El aeropuerto estaba atiborrado de gente para recibirlo. Medios de comunicación y aficionados esperaban con ansias la llegada del fichaje estrella. “Estoy muy feliz, por la gente, por la familia, yo también y la ciudad de Monterrey que es muy linda”, fueron las primeras palabras de Gignac en territorio mexicano. Como si se tratara de amor a primera vista. La historia comenzaba.
Gignac llegó con seguridad a Nuevo León y transmitía alegría para todos. Pocos esperaban que un jugador que venía de un equipo histórico de Francia, estuviera convencido de realmente venir a Tigres. Más allá del dinero que gana, le ofrecieron un estilo de vida al que pocos se resistirían.
Algunos jugadores han preferido salir del país a cuestas de lo que ganan. Iván Marcone es un ejemplo de ello, pues el mismo Cruz Azul informó que una de las razones de su salida fue el asalto que sufrió en la Ciudad de México. La historia es distinta con el delantero francés, vive en San Pedro Garza García, una de las mejores zonas en Nuevo León y toda Latinoamérica.
Incluso, el municipio está catalogado como el de mayor índice de desarrollo humano de todo el país. De las 206 colonias, sólo 10 presentan una irregularidad en cuanto a inseguridad y el mismo desarrollo económico. Hace algunos años, fue catalogada como la más rica de América Latina y también la más segura. Estos datos son importantes si se considera que el sur de Monterrey, es una de las zonas donde hubo más actividad delictiva en el país, principalmente por por parte del narcotráfico.
Con los 4.5 MDD que gana por temporada, se puede dar muchos lujos. El centro de Monterrey queda a menos de 15 kilómetros de San Pedro y es un espacio donde hay distintas actividades. Incluso dentro del mismo municipio, hay un gran número de plazas y centros comerciales. Destacan el Parque Ecológico Chipinque, el Planetario Alfa, el Parque Rufino Tamayo y el museo del Obispado. Todo al alcance de su delantero estrella.
En ocasiones han surgido rumores sobre clubes interesados en el francés pero él ha sido firme con sus convicciones: se quiere quedar en Tigres. Incluso recientemente declaró que tras su retiro no piensa regresar a Francia y que quiere un puesto dentro de la institución felina.
El cariño también es importante
La cereza en el pastel es su conexión con la gente. La ilusión de los incomparables se ha visto bien recompensada. No importa que Gignac tenga un mal partido, siempre es cobijado por su afición. El francés quiere y se deja querer. Él lo ha dicho, “No soy un talento como en lo grandes clubes, no soy Messi”, pero sus fans lo tratan como si lo fuera.
El delantero trabaja para el futuro de su familia y tiene claro que su labor es meter goles. No ha quedado mal con su equipo y le agradecen con el trato hacia él.
“La imagen de México en Francia es más de violencia. Cuando vienen de vacaciones me dicen que México no es así pero sí es así. Es una vida hermosa, gente increíble y me gusta vivir aquí. Simplemente lo que elegí para mi familia era lo mejor. En este momento soy el más feliz para ellos”, afirmó Gignac en entrevista para su club.