Tres datos que es importante dimensionar: el promedio de bateo de este año es el más bajo hasta el momento en toda la historia de la MLB con .236; segundo punto, el average de ponches más alto de todos los tiempos (por ahora) es el de esta temporada con 8.98. Un detalle más, según las estadísticas -si se conservan los mismo números de este 2021- veremos 23 juegos sin hit ni carrera, una locura, superando casi tres veces la cifra histórica. Algo está pasando. 

Todos estos números están sobre la mesa porque esta temporada se han presentado seis partidos sin hit ni carrera. Los récords, en pocas palabras, se están despedazando. Y claro, eso no es normal. Según las proyecciones y las cifras de Baseball Almanac y Baseball Reference apuntan que este año será histórico para el beisbol. 

Especialistas de The Ringer, Fox Sports y Sports Illustrated han tratado de documentar qué ocurre. No hay una respuesta científica o ‘correcta’, aunque apuntan a tres motivos principalmente:

1.- La evolución de los datos y el estudio de los pitchers

2.- Los cambios que ha sufrido la pelota Rowling que beneficia por ciertas características a los pitchers

3.- Las ofensivas (en general) no están todavía en su máximo nivel competitivo 

en Verlander, uno de los analistas de Fox Sports, dice que quizás uno de los principales motivos sea “el enorme y vertiginoso avance de la tecnología, los datos en tiempo real, el estudio a profundidad de los bateadores y los pitchers tiene la ventaja de saber qué lanzar”. Y cuando lanzan a más de 92 millones por hora en promedio es difícil saber qué va a pasar.

Para muchos la evolución de los datos, la sabermetría y la tecnología han permitido que los pitchers muchas veces tengan una ligera ventaja. Uno de estos aparatos que han incrementado el número de información que hay en el beisbol es el TrackMan, que son unas pequeñas cajas las cuales capturan y transmiten información de cosas como velocidad de giro, inclinación, punto de lanzamiento, donde aterrizó un lanzamiento, plano de swing para el bateador, velocidad del bate, velocidad de salida, ángulo de lanzamiento.

Y con todo esto los lanzadores tienen cierta ventaja respecto a los demás porque conocen sus debilidades exactas, dónde es menos productivo, cómo lanzarles a los bateadores.

Desde 2017 que no había más de cuatro sin hit ni carreras en las Grandes Ligas. 

También las tendencias de los datos dicen que como nunca antes los bateadores de las Grandes Ligas tenían un promedio de bateo tan bajo: .236, la cifra más ‘cercana’ a este número fue en 1968 cuando la media fue .237. En realidad solo cuatro veces en la historia de la MLB se ha presentado cifras menores al .240.

Lo mismo ocurre con el average de los hits por partido. La temporada 2021 tiene 7.81 hits y es la segunda cifra más baja de la historia solo ‘mejor’ que en 1908 donde fue 7.73. Entre los cinco promedios en este departamento en la historia, tres son entre los primeros años del siglo XX.

Otro de los puntos que han señalado en programas de análisis de ESPN en Estados Unidos son las pelotas Rawlings las cuales este año -según informó la MLB, “aflojaron la tensión del primer bobinado de la lana” y eso ha dado cierta ventaja para los pitchers.

“El lanzador tiene el control; se le permite tirar lo que quiera y donde quiera. Como bateador, podría tener todos los números del mundo explicándole al lanzador al que me enfrento, todo lo que hace bien y todo lo que hace mal, pero no puedo obligarlo a lanzar un lanzamiento con el que lucha”, comentó Ben Verlander.

Los bateadores viven una crisis, al menos eso indican los datos. No son todos, pero el promedio no beneficia las cifras finales de la MLB. Tecnología, más condiciones de la pelota y hasta el nivel deportivo de los jugadores nos están llevando después de dos meses y días de temporada a un camino de cifras históricas, para algunos positivas y para otros muy negativas.

Lee también: La magia de la “bola vacía” regresa a las Grandes Ligas