Además de una brillante carrera con el Atalanta de la Serie A, el “Papu” Gómez tiene una colección de experiencias a lo largo de su carrera
En el 2007 el Arsenal de Sarandí sorprendió al continente, pues como un equipo modesto del futbol argentino se convirtió en campeón de la Copa Sudamericana. De hecho, la Final de ese torneo la disputó ante América y, en la Ida, un joven de 19 años se destapó con dos goles en el Estadio Azteca: Alejandro Darío Gómez, “El Papu”, porque su madre lo llamaba “Papuchito” cuando era bebé.
Al final, los dos goles que marcó Alejandro con los que Arsenal le dio vuelta al América para ganar de visita 3-2 fueron fundamentales, porque en la Vuelta perdieron 2-1 y se coronaron por haber marcado más goles como visitante en la serie.
Ese título ha sido el único que ganó el “Papu” a nivel clubes desde su debut a los 17 años con el pequeño equipo bonaerense, además de Mundial Sub-20 de Canadá, también en 2007.
Originalmente jugaba como extremo por su gran velocidad y su baja estatura. Pero actualmente tiene 33 años de edad y, ante su pérdida de velocidad encontró acomodo como media punta. Sin embargo, tiene tanta versatilidad que puede jugar en cualquier parte del ataque.
Desde entonces, mostró un futbol vertical, con gran velocidad y habilidad, excelente visión del campo y un disparo certero de media distancia. En el espacio largo prácticamente es imparable, sabe moverse entre los espacios y desde tres cuartos de campo amenaza con disparar desde cualquier sector del campo. Pero también se sacrifica en la recuperación del esférico.
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Nadie habría imaginado entonces que joven volante viajaría por el mundo jugando futbol y coleccionando experiencias, pero que también desarrollaría facetas como apoyar a personas vulnerables a causa de la pandemia, vivir una guerra civil, ganar un disco de oro, cocinar, destacar en la Serie A y este sábado busca convertirse en Campeón de América.
Los horrores de la guerra
“El Papu” tenía 14 años cuando fue convocado por Jorge Burruchaga para hacer la pretemporada con el Arsenal, pero su debut se dio hasta 2005.
En 2009 saltó a San Lorenzo y se catapultó al futbol europeo con el Catania, donde jugó tres años. Hoy hay una imagen suya en las afueras de su estadio. En 2013 pidió salir del club hacia el Metalist Járkov de Ucrania, con la idea de disputar la Champions League. Sin embargo el equipo fue suspendido de la competencia por la UEFA, acusado de amaño de partidos.
Desde un inicio, no se sintió cómodo en el equipo y pidió su cambio pero tuvo que permanecer un año, al tiempo que Ucrania vivía una guerra civil en Ucrania. Lo que detonó que un año después saliera de Ucrania junto con otros tres compañeros.
“En agosto de 2013 me fui a vivir a Kharkiv. Pensé: es la elección correcta, es una hermosa ciudad, había otros jugadores argentinos. Pero estalló la guerra y lo común fue empezar a ver personas armadas en las calles. Un drama. Un día estaba con mi esposa y mi hijo y quedamos en medio de un violento enfrentamiento entre las dos facciones. Acá no nos podemos quedar, fue lo primero que nos dijimos”, relató sobre aquella experiencia.
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Además, contó que la vida en aquella ciudad era difícil porque todavía había secuelas del accidente nuclear de Chernobyl: “No podíamos usar el agua porque estaba contaminada. Me sirvió económicamente, pero perdí un año futbolístico y, sobre todo, un año de mi vida” y agregó que incluso a su esposa se le caía el cabello por el estrés de la situación.
Su momento con el Atalanta
Un año después, en 2014, se marchó al Atalanta donde su carrera se catapultó. El equipo desarrolló un modelo de formación de jugadores que lo sacó de pelear por el descenso cada año a pelear por lugares en los torneos europeos. “El Papu” se convirtió en un factor crucial para esta transformación. En su primer año marcó tres goles y dio tres asistencias. Al siguiente fueron siete goles y 10 asistencias, luego fueron 16 y 11 en 2016-’17, siete goles y 16 asistencia en 2019-’20.
Pese a que fue el referente del equipo, su relación con el técnico Gian Piero Gasperini se desgastó y terminó fuera de las convocatorias del equipo hacia finales del año pasado y migró a España para jugar con el Sevilla.
En este periodo debutó con la selección Argentina, convocado por Jorge Sampaoli en 2017. Solo ha jugado siete partidos y marcado tres goles. De ellos, dos han sido partidos eliminatorios para Qatar 2022 y otro par en la actual Copa América, contra Paraguay y Bolivia, con un tanto en cada partido.
Pero el éxito deportivo no ha sido todo en su carrera. Su lado humano también está lleno de éxitos y colorido.
Disco de oro
En noviembre de 2017, “El Papu” consiguió algo que ningún otro futbolista ha conseguido: ganar un Disco de oro, con la canción “Papu Dance”, que grabó con el grupo italiano “Gli Autogol”. La idea surgió luego que el argentino y Marco Borriello comenzaron a bailar en el vestidor del Atalanta como broma. Cuando el baile se convirtió en una canción, resultó un hit en redes sociales, con 46.5 millones de reproducciones en Youtube.
El dinero recaudado, sirvió para apoyar a la Academia Insuperabili, un instituto de futbol para niños con discapacidades mentales. Mientras el delantero usa su baile para festejar sus goles.
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“Soy padrino de una fundación de chicos discapacitados, una Academia que está en toda Italia, que son chicos discapacitados que juegan al futbol. Y, bueno, todo lo recaudado va con ellos, con las canciones que se descargan por Internet”.
Su lado humano
Entre 2016 y 2018, “Papu” saltaba al campo con gafetes de capitán que tenían diseños diferentes para cada partido. Incluían desde dibujos animados hasta homenajes y mensajes reivindicativos. Al final, la Serie A decidió prohibir estos diseños, algo que el argentino criticó por la rigidez de la liga italiana: “Desafortunadamente en el fútbol actual los jugadores siempre cuentan menos”.
El año pasado, para apoyar a la gente afectada por la pandemia, participó en la iniciativa “The Biggest Game”, una subasta que convocó a futbolistas de todo el mundo a donar camisetas para ayudar a personas de escasos recursos a lado de gente como: Paulo Dybala, Andrés Iniesta, James Rodríguez, Virgil Van Dijk, Luka Modric, entre otros.
También en sus ratos libres “El Papu” se ha declarado un fanático de la cocina. De hecho, publica las recetas de sus platillos en su cuenta de Instagram.
Su flechazo con Cristiano Ronaldo
La originalidad con la que siempre se ha comportado el “Papu” también quedó marcada en una anécdota, cuando conoció a Cristiano Ronaldo, cuando llegó a la Juventus y ambos equipos se enfrentaron. El encuentro, aparentemente, dejó prendado del esmerado arreglo personal del astro portugués.
“Le pedí si podía sacarse una foto con Bauti y te juro que parece de mentira. Es increíble, un muñeco hermoso, no lo podés creer. Es Ken, el de Barbie, hermoso, hermoso”, comentó entre risas.