Al preguntar ¿cómo erradicar la violencia de las tribunas?, la EPL es ejemplo mundial, mientras Argentina y México pasan un largo aprendizaje

El momento delicado que vive la Liga MX, con la violencia física y verbal en las tribunas, que detonó en los graves acontecimientos ocurridos en la tribuna del estadio Corregidora este fin de semana es preocupante. En el mundo hay ejemplos de cómo revertir este problema y devolver al espectáculo del futbol el ambiente familiar que todos queremos ver cada fin de semana.

Analicemos un caso de éxito y un esfuerzo mucho más cercano a nuestro futbol de cómo erradicar la violencia y qué factores detonaron el problema en los estadios mexicanos desde hace años.

De los Hooligans a la Premier League

Hooligans

La Premier League que conocemos actualmente es un modelo ejemplar de eficiencia en el negocio del futbol a nivel nacional. Las canchas son alfombras, los estadios son espectaculares, los partidos son competitivos, el público generalmente se porta correctamente.

Como negocio es la liga nacional que genera más dinero en el futbol mundial y solo está detrás de los torneos principales en  EEUU (NFL, MLB y NBA) y de la Champions League, según Forbes.

Hace 30 años la Liga Inglesa vivía un momento terrible, incluso más grave que el que padece la Liga MX en los últimos años, con graves tragedias en las tribunas y el veto de sus equipos y su selección a nivel internacional.

El 20 de febrero de 1992 surgió  la English Premier League, como una respuesta de la Football Association (FA) para detener la violencia en las tribunas y convertir a la Liga Inglesa en el negocio que es actualmente.

Los “Hooligans” eran el terror de los partidos donde participaba algún equipo inglés. Si bien surgieron a inicios del siglo pasado, a partir de los años 60 eran un grave problema de seguridad, porque, como ocurre en México, su presencia en las tribunas era tolerada por las autoridades.

La situación se salió de control cuando protagonizaron una serie de eventos que terminaron en la muerte de decenas de personas y alejaron a la gente de los estadios.

La primera desgracia se conoce como la “Tragedia de Valley Parade”, ocurrió el 11 de mayo de 1985, en la ciudad de Bradford. Durante un encuentro de la tercera división se incendió una de las tribunas y murieron 56 personas.

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Unos días después, el 29 de mayo, ocurrió la “Tragedia de Heysel”, en Bruselas, Bélgica, en un partido de la Liga de Campeones, entre Juventus y el Liverpool. En las tribunas, una avalancha de “Hooligans” atropelló a los aficionados italianos, provocando 39 muertos. Como reacción, la UEFA suspendió a los equipos ingleses de sus competencias por cinco años, seis para el Liverpool.

Eso no fue todo, el 15 de abril de 1989 ocurrió la “Tragedia de Hillsborough”, en un partido entre Liverpool y Nottingham Forrest. Debido al sobrecupo en el estadio, una avalancha de aficionados aplastó a 96 personas contra las vallas de la tribuna.

La situación se salió de control, la falta de asistencia a los estadios y el retiro de los patrocinios, provocó que varios equipos rompieran con la FA y crearon su propia liga.

Con la creación de la Premier League, la FA comenzó a regular a los miles de equipos que juegan en Inglaterra y parte de Gales, buscó garantizar la seguridad de los asistentes, mejoró el nivel de competencia y convirtió a la Liga de nuevo en un negocio para clubes y patrocinadores.

En el tema de seguridad, Inglaterra implementó los procedimientos de seguridad que se utilizan los eventos deportivos más importantes del mundo:

  • Instalar cámaras en las tribunas para identificar alborotadores
  • Coordinar policías y guardias de seguridad dentro y fuera de los estadios
  • Separar aficiones adversarias y evitar que se muevan libremente o generen tumultos
  • Numerar los asientos para evitar sobrecupo
  • Aumentar el precio de los boletos, para promover que solo ingresen personas realmente interesadas en presenciar el espectáculo dentro del campo
  • Credencializar grupos de animación
  • Controlar la venta de alcohol en los partidos
  • Eliminar la tribuna “general” para aficionados de pie

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En el caso de México, algunas de estas medidas se han adoptado también. Pero el principal problema que persiste en los brotes de violencia en los estadios es que se sigue tolerando la presencia de barras. Al final los vándalos disfrutan de impunidad pues normalmente no son detenidos y cuando esto ocurre, las sanciones que les imponen son mínimas.

Las Barras Bravas, el cáncer del futbol argentino

Barra Brava Argentina

En Argentina, un caso más cercano a lo que pasa en México, el problema de las barras persiste.

