Doctor Lavista 189. Un señor, desconocido por últimos instantes, aparca su coche en el estacionamiento y saca de su maletín una máscara hecha de las mejores telas. La mira y su mente entra en un flashback. ¿Cuántas veces habrá hecho lo mismo en estos 40 años? Cientos, quizás miles de ocasiones, pero él sigue sintiéndose capaz de hacerlo a sus sesenta años de edad. Además es una ocasión especial, ya que hoy es su noche, su fiesta. Lo acompaña su hijo, que desde hace poco cumple la misma rutina con él, codo a codo.
Ya enmascarados, salen del auto y entran a la Arena México, esa que ha visto al padre en sus horas más gloriosas. Saludan a todos y empiezan a prepararse para luchar. Sus amigos aguardan, sus enemigos también. Atlantis se pone su capa y sin más preámbulos sale al ring de la México Catedral, su casa… y se dispone a batallar y entregarse a su público, como tantas otras veces.
Su carrera profesional comenzó en 1983 con el mismo nombre que sigue portando a día de hoy en la ya inexistente Pista Arena Revolución de la capital mexicana, recién llegado de su Jalisco natal. Fue tal su performance que al año siguiente la Empresa Mexicana de Lucha Libre, ahora conocida como Consejo Mundial, se hizo de sus servicios y un jóven Atlantis de 22 años comenzó a ser programado en sus funciones. Rápidamente se convirtió en uno de los favoritos del público y, como era de esperarse, no tardó mucho en protagonizar una lucha de apuesta. El 21 de septiembre de ese año el “Ídolo de los Niños” desenmascaró al Talismán, Arturo Beristain. Ahí llegó la confirmación de que no sería una moda pasajera, sino que era un elemento fuerte que estaba para perdurar en la memoria de los aficionados.
Si bien las máscaras ganadas no significan ni éxito ni permanencia asegurada, uno de los puntos fuertes del Estandarte del CMLL son las luchas de apuestas. Más de 10 máscaras forman parte de su vitrina. Las más destacadas son las de Kung Fu, Mano Negra, Villano III, Último Guerrero y la Sombra, la última hasta la fecha. Nunca ha sido visto con el rostro descubierto aún, por lo que su máscara es, sin lugar a dudas, la más cotizada de la lucha libre mexicana hoy en día: “Unos 50,000 millones de dólares. Es mi vida la máscara, no tiene precio, por eso es la máscara más valiosa de la lucha libre. Tú le pones el precio, todo el precio que quieras”, aseguró el gladiador a la agencia EFE en una entrevista.
Campeonatos mundiales, de tercias, de varios pesos, trofeos, copas… todo eso y más posee el único luchador que se ha mantenido fiel al CMLL desde su debut en él. Tildado de consentido por la organización pero con una carrera intachable y acorde a su trayectoria, Atlantis sigue vigente luchando y a su vez mentoreando a Atlantis Jr., el que será el responsable de mantener viva la leyenda cuando él se retire.
Más allá de haber declarado que no apostaría más su máscara, varios medios y cuentas de las diversas redes sociales aseguran que hubo charlas para que este año en el 90 Aniversario, el luchador vuelva a apostar su incógnita ante Fuerza Guerrero y Octagón, en lo que sería un triangular de leyendas con final suicida. Por lo pronto, no está confirmado quien encabezará la lucha estelar del evento magno.
¿Te gustaría que Atlantis vuelva a apostar su máscara? ¿Que puesto ocupa en tu top de mejores luchadores de la historia?