En su momento, Robinho estaba destinado a ser uno de las estrellas del futbol brasileño. Desafortunadamente el destino le tenía un camino distinto donde incluso podría pisar la cárcel.

Robinho comenzó a destacar desde muy joven cuando jugaba futbol sala. Fue descubierto por el Santos, quien lo puso a jugar en el primer equipo con 17 años de edad.

Desde ahí, aficionados y seguidores del futbol brasileño comenzaron a colocarlo como la máxima promesa del país. Incluso llegó a ser reconocido por el mismo Pelé, quien trabajaba al interior del club brasileño.

Su ascenso no se detuvo y en 2005 fue fichado por el Real Madrid. En la Casa Blanca no especularon sobre él, le dieron el peso de la camiseta ’10’, aquella que había dejado Luis Figo en el club. Tristemente su desempeño estuvo lejos del esperado, tanto que ni siquiera cumplió los cinco años de contrato por los que había firmado.

Fue el Manchester City el club que volvió a confiar en él y, en épocas de reestructuración, lo convirtió en uno de los fichajes más caros de la historia para ese entonces. En 2008, los Cityzens pagaron una cifra que rondó los 45 millones de dólares por el brasileño.

Robinho en su paso por el Manchester City

La historia es sabida, tampoco triunfó en la Premier League. Regresó a Brasil en un par de ocasiones, jugó en Italia, China y Rusia pero su ‘estrella’ ya se había apagado. Luego de conseguir la clasificación a la Champions League con el Basaksehir, regresó una vez más al club que lo vio nacer.

Dicha noticia le dio la vuelta al mundo, pues su sueldo sería similar al salario mínimo en el país sudamericano. Robinho prometió llegar a ‘regresar’ algo de lo que el club le dio, ahora que pasan por serios problemas económicos. No pasaron muchos días cuando ya había rescindido su contrato debido a sus problemas legales en Italia.

Robinho en su último fichaje con Santos de Brasil (2020)

La acusación y su tentativa sentencia

Fue en 2013, cuando estaba en las filas del Milan, que el brasileño estuvo inmiscuido en problemas legales. El futbolista fue acusado por ser partícipe de una violación grupal en una discoteca italiana. En 2017 condenaron al futbolista a nueve años de prisión.

Para aquel entonces, el futbolista apeló la sentencia y se declaró inocente. Si bien pagó una indemnización de 60 mil euros, siguió con su carrera y no fue hasta el presente 2020 que dentro del caso le rectificaron la sentencia establecida.

Según información de diversos medios como CNN, el futbolista deberá esperar 90 días para volver a apelar la decisión pero no deberán pasar 45 días más a ese plazo para que el futbolista tenga que cumplir con la sentencia.

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