Carlos González, otra figura de la que Pumas se deshace

El delantero paraguayo llegó a Pumas, como una solución a sus problemas ofensivos en 2018, desde Necaxa. En cinco torneos, disputó 75 partidos de Liga, con 28 goles, mientras que en dos Liguillas participó en 10 partidos y 10 goles, para convertirse en el delantero más efectivo de la escuadra universitaria.

Sin embargo, antes de terminar el Guard1anes 2020, la directiva ya tenía un acuerdo con Tigres, para su traspaso, dejando la responsabilidad en el argentino Juan Ignacio Dinenno, quien apenas jugó su primer torneo en CU.

El ejemplo más destacado en la historia de Pumas cediendo a su figura fue Hugo Sánchez, quien después de hacer una brillante carrera en selecciones inferiores, debutó con el equipo universitario en 1976 y para 1981 migró directamente al Atlético de Madrid en 1981. Con Pumas consiguió dos ligas (1976-77 y 1980-81), una copa de Campeones de la Concacaf y una Copa Interamericana. Anotó 104 goles en cinco temporadas.

Su lugar fue llenado rápidamente por gente como Manuel Negrete y Luis Flores, pues en ese tiempo, la cantera universitaria tenía reemplazos de buena calidad en la delantera del equipo, cuyo surgimiento se prolongó hasta finales de los años 90.

Aunque no era delantero, este mediocampista originario de Guerrero tenía una gran capacidad goleadora. Debutó con Pumas en 1979 y tras la salida de Hugo Sánchez, se convirtió en figura y referentes. De hecho, es el mejor anotador mexicano en la historia del equipo en Liga, con 101 anotaciones, detrás de Cabinho y Ricardo Ferretti.

Jugó en Pumas en tres etapas, ganó una Liga, tres campeonatos de la Concacaf y una Copa Interamericana. La primera ocasión que salió de Pumas fue para jugar con el Sporting de Lisboa, por seis meses después del Mundial de México ‘86 y otro semestre en el Sporting de Gijón. Un año después volvió al equipo auriazul donde jugó otras tres temporadas y después militó en Monterrey en 1990-91. Un año después jugó su última temporada  con los universitarios. En 1992-93 jugó para el Atlante, donde obtuvo el título de Liga.

Uno de los delanteros más finos que han surgido de la cantera puma. Debutó en 1980 y tuvo dos etapas con el equipo. La primera duró seis años y concluyó con el Mundial del 86, cuando fue cedido al Sporting de Gijón en España, donde solo pasó una temporada, pese a tener buenos resultados. Volvió a Pumas en 1987-88 y migró al Valencia para jugar un año más en la Liga Ibérica. 

Con Pumas fue campeón de Liga en 1980-81, así como líder de goleo en 87-88. Obtuvo una Copa Interamericana en 1980-81.

El “Niño Artillero” se convirtió en la segunda transferencia exitosa de Pumas a España, luego que ni Negrete ni Flores lograron consolidarse por allá. García Postigo se convirtió en un temible delantero que logró el título con Pumas en 1990-91, además de convertirse en bicampeón de goleo, por lo que un año después del título obtuvo un contrato con el Atlético de Madrid.

Debutó en Ciudad Universitaria en 1986.Jugó una sola etapa en el equipo que duró seis años, donde anotó 75 goles. Además consiguió la Copa de Campeones de la Concacaf en 1989. De hecho su paso por Pumas fue el más exitoso de su carrera, aunque a su vuelta de España jugó también con América, Chivas y fue campeón de goleo con el Atlante en el Invierno ‘97

Varios años después, sin exportaciones, Pablo Barrera logró salir desde Pumas al West Ham de la Liga Premier. Debutó en el 2005 con los universitarios. Obtuvo el título de Liga en el Clausura 2009. Tras su paso exitoso en el Mundial de 2010 migró a la Premier League, pero un año después el equipo descendió y lo contrató el Zaragoza español. Volvió a Pumas para jugar entre 2016 y 2020.

Pumas cedió a su primer gran figura ni más ni menos que a los “Millonarios” del América, como un el ejemplo ideal de su recién creado programa de formación. Borja debutó a los 18 años, en 1964. Para el Mundial de Inglaterra, ya era delantero titular de la Selección Nacional y en 1968-69 ganó el título de goleo, además de un subcampeonato de Liga en la temporada previa.

En total anotó 69 goles en cinco años. Para 1969 solicitó al club un aumento de sueldo y, ante la imposibilidad de hacerlo, fue traspasado al América, donde se convirtió en uno de sus grandes ídolos en la década de los 70.

El máximo goleador en la historia del futbol mexicano vivió sus días de mayor gloria como figura de Pumas. Debutó como profesional en 1969 y en 1974 llegó con los universitarios, donde pasó solamente cinco temporadas, pero en las últimas dos alternó con Hugo Sánchez de manera destacada. Con Pumas marcó 151 goles en 184 partidos y ganó una Copa en 1974-75 y la Liga de 1976-77. Además de cuatro títulos de goleo.

En 1979 Pumas lo transfirió al Atlante, donde anotó otros 108 goles y tres campeonatos de goleo, un total de siete consecutivos.

Campos es considerado el mejor portero mexicano de la historia  y uno de los máximos referentes en la historia de los Pumas, equipo donde debutó y permaneció en tres etapas: 1988-1995, 1998 y 2001-2004. Disputó un total de 274 partidos, donde anotó 34 goles, siendo portero. Además, fue referente del equipo campeón en 1990-91 y la Copa de Campeones de Concacaf en 1989. Con Pumas fue nombrado el mejor portero de la Liga en tres ocasiones.

Más allá de los logros, Campos se convirtió en un ícono internacional del futbol mexicano y un referente en la historia de Pumas. Sin embargo, su primera etapa en el club solo duró siete años, para ser transferido al Atlante. También Jugó en EEUU, donde se coronó con el Chicago Fire. En México consiguió un tercer título de Liga con el Cruz Azul en 1997, aunque no jugó por lesión.

Debutó y jugó con Pumas entre 1988 y 1996, donde se convirtió en el mejor defensa central del futbol mexicano en los Mundiales de ’94 y ’98. Con Pumas jugó 204 partidos, anotó 19 goles y se coronó campeón de Liga en ’90-91. Posteriormente fue vendido a Chivas, donde también ganó el título en el Invierno ’96. Además fue nombrado mejor defensa de la Liga en tres años consecutivos.

Se trata de uno de los últimos goleadores mexicanos formados en Pumas que tuvieron éxito en la Liga MX. Olalde no era muy mediático, pero sí muy efectivo. Debutó en Pumas en 1992 y permaneció con el equipo hasta el año 2000, para un total de 218 partidos y 81 goles. Además, fue campeón de goleo en 1999, el último mexicano en hacerlo con la playera de Pumas.

Posteriormente fue cedido a Tigres, entre 2000 y 2005, jugó 139 encuentros y marcó 35 tantos.

La afición nunca le perdonó el cambio debido a la identidad que tenía con el equipo. Además, los mejores momentos del delantero guanajuatense fueron precisamente con Pumas, donde disputó 90 partidos y anotó 30 goles. En cuanto a títulos, solo consiguió el bicampeonato en toda su carrera. Con Cruz Azul jugó 48 encuentros y marcó 25 goles, antes de ser transferido al Benfica, donde tuvo un paso breve.

Pese a que era un jugador surgido de La Piedad, Kikín Fonseca se convirtió en ídolo y figura de la afición de Pumas, fundamental para el Bicampeonato del 2004. Llegó a Pumas en el 2002 y para el 2005 fue cedido a Cruz Azul.