El sábado ocurrió un tiroteo fuera de la casa de los Nationals de Washington, que recuerda el de 2011 en casa del Santos de Torreón
Hace casi una década, la noche del 20 de agosto de 2011, el Santos Laguna recibió en un partido de Liga a Monarcas Morelia. El partido transcurrió sin eventos trascendentes hasta el minuto 40, cuando un grupo de hombres armados inició un tiroteo en las inmediaciones del entonces Territorio Santos Modelo, lo que provocó pánico en las tribunas, que fueron desalojadas al campo y la suspensión del partido.
Se trata del único hecho de este tipo en la historia del futbol mexicano y dio la vuelta al mundo, calificado como el reflejo de la crisis de inseguridad que impera en el país, como consecuencia del enfrentamiento de grupos antagónicos del crimen organizado. El tema también fue tendencia en Twitter.
Afortunadamente, solo un policía resultó herido en el enfrentamiento y ningún tiro llegó al interior del estadio. A pesar de ello, las imágenes en televisión lucieron aterradoras: los aficionados debieron esconderse debajo de las butacas y posteriormente fueron desalojados al campo de juego, varios de ellos sufrieron crisis nerviosas. Además, los jugadores salieron corriendo del terreno de juego para protegerse en los vestidores.
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“Es momento para reflexionar y hacer un llamado fuerte y poderoso a las autoridades porque hoy vi muchas caras de desilusión por lo que hemos llegado a vivir”, lamentó Alejandro Irarragorri, presidente de Santos, luego de la balacera.
Un año antes, una situación similar obligó a suspender un juego de la Liga Mexicana de Beisbol en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, una región particularmente peligrosa por los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado. Pero, pese a que la situación de inseguridad rampante que impera en el país, este tipo de acontecimientos no son exclusivos de México.
El tiroteo en Washington DC
El sábado, un evento similar ocurrió justo afuera del Nationals Stadium, de Washington D.C. en la capital de EEUU, durante un partido entre los Nats y los Padres de San Diego. El juego se suspendió en la sexta entrada, cuando el sonido local informó de un tiroteo en la zona del jardín izquierdo, fuera del estadio, en la calle South Capitol Street.
La policía local reportó una balacera entre dos vehículos, que dejó un saldo de tres personas heridas. Entre ellos, se encuentra una mujer que asistía al partido y recibió un disparo perdido en la balacera.
Los hechos provocaron un pánico similar al de Torreón al interior de las tribunas del estadio. Los 33 mil aficionados que estaban al interior también buscaron cubrirse debajo de las mesas en las zonas de comida y detrás de los asientos. El sonido local, mientras tanto, solicitaba a la gente que permanecieran en el inmueble.
“Fue simplemente una escena caótica”, dijo el jefe de umpires, Mark Carlson. “Escuchamos lo que sonó como disparos rápidos. No sabíamos de dónde venía”.
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Los testigos relatan que solo se escucharon dos detonaciones y que en algún momento pensaron que se trataba de una práctica de fuegos artificiales y se alertaron cuando vieron a un sector de la tribuna dirigirse a la salida.
Entonces algunos aficionados pensaron que los disparos provenían del interior, por lo que creció el pánico, principalmente entre los niños que estaban presenciando el partido.
De inmediato inició un operativo policíaco y de servicios de emergencia, para atender a los posibles heridos y personas en shock.
Cuando cesaron los disparos, algunos jugadores, entre ellos Tatis Jr. ayudaron a abrir los accesos al campo desde las tribunas, para permitir que la gente bajara y se sintiera más segura. Algunos de ellos se aglomeraron en el dogout de los Padres, ubicado junto a la tercera base del campo.
Finalmente, el sonido local permitió a los aficionados salir del estadio, pero los invitó a hacerlo por otra zona que no fuera el jardín izquierdo, donde se encontraban los servicios de emergencias. En su cuenta de Twitter, el equipo local reportó, poco después del incidente:
“Se ha reportado un tiroteo fuera de la puerta de la tercera base en el Nationals Park. Se exhorta a los fanáticos a salir del parque por las puertas del jardín central y el jardín derecho esta vez”.
Tatis Jr. y Machado, los héroes
Al inicio de los disparos, el campocorto de los Padres, Fernando Tatis Jr., “Salía corriendo al dogout”. Estaba teniendo un partidazo: de 4-4 con dos carreras anotadas y dos impulsadas. Su equipo es de los mejores en las Grandes Ligas y pelean por un lugar en los playoffs con los Dodgers y los Gigantes.
Cuando la confusión comenzó, tras los disparos, Tatis y sus compañeros Manny Machado y Will Myers encabezaron a un grupo de jugadores que regresaron al campo para ayudar a abrir las puertas de las tribunas para acceder al campo.
Finalmente el partido se pospuso hasta este domingo y se reanudó sin contratiempos.
Tristemente, el antecedente ya quedó registrado, como una historia triste del deporte.