La violencia de las barras en los estadios de México tiene como aliado al sistema penal en el país debido a su alto índice de impunidad
El mensaje del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue breve y consistente con su discurso, sobre la violencia en el Querétaro vs Atlas del sábado: lamentó los hechos y reiteró que la sociedad debe apostar por la paz y el amor al prójimo:
“En el caso lamentable de Querétaro, nosotros no vamos a responsabilizar al gobernador, él está haciendo su trabajo, además está informando bien.
Y agregó: “Ante estos hechos lamentables, se debe continuar moralizando al país y atendiendo los orígenes de la violencia. Antes se pensaba que solo con medidas coercitivas se podía resolver el problema de la inseguridad y de la violencia en México. La paz es fruto de la justicia, hay que atender las causas”.
En realidad, además de su mensaje sobre el hecho, el presidente no mencionó algo sobre la responsabilidad penal que pudieran tener los responsables de la violencia. Si bien es cierto que la violencia se puede revertir atendiendo a las causas, como mencionó López Obrador, otro problema que surge es el de la grave impunidad que persiste en el país:
Castigos tibios
En 2014, con la intención de detener la violencia en los eventos deportivos del país, se reformó la Ley de Cultura Física y Deporte. A nivel nacional se castiga hasta con 4 años de prisión cualquier riña en los estadios y también se ordenó elaborar un padrón “de rijosos” para impedir que sigan ingresando a los estadios.
Esta reforma surgió a causa de un partido entre Chivas y Atlas del 22 de marzo del 2014, cuando una turba de aficionados del rebaño sagrado armó una batalla campal, con agresiones a 20 policías. Ocho de ellos sufrieron lesiones graves.
La reforma, estableció en su artículo 155, prisión de seis meses a cuatro años de prisión y de 10 a 60 días de multa a las personas que provoquen actos de violencia en un estadio y prisión de seis meses a tres años y multas de hasta 40 días a las personas que ingresen sin autorización al terreno de juego, agredan a personas o causen daños materiales en la cancha.
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Así como prisión de 18 meses a cuatro años seis meses de prisión y de 20 a 90 días de multa, a quienes inciten o generen violencia; introduzcan al recinto o a sus instalaciones anexas, armas de fuego, explosivos o cualquier arma prohibida y el veto de eventos deportivos hasta por cinco años.
El padrón de aficionados violentos, sería compartido con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, para sancionar a las personas que ingresen a los estadios para generar actos vandálicos. Sin embargo, el acceso a esta información es confidencial y no se sabe exactamente cuántas personas han sido excluidas de los estadios por este motivo o cómo se usan estos datos.
Las sanciones tras el Querétaro vs Atlas
Luego de los hechos violentos del sábado, el gobierno de Querétaro informó que se aplicarían sanciones a los organizadores del partido, particularmente la empresa de seguridad privada que actuó con negligencia y la directiva de los Gallos Blancos, como responsable del evento:
- Aplicación de exámenes toxicológicos a los involucrados (policías privados) y la publicación de los resultados de estos exámenes
- Sanciones a cinco funcionarios del gobierno estatal: Leonardo Flores Mata, director de Operación Policial; Isaac Pérez Infante, encargado de la Unidad de Campo; Agustín Martínez Ortiz, policía; Carlos Alberto Toscano Mendoza, responsable del Área de Gestión de Riesgos de la Coordinación Estatal de Protección Civil y Carlos Mendoza Martínez, coordinador de Eventos y comisionado para el partido
- Cancelación de contratos con el gobierno de Querétaro con la empresa de seguridad privada G.E.S.K9
Sin embargo, no hay algún reporte sobre el número de detenidos por los actos violentos en las tribunas, aun cuando hay suficientes evidencias en video, fotografías y testimonios sobre los responsables.
Los “castigos” a los rijosos en las tribunas en la Liga MX
Luego de la reforma legal para prevenir actos de violencia en los estadios, se han dado varios enfrentamientos entre aficionados. Sin embargo, los reportes de sanciones y el número de detenidos dan risa. Estos son algunos antecedentes significativos del Querétaro vs Atlas:
Chivas vs Atlas (15 de mayo de 2015): aficionados rojinegros invadieron la cancha Al minuto 54. El saldo oficial fue de 20 detenidos y nueve heridos; el Estadio Jalisco fue vetado por dos juegos y Atlas pagó una multa cercana a los 490 mil pesos.
