Desde los 15 años, Sergio “Checo” Pérez inició su camino a la F1 en Europa y gracias a su tesón y talento, ya tiene 11 años en la Gran Carpa
¿Checo Pérez pasaría desapercibido en el sofá del lobby de un hotel? La respuesta es casi obvia. Pero sí, por varios años Sergio esperaba a sus amigos sin que nadie supiera quién era. Ni siquiera los propios mexicanos.
Eso ocurrió hace 15 años, cuando recién tenía un año en Europa para competir en la Fórmula BMW. El año del Mundial de Alemania (2006) fue a ver a un amigo a un hotel de la ciudad de Jena. Y allí estaba, un chico delgado, un poco tímido, hundido en un sillón esperando a su amigo que viajó de México llegara, no para verle en una carrera, sino para mirar los partidos de la Selección en el torneo.
“Hola, buena tarde, me llamo Sergio Pérez… soy piloto”. Hoy es probablemente es difícil que ‘Checo’ se presente de esa manera.
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Es verdad, sin las empresas que tiene detrás Sergio, sería muy complicada la historia que hoy en día tiene. En la F1 hay dos formas (en términos generales) para tener un asiento: llevar dinero a las escuderías que te aseguren correr una temporada o contar con una extraordinaria calidad para que Ferrari, Mercedes apuesten por ti.
‘Checo’, siendo honestos, llegó por la plata que traía con las empresas de Carlos Slim y también con InterProtección. Pero con el paso de los años demostró al mundo lo que América Móvil vio antes que todos: su tenacidad e insaciables ganas de mejorar siempre.
¿Cómo podemos explicarlo? Tendríamos que remontarnos a 2005, cuando Sergio tuvo la oportunidad de emigrar a Alemania para competir en la Fórmula BMW. Su primer año fue 14 y al año siguiente terminó sexto. Vivió sus primeros cuatro meses en un restaurante. Luego, de a poco, su historia comenzó a cambiar.
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Y parte de esa ‘suerte’ fue conocer a Juan Ignacio Casanueva, presidente y director general de InterProtección (una marca que ha sido leal desde entonces a ‘Checo’ y él con ellos). En una de las carreras: “le dije que, si ganaba ese día, le daría 5 mil dólares. Luego ganó tres… Así comenzó todo”.
Hace unos años Sergio le comentó a Forbes México que “probablemente, lo último en mi lista de importancia sea el dinero”. Para él, antes que la plata está la fidelidad. Y eso lo han valorado América Móvil y claro, InterProtección.
Ignacio Casanueva dice que la principal virtud de ‘Checo’, además de sus capacidades como piloto, es la valentía. “Se fue a vivir a Europa sin nadie. Dejó todo a los 15 años, para crecer. Tiene el valor de la tenacidad y creo que, para México, es un buen ejemplo de que es posible competir con quien sea, y ganar”, comentó hace unos años en una reunión con la prensa.
También demostró que tiene la fortaleza de enfrentar las cosas. En un mundo donde la plata y los dueños deciden qué hacer, ‘Checo’ plantó cara cuando era piloto de Force India al demandarlos para tratar de salvar el empleo de 400 personas.
Quizás el momento más complicado de Sergio fue cuando era percibido como un personaje lejano a los aficionados mexicanos. En 2017 tuve la posibilidad de platicar con el experto Marco Tolama y comentó que “en un principio, Sergio era un piloto con una empatía y unión con los aficionados muy grande, pero eso se ha ido disolviendo”.
Pero justo esa demanda a Force India hizo que los empleados, los que hacen que el circo funcione, lo miraran como un piloto comprometido con la gente que trabaja, y luego con un auto que quizás no estaba a nivel de las grandes escuderías comenzó a competir con fiereza y dar resultados.
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El factor determinante, dicen los expertos, es su resiliencia. Jesús Canales, su entrenador personal, dice que su éxito está justo en la mente. “Es una carrera muy solitaria, al menos en la etapa formativa. Tener que irte tan chico de tu casa, en un país nuevo, con carencias. Tiene una fortaleza mental impresionante y no es algo con lo que naces, ese camino lo hizo forjar ese carácter”, comentó a la revista GQ.
¿Cómo triunfar mentalmente en la F1?
- En una competencia de alto nivel donde está presente la presión en todo momento, los pilotos deben aprender a manejar la ansiedad y crisis de pánico
- Es necesario que los pilotos tengan detrás a un coach mental o un psicólogo
- Hacer rutinas y trabajos de visualización
Fuente: Graining.es, Motosport, Forbes
El 6 de diciembre del 2020 fue una fecha clave para ‘Checo’. El día que ganó su primer GP en Bahrein y se quebró en el podio, fue ahí que México y el mundo de la F1 le entregaron todo su reconocimiento.
Seamos honestos, solo el dinero no hubiera permitido que Sergio Pérez tenga ya 11 temporadas en la Fórmula Uno. Han llegado muchos desde que él está y no todos se mantienen. Los expertos dicen que su capacidad de resiliencia lo ha mantenido. Después de su ‘fracaso’ con McLaren (que por varios años no fue competitivo) fue un golpe duro que resolvió con sus habilidades en la pista.
Con Red Bull no basta con tener calidad, hay que ganar y sumar siempre. La 2021 ya es la temporada con más podios en su carrera y la de más puntos. Pero todavía no es suficiente para la escudería que tiene una competencia férrea con Mercedes por ver quién es el mejor.
Checo tiene una frase que lo ha acompañado toda su vida: “Never give up”. Es casi un mantra para él. Cuando todos pensaban que a lo máximo que aspiraba Sergio era estar solo en un equipo de ‘baja monta’, logró en un par de años dar una vuelta de tuerca para convertirse en un protagonista.
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Hoy ningún mexicano pasaría por alto ver a Sergio Pérez en un sillón y no acercarse para una foto o un autógrafo. Pero antes de ser el piloto temperamental y aferrado, se fue forjando su propio carácter en soledad y a más de 9 mil 500 km de distancia. A él la vida sí le regresó todos sus sacrificios y esfuerzos, algo que no siempre le ocurre a todos.