Los esfuerzos en Argentina por reducir la violencia en las tribunas comenzaron de manera más profunda en 2013. El Gobierno y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), comenzaron a mejorar los protocolos de seguridad en los estadios.

Pero el verdadero detonante fue el enfrentamiento entre las aficiones de Boca Juniors y River Plate de cara a la final de la vuelta de la Copa Libertadores de 2018. La violencia obligó a llevar el partido a Madrid y el gobierno de Mauricio Macri decidió, por fin, intervenir.

Antes del partido, el autobús que transportaba a jugadores y cuerpo técnico de Boca Juniors fue atacado por piedras y gas lacrimógeno a su llegada al Estadio Monumental. El partido ni siquiera pudo iniciar. La Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), decidió llevar el partido a una sede neutral, lo más lejos posible de las dos aficiones.

Como consecuencia, el presidente Macri propuso una Ley para endurecer las penas contra los barrabrava. Además de disturbios realizaban delitos más graves como la venta de drogas e incluso el homicidio, utilizando como pretexto los partidos de futbol.

En 2016 la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció el inicio de un sistema de identificación. En él, podía restringirse el acceso de animadores a las canchas y se endurecieron de las penas por delitos que se cometieran en los estadios.

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“Cualquier ciudadano que vaya a la cancha tiene el DNI (identificación), se lo pasa y se sabe, en tiempo real, si tiene pedido de captura y derecho de admisión”, explicó.

La situación en Argentina era mucho más grave de lo que ocurre en México. Entre 1922 y 2018 se registró la muerte de 328 personas a raíz de la violencia, de acuerdo con la organización “Salvemos al Futbol”.  A partir de 2007, 94 personas fallecieron por esta causa, de acuerdo con reportes oficiales señalados por este organismo.

“El que diga que tiene solución está mintiendo porque hace 100 años venimos hablando de lo mismo”, declaró en 2018 Daniel Ferreiro, entonces vocero de la AFA, quien aseguro que el problema no tendría una solución fácil.

Explicó que el futbol argentino sufría también el problema de la impunidad: “leyes anticuadas que permitían a los aficionados violentos entrar por una puerta y salir por otra, como una puerta giratoria” y cuestionó que las autoridades no se atrevían a implementar leyes severas contra los “barrabravas” para que fueran llevados a prisión.

“Con las leyes actuales es un problema sin solución y cuando los problemas no tienen solución hay que aprender a convivir con ellos”, lamentó.

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Racing de Olavarría pelea
La bronca de jugadores del Racing de Olavarría contra una barra visitante

También denunció que personas con pocas posibilidades de desarrollo eran coptadas por grupos políticos para utilizarlos como grupos de choque, como se rumora que ocurrió con la barra del Querétaro el sábado pasado, para ser usados con otros fines diferentes al futbol.

“Hay algunas personas que están totalmente quemadas de la cabeza que pueden llegar a matar una persona por un escudo” y señaló que “son capaces de movilizar a toda una hinchada pues están enardecidos y pierden la capacidad de razonar, bajo el argumento de: Somos todo un grupo. Somos todo lo mismo… estamos todos juntos”

barrabrava argentino

Con este contexto, hay algunos integrantes de barras bravas que se dicen dispuestos a llevar la violencia al extremo, como declaró uno de ellos de manera anónima a la cadena CNN:

Pese a los esfuerzos, el camino en Argentina es largo, como adelantó Ferreiro. En diciembre del año pasado, los jugadores de un pequeño equipo, el Racing de Olavarría del torneo Federal B, subieron a la tribuna para golpear y sacar del estadio a la barra del equipo visitante, que previamente había bajado al campo para increparlos, era un partido por el ascenso de categoría.

En el estadio había unas mil 500 personas y solo se reportaron 26 policías. No había protección para los familiares de los futbolistas.

“Cómo será el tema que no hubo denuncia, no detuvieron a nadie y cuando terminó la pelea, los barras, volvieron a saltar, pasaron un alambrado y se fueron sin problemas”, relató Cristian Gallego, comentarista del partido.

El futbol, una fotografía del clima de una sociedad

De acuerdo con el afamado sociólogo británico, David Goldblatt, “El futbol es, realmente, el reflejo más extraordinario de la sociedad”. Y explica: “Es el deporte más popular del mundo y quizás el más poderoso; vincula comunidades, mueve emociones y rompe barreras culturales”.

Pero del otro lado de la balanza, también refleja sociedades rotas por la violencia, profundamente divididas y presas de sus altos índices de corrupción e impunidad, justo como ocurrió en Querétaro este sábado.