El caso de Kelechi Nwakali con el Huesca ya le dio la vuelta al mundo tras la acusación que hizo el futbolista de origen nigeriano. Desafortunadamente el abuso es algo que se ve regularmente dentro del futbol internacional y no es la primera vez que salen a la luz casos como este.
Sólo para comenzar, actualmente en Chivas, Raúl Gudiño fue quitado de la titularidad del equipo tras jugar las primeras ocho jornadas. ¿La razón? Si bien no se dice abiertamente, medios y especulaciones indican que es presión para que renueve su contrato. Hasta el momento no ha renovado y sería jugador libre en el próximo verano. La razón así como tal, no te la podría decir; no sé si sea por tema de contrato, no sé si sea por decisión técnica. No sabría cómo responderte”, comentó sobre su situación.
En el futbol femenil también han ocurrido casos así, incluso sumando abuso sexual al de poder. Este fue el caso de la selección venezolana en donde las jugadoras denunciaron públicamente a uno de los entrenadores. “Nosotras, las jugadoras de la selección de Venezuela de diferentes procesos hemos decidido romper el silencio para evitar que las situaciones de abuso y acoso, físico, psicológico y sexual ocasionadas por el entrenador Kenneth Zseremeta tomen más víctimas en el futbol femenino y en el mundo”, sentenciaron.
Los abusos se encuentran desde que muchos jóvenes aspiran a convertirse en profesionales como el caso de Independiente de Avellaneda. Hasta 15 futbolistas en formación confesaron que sufrieron abuso sexual por parte de seis adultos a cambio de dinero. Los señalados son Martín Bustos (árbitro de fútbol), Leandro Cohen Arazi (relacionista público), Alberto Ponte (representante de jugadores), Alejandro Dal Cin (dueño de emprendimientos futbolísticos), Juan Díaz Vallone (empresario) y Silvio Fleytas (empleado de comercio).
¿Qué pasó con Kelechi Nwakali en el Huesca?
Una situación similar a la del portero mexicano pero llevada mucho al extremo. Nwakali confesó todo lo que ha vivido en tiempo reciente con la directiva del club español y todo por no querer renovar su contrato. Los maltratos han ido desde negarle ir a jugar la Copa Africana de Naciones con su selección hasta negarle pagos.
Según lo que redacta, la postura de la directiva era clara: “te pagamos lo que te debemos si firmas un nuevo contrato”. Kelechi no bajó los brazos, sin embargo tanto su salud como la de su madre empeoraron pero el club tampoco cambió su opinión, por lo que ahora la Asociación de Futbolistas Españoles ya tomó cartas en el asunto.
“Ante las numerosas informaciones que están apareciendo, algunas erróneas, AFE quiere aclarar que el despido se impugnará -como no puede ser de otra manera- ante los tribunales de la ciudad de Huesca con el objetivo de continuar salvaguardando los derechos laborales del futbolista. AFE entiende que, con esta resolución unilateral adoptada por el club, se han vulnerado claramente los derechos laborales de Kelechi Nwakali”, se lee en el comunicado.