Veracruz vs Tigres (2017): Aficionados de los Tiburones agredieron a los visitantes en las tribunas del Luis “Pirata” Fuente. Surgieron videos con personas portando picahielos y armas blancas. Los jugadores de Tigres pedían detener la agresión, sin éxito.
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La Comisión Disciplinaria sancionó con un partido de veto al inmueble e impuso una multa de unos 628 mil pesos para el equipo local y 130 mil 900 pesos para los Tigres, además de una suspensión para el técnico de Tigres, Ricardo Ferretti.
Monterrey vs Tigres (2018): previo al Clásico Regio hubo enfrentamientos en las calles de Monterrey entre aficionados de ambos equipos. No hubo sanciones pese a que hay videos con un auto que intenta arrollar aficionados.
“La Liga no tiene que ver es una pelea de pandillas lejos del estadio y no tiene por qué ponerse al futbol. Son personajes que se disfrazan con los colores de los clubes. Queremos darle un gran espectáculo a nuestra afición y sigan yendo al estadio”, justificó el entonces presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla.
Atlético San Luis vs Querétaro (2019): Los aficionados de ambos equipos sostuvieron una batalla campal en las tribunas del Alfonso Lastras. El saldo fue de al menos 33 personas heridas y veto de dos partidos al estadio. Ambos equipos pagaron una multa de 506 mil pesos.
América vs Pumas (2021): La violencia se desató en la tribuna del Estadio Azteca. La sanción hacia ambas escuadras no se hizo pública. Surgió un video donde un aficionado de Pumas saca un arma de fuego en su palco y “bromea” con “matar” americanistas.
No se vetó el inmueble y solo se abrió una carpeta de investigación por lo sucedido.
Querétaro vs Atlas (2007): En el primer antecedente entre ambos equipos, el Atlas envió a los Gallos al descenso. La situación provocó la intervención de las autoridades para separar a los rijosos, pero el Estadio no recibió sanción alguna.
La impunidad en México
Un informe de la organización civil México Evalúa publicado en octubre del año pasado señala que en el país hay un promedio de casi 100 asesinatos al día, de los cuales el 94.8% quedan en la impunidad. En 2019 la cifra era de 92.4%. Mientras tanto, las Fiscalías de todo el país estaban rebasadas por el número de carpetas iniciadas, que nunca se resuelven.
El mensaje que envía el gobierno a la sociedad es claro: “matar, extorsionar, secuestrar o desaparecer en México sale prácticamente gratis; no tenemos capacidad para consignar responsables”.
De acuerdo con la coordinadora del informe, Chrístel Rosales, los Ministerios Públicos no saben priorizar los casos: “Le dan la misma importancia a una desaparición u homicidio que a un robo menor”, explica. “Esto provoca que uno de cada dos casos reciba algún tipo de respuesta de la fiscalía, y cuando la tienen, el 60% son archivados. “En algunos delitos como tortura o desaparición, la impunidad roza el 100%”, lamentó.
El reporte detalla que cada fiscal en el país inicia unas 145 carpetas al año, con picos como Nuevo León (456 investigaciones) o Sonora (326). Mientras que cada perito debe atender 160 solicitudes de análisis pericial, mientras que a nivel local la cifra sube a 448 carpetas. Pero solo tienen capacidad para atender a menos del 4% de los casos.
¿Qué falló en el operativo de seguridad del Querétaro vs Atlas?
“Esto provoca que los casos no llegan a ser judicializables, no solo por la carga de trabajo, sino por falta de elementos de prueba”, explica Rosales.
Finalmente, informó que en México hay en promedio cuatro jueces por cada 100 mil habitantes. En Colombia la cifra es de 12 y Costa Rica, el país latinoamericano con menor impunidad, hay 26.
Si bien, el presidente tuvo razón en su mensaje: atender las causas de la violencia es la mejor solución, esta debería ser complementada con la solución inmediata: “cero impunidad” y otro mensaje para los delincuentes, criminales o vándalos: “todo delito será castigado”. Mientras tanto es muy posible que las escenas que vimos el sábado se sigan repitiendo y sean, lamentablemente, más graves.