gazprom ha sido fuertemente afectada, pues además de las afectaciones por la cancelación de patrocinios y el retiro de la sede para la Final de la Champions, la UEFA también canceló el patrocinio de la paraestatal con la Champions League, que oscila los 51.8 mdd por temporada.
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Lo mismo ocurrió con la marca turística “Road to St. Petesburg”, que aparecía en estadios como Stamford Bridge, casa del Chelsea, o el Wanda Metropolitano, donde juega el Atlético de Madrid.
De vuelta a la F1, la escudería Haas rompió con el patrocinio de la empresa Uralkali y peligra el asiento del único piloto ruso en el serial, Nikita Mazepin.
Condena generalizada
Además de la protesta mundial contra la invasión a Ucrania, pero fue el Comité Olímpico Internacional (COI) el que alzó la voz más poderosa en nombre del deporte mundial. Primero, condenó que el gobierno ruso rompiera la Tregua Olímpica, para los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing, que terminaron el 20 de febrero y los Juegos Paralímpicos, del 4 al 13 de marzo.
El COI retiró la bandera y prohibió la entonación del himno ruso de los Juegos Paralímpicos. El equipo ruso deberá competir bajo el nombre RPC, siglas en inglés del Comité Paralímpico Ruso. El movimiento olímpico ruso sufrió una sanción por dopaje masivo de sus atletas y en Tokio 2021 y ni la bandera ni el himno ruso se entonaron.
Ahora el COI pide retirar la bandera y el himno de Bielorrusia, país aliado de régimen de Putin.
En seguida, el Sindicato Internacional de Futbolistas (FIFPRO, por sus siglas en inglés) se sumó a la condena y declaró su “solidaridad con el pueblo ucraniano”. Además, dijo que buscará: “garantías para proteger a los jugadores profesionales del país. El futbol debe seguir el ejemplo de las democracias para cortar cualquier vínculo que socave los principios básicos de nuestra industria”.
Por su parte, el capitán del a Selección de Polonia, Robert Lewandowski, secundó la decisión de la Federación Polaca de Futbol (PZPN), Cezary Kulesza, de no disputar el partido eliminatorio contra Rusia, rumbo a Qatar 2022.
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“Esta es la única decisión correcta. Estamos en conversaciones con las federaciones de Suecia y República Checa para presentar una postura común a la FIFA”, declaró la Federación Polaca, que busca boicotear la acción del Grupo B del Repechaje de la UEFA.
Lewandowski agregó: “No puedo disputar un partido con la selección rusa en una situación en la que la violencia en Ucrania continúa. Los futbolistas rusos y los hinchas no son responsables, pero no podemos pretender que no pasa nada”. Y además, “Lewi” disputó su partido de este sábado ante el Eintracht, portando un gafete con los colores de la bandera ucraniana.
Este domingo, la Federación Checa decidió por unanimidad que por ningún motivo enfrentaría a Rusia, en caso de ganar su partido previo ante Suecia. En total, ya se habían negado las federaciones de: Inglaterra, Albania, República Checa, Dinamarca, Irlanda, Polonia, Noruega, Escocia, Suiza, Suecia, Francia y Gales.
Los pequeños mensajes de gran significado
En Italia, Wojciech Szczesny, portero de la Juventus, también se niega a jugar: “Mi mujer nació en Ucrania, en las venas de mi hijo hay sangre ucraniana, parte de nuestra familia todavía está en Ucrania, muchos de mis empleados son ucranianos y todos son excelentes personas. Ver el sufrimiento en sus rostros y el miedo por su país me hace entender que no puedo quedarme quieto y fingir que no ha pasado nada”, escribió en su cuenta de Instagram.
El Manchester United, en Inglaterra, saltó a su partido ante el Watford con una manta con la palabra “paz” en diferentes idiomas.
El defensa y capitán ucraniano del Manchester City, Oleksandr Zinchenko, envió un mensaje directo para Putin: “Espero que mueras de la forma más dolorosa”.
Mientras que en el campo del Everton se guardó un minuto de silencio en honor de las víctimas. En España, la transmisión de los partidos de La Liga, mostró la leyenda “Alto a la guerra”.
Y el máximo referente del futbol ucraniano, Andriy Shevchenko, escribió en su cuenta de Twitter: “¡Ucrania es mi patria! ¡Siempre he estado orgulloso de mi gente y de mi país! ¡Hemos pasado por muchos momentos difíciles y en los últimos 30 años nos hemos formado como nación! ¡Una nación de ciudadanos sinceros, trabajadores y amantes de la libertad!¡Este es nuestro activo más importante!”
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Posteriormente, envió un mensaje de esperanza para sus compatriotas: “En las primeras horas Rusia inició una guerra a gran escala. Mi gente y mi familia están bajo ataque. Ucrania y su población quieren paz e integridad territorial. Por favor, les pido que apoyen a nuestro país y llamen al gobierno ruso a detener su agresión. Sólo queremos paz. La guerra no es la respuesta”.
En la Europa League, el jueves, recién iniciado el conflicto armado, los jugadores de Napoli y Barcelona saltaron al campo y posaron de manera conjunta, con una manta con la frase: “Stop war”, en la cancha del estadio Diego Armando Maradona. Aunque el cuerpo arbitral, de nacionalidad rusa, se excluyó de la imagen.
Otro momento conmovedor ocurrió el jueves en Córdoba, España, las selecciones varoniles de ambos países disputaron un partido eliminatorio para el Mundial de la Especialidad en 2023.
Los cordobeses recibieron con aplausos a la selección visitante a la salida de su hotel y a la llegada a la arena. Antes del partido el equipo ucraniano, que se resistía a jugar, derramó lágrimas, mientras se guardaba un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas. El poste ucraniano, Artem Pustovyi, saltó a la duela con un mensaje en su mejilla derecha: “No war”
Adidas también se baja
Este 1 de marzo, el gigante de equipamiento deportivo, Adidas, anunció oficialmente la “suspensión de su convenio con la Asociación Rusa de Futbol (RFS) con efecto inmediato”, como otra muestra de repudio por la invasión de Rusia a territorio de Ucrania.
La decisión es definitiva, pese a que el 2.9% de su facturación en 2020 provino de este país y la región de Ucrania y la antigua Comunidad de Estados Independientes (CEI), conformada por las repúblicas que se formaron de la escisión de la Unión Soviética en 1991.
La relación entre la marca alemana y la Federación Rusa inició en 1992 y desde el 2008 se había formalizado de manera ininterrumpida.
¿Servirá de algo el mensaje de alto al fuego y la presión internacional contra la invasión rusa? Pequeñas acciones pueden hacer grandes cambios.