Luego de parar dos años, la LFA retomó su sexta temporada, en un esfuerzo por convertir el futbol americano profesional en México en negocio
En 2016 surgió el intento más importante fuerte por tener una liga profesional de futbol americano en México, hasta el momento. La Liga de Futbol Americano Profesional de México (LFA). Era paradójico que en un país donde se encuentra la segunda afición más importante de este deporte para la NFL, solo existieran ligas infantiles y estudiantiles.
Por ello es que se conjuntaron esfuerzos entre los representantes más importantes de este deporte en el país, la mítica Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA), que agrupa la histórica liga de universidades públicas y la Comisión Nacional Deportiva Estudiantil de Instituciones Privadas (Conadeip) que regula a los equipos de las universidades privadas.
Ambos organismos recibieron asesoría de la NFL y el circuito colegial de EEUU, la NCAA, para lanzar esta iniciativa en la Ciudad de México con cuatro franquicias fundadoras. La temporada arrancó dos semanas después del Super Bowl y todos los partidos se disputaron en el estadio Jesús Martínez “Palillo” de la Ciudad Deportiva.
Los primeros años fueron prometedores, pues la liga comenzó a expandirse y a ampliar su mercado en el país. Comenzaron a abrir franquicias en Monterrey, Saltillo, Puebla, Toluca, Querétaro, y el número pasó de cuatro a seis y llegó a tener 10 equipos.
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La Liga estableció un tope salarial que en 2019 fue de 2 millones de pesos por equipo y se llegó a disputar el Tazón México en una sede neutral, el Estadio de la Ciudad de los Deportes.
También se comenzó a contratar jugadores egresados de las divisiones II y III de la NCAA, que no tenían el nivel suficiente para llegar a la NFL pero elevaron el nivel de la liga en México.
Entonces el proyecto sufrió un golpe mortal, de cara a su temporada 2020. El gobierno federal ordenó el cierre de actividades por la pandemia en plena temporada. La LFA decidió suspender el torneo, así como un combinado de talento para reclutar jóvenes.
“Nunca tuve esa sensación de que esto se fuera a terminar. Debo de reconocer a los empresarios que están detrás de los equipos y de la liga, porque fueron ellos los que mantuvieron la inversión y al personal de la estructura ocupados trabajando y con sueldos”, mencionó el comisionado de LFA, Alejandro Jaimes, en entrevista con el periódico Esto, sobre el regreso de la Liga tras la pandemia.
Para 2021, como no había condiciones sanitarias adecuadas, la LFA decidió mantener las puertas cerradas y suspendió la temporada completa. Parecía que el proyecto moriría irremediablemente, pero pese a todos los inconvenientes, en 2022 reapareció y actualmente se han disputado dos jornadas del torneo.
“No ha sido fácil este trayecto. Estamos listos para arrancar la temporada con siete equipos”, agregó el comisionado, durante la presentación del calendario 2022.
El reto de la temporada 2022
La temporada 2022 se juega con siete equipos base: Mexicas de Ciudad de México, Raptors en Naucalpan, Fundidores de Monterrey y Dinos de Saltillo, a los que se unieron tres equipos de expansión: Galgos de Tijuana, los Reyes de Jalisco y Gallos Negros de Querétaro.
El número de extranjeros también aumentó a 10 jugadores por equipo.
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La temporada regular será un todos contra todos, donde cada equipo disputará tres partidos en casa y tres de visita. Los primeros seis pasan a la siguiente ronda. Los sembrados uno y dos avanzan directamente a semifinales. Del tercero al sexto sembrado jugarán una ronda de comodines, para sacar otros dos semifinalistas.
El Tazón México V que se disputará el fin de semana del 20 al 22 de mayo en sede por definir.
El caso de los Mayas
La primera gran pérdida de la LFA fue la franquicia de Mayas. Se trata del primer equipo que tuvo la Liga, su primer campeón (2016) y bicampeón (2017). Desde 2020 está “descansado” por la LFA, debido a que perdió a su franquiciatario. El equipo esperaba volver en 2021. Sin embargo, para 2022 sigue sin jugar.
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El comisionado de la LFA indicó que la liga se financia principalmente por inversionistas, apoyados por alianzas con gobiernos estales y patrocinadores. Mientras que los medios de comunicación divulgan el funcionamiento de la Liga.
La afición se compone de familiares y amigos de los jugadores y gente que ha seguido de cerca el futbol americano colegial en el país y, aunque la estructura es endeble todavía, continúa su esfuerzo por consolidarse.
“En México, el futbol americano profesional no es un negocio rentable para coaches, jugadores ni dueños”, reconoce para a VAR Deportivo, Guillermo Valdovinos, head coach de Raptors. “Aún no alcanzamos esa madurez económica en la cual podamos dedicarnos a esto al 100% a esto”.
Aunque también el coach reconoce que esta condición de semiprofesionalismo es la que les ha permitido sobrevivir el parón de 2020 y 2021, porque tanto jugadores como coaches tienen otras fuentes de ingreso y otras actividades, mientras esperaban el reinicio de la temporada.
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Sin embargo, esta misma incertidumbre, también los afecta en el largo plazo: “Por el momento no tenemos alguna fecha tentativa o algún indicio de cuándo la Liga podría ser autosustentable. Para nosotros es una actividad complementaria y la Liga sabe que tenemos compromisos adicionales. Por el tipo de ingreso que tenemos, no nos exigen una exclusividad ni jugadores ni coaches”.
Pero reconoce que, como muchas personas que participan en la LFA, el principal motivador que tienen es que haya un lugar donde se pueda jugar futbol americano de alto nivel profesional en nuestro país:
“Me mueve la pasión que le tenemos al deporte, el gusto de seguirlo practicando al egresar de la universidad, la pasión que representa como coach el seguir desarrollándote y aprender a manejar tanto talento y cimentar bases fuertes para que en unos años el futbol americano profesional en México sea una opción para las generaciones que vienen”, explicó.
Finalmente, el coach Valdovinos señala hay buenas bases para continuar participando pues en estos seis años de trabajo, la liga ha logrado una importante evolución estratégica, ha crecido la participación de patrocinadores, socios y franquiciatarios.
Además destaca la apertura de nuevas plazas como: Guadalajara, Querétaro, Tijuana, Monterrey, que amentaron la presencia de la Liga en el país.
“En los 32 estados del país se juega futbol americano, el “football flag” se juega en todos ellos y a un nivel muy competitivo. Pero también mucha gente del interior de la República ya forma parte de programas importantes de los equipos más grandes y representativos”, finaliza.
