Nos encontramos en la recta final de 2021, y los pocos esports que faltaban por disputarse ya han llegado a su fin. El Hearthstone World Championship del popular juego de cartas de Blizzard basado en el universo de Warcraft ha coronado a un nuevo campeón, pero que curiosamente comparte nacionalidad con el anterior, y ante el que disputó esta final en busca de la gloria máxima.
Wataru «Posesi» Ishibashi se llevó la gloria de nuevo a Japón, consiguiendo el primer puesto del torneo mundial y un premio de 200 mil dólares. En segundo lugar, quedó el campeón de 2020, Kenta “glory” Sato, también japonés, y que se llevó 100 mil dólares gracias al subcampeonato.
Un torneo que no decepcionó en ningún momento, y que estuvo cerca de ver a un campeón repetir triunfo, algo que todavía no ha ocurrido en la historia del juego. Uno de los favoritos, Gabriel “Gaby” Jeanne, fue superado por Posesi en la primera ronda. Un campeonato en el que el japonés sufrió, pero consiguió llegar a la final tras superar una semifinal por 3 a 2 ante Kyle “McBanterFace” Spigelman.
Finalmente, una final japonesa, todo un logro para el país asiático. En un encuentro realmente igualado, la gloria terminó siendo para Posesi, un nuevo campeón que superó a glory por 3 a 2 y volvió a poner a su país en lo más alto de Hearthstone. Un juego que con este nivel de competición, solo puede seguir creciendo en el Japón.
Japón comienza a asomarse
Japón no es un país que destaque en exceso a nivel esports, especialmente por la cultura de videojuego instaurada en el país, que es enorme, pero enfocada en su gran mayoría a las consolas e históricamente a los salones arcade. Los ordenadores de sobremesa han formado parte de la cultura del videojuego nipón en el pasado, con ordenadores como el FM Towns o el Sharps X68000.