Raramente se ha presenciado que, en una ceremonia gala donde todo es correcto y formal, se tenga que contener al público de abuchear. Sin embargo, hoy, en la prestigiosa ceremonia de entrega del Balón de Oro, otorgado por France Football, se ha producido otra victoria para Argentina sobre Francia, igual que aquel fatídico, para los franceses, 18 de diciembre en la final del Mundial disputada en Qatar. Emiliano Martínez y Lionel Messi, ambos figuras en la Copa del Mundo, se han llevado los premios Lev Yashin al mejor portero y el Balón de Oro al mejor jugador de 2022, respectivamente. En el cumpleaños de Maradona, la bandera argentina volvió a ondear con orgullo y Leo Messi, el sucesor confirmado del Diego, ha consolidado aún más su figura como el mejor jugador de la historia.

El Théâtre du Châtelet de Paris fue nuevamente el escenario para una nueva gala del Balón de Oro. La edición número 67 de la entrega de premios de la revista France Football se tiñó de dos colores, celeste y blanco. Celeste porque los dos mejores equipos de fútbol del año pasado se llevaron todos los premios que pudieron, tanto individuales como grupales: El Manchester City se coronó cómo mejor equipo masculino y su centrodelantero Erling Haaland con el premio al mejor goleador del año. Por su parte, el seleccionado argentino sumó el premio Lev Yashin del Dibu Martínez y el octavo (si, octavo) balón de oro de Lionel Messi, el primer jugador en ganar el premio en tres décadas diferentes, ya que el primero lo consiguió en 2009.

La situación más curiosa de esta gala ocurrió cuando Emiliano Martínez, arquero del Aston Villa y la Selección Argentina, subió a recibir su premio. Ante el compilado de atajadas que preparó la organización del Dibu en el Mundial de Qatar, varios franceses abuchearon al arquero mientras daba su discurso, como lo habían hecho cuando entró a la gala en la alfombra roja. La atajada a Kolo Muani, repetida más de una vez en pantalla, hizo estragos hasta en Kylian Mbappe y Didier Deschamps, presentes en el público.

Las palabras sobran cuando se habla de Lionel Messi en cuanto a distinciones individuales. Este año ha ganado el Premio The Best -su segundo-, dos premios Laureus y ahora este Balón de Oro, su octavo. “la verdad que todavía no me acostumbro al tema de las galas y los premios. El primero fue hace dos mil años, hace muchísimos tiempo. Y creo que hoy ya con el último me siento mucho más suelto y más tranquilo y disfrutando todo de otra manera”, declaró el capitán del Inter Miami, que fue acompañado por sus hijos en el escenario y por David Beckham, propietario del conjunto de la Florida.

Por último, al cerrar su discurso, Messi se acordó de Diego Armando Maradona, que hoy habría cumplido 63 años. Con la voz entrecortada, le dedicó el galardón y dijo que la gala fue la mejor manera de festejarlo, con fútbol.