El futbolista neerlandés tomó la decisión de dejar el fútbol europeo para llegar a Sudamérica como una estrella y vivir una experiencia a pura samba brasileña en Corinthians. El club lo compró tras su último paso en la liga de Francia sabiendo que es uno de los tantos futbolistas con mucha atracción a las fiestas y la música. Ahora, residiendo en un nuevo país para él, fue furor por haber documentado 12 horas fuera de lo normal para un profesional.
Brasil es sinónimo de alegría. El fútbol es crucial para ellos pero también va de la mano con la diversión y eso es lo que fue a buscar Memphis Depay tras firmar con Corinthians. A pesar de haber sido eliminados en semifinales de la Copa Sudamericana ante Racing Club de Avellaneda, el futbolista de Países Bajos sigue pasándola más que bien en un país donde la fiesta es moneda corriente. Y aunque no fue destacado por eso, pasó más de medio día afuera de la concentración normal de un futbolista y conoció más desde lo profundo la realidad de los brasileños.
En Santo André, Depay visitó el Jardim Santa Cristina y conoció los habitantes que residen allí. Además conoció la cancha precaria del Deportivo Gaza, club amateur de integrantes del propio barrio. La música nunca falta y el delantero aprovechó para aprender sambas características de la zona. Tras fichar por el Barça, Memphis afirmó que la música es lo más parecido a una terapia para él. De esta forma, consigue evadir la mente del fútbol y, al centrarse en la música, consigue tener la cabeza centrada en otros ámbitos. Sus inspiraciones son 50cent, Tupack y ha reconocido públicamente que le gustaría hacer una colaboración con Drake. “Si estás oyendo esto, soy Memphis y juego en el Barça, Drake, vamos a hacerlo”, le declaró entre risas al cantante. Asimismo, “No Love” es la canción del jugador holandés con más visitas en las plataformas de reproducción en ‘streaming’. Su tema ya superó 10M de reproducciones, seguida de “Fall Back” y “2 Corinthians 5:7”. Pero claro, en Brasil ese género está mucho menos desarrollado.
Y no solo aprendió de música, se divirtió bailando, visitó una peluquería del barrio, probó comida que nunca antes había ingerido y entusiasmó a todos los niños que lo vieron pasar. Hoy, Memphis es la gran estrella del club que viste de blanco y negro y que pise una favela no es cosa de todos los días. Fue un gesto de cariño a la gente que lo apoya desde que llegó al actual equipo y demostró que no tiene desapego con aquellos que no la pasan tan bien. Es más, se mostró mucho más terrenal y humilde que dentro del campo de juego.
Las alitas de pollo al asador lo volvieron loco. La comida al paso enamoró al neerlandés y después le cayó de sorpresa a la casa de Doña Sirley, reconocida vecina de la zona, con instrumentos. Tocaron un rato, hasta que se hizo de noche y se fue a un bar. Obvio, alguna copa bebió, pero nadie se lo impedía por la fecha FIFA y el descanso que le permitió el club Paulista que se encuentra en el puesto 11 del Brasileirao.
En modo de agradecimiento, le regaló barra libre a toda la gente que lo acompañó en la travesía: Dejó todo en su cuenta, se encargó de que todos pasen un gran momento y expresó: “Derriben la barra, luego pago todo yo, de eso no se preocupen”. ¿El gasto? Casi 7 mil reales, es decir, más de 1200 dólares, y cerró la noche yéndose después de las 3 de la madrugada. El jugador del Timao decidió ser feliz conociendo la realidad de sus fanáticos. La gente le demostró amor y prometió volver en busca de más fiesta.