A cinco años de su creación, la Liga MX Femenil ha logrado grandes cosas dentro del futbol, no solo en nuestro país, también se ha puesto en la mira de ligas de todo el mundo. Algunos clubes como Pachuca deciden invertir en fichajes top-mundial, pero la realidad es que la precarización del salario en la Liga MX Femenil continúa, como el caso del equipo femenil de Gallos.Esta historia comenzó cuando a través de su cuenta de Instagram, la jugadora Mayra Estrada se comunicó con el goleador de Tigres, André Pierre Gignac, para pedirle camisetas que pudieran rifar para obtener recursos.

Ante esta situación André ofreció 19 playeras del club regio para rifarlas y que de ahí las futbolistas puedan hacerse de las ganancias para solventar pasajes o alimentos. El club aclaró en un comunicado que no hay adeudos con el equipo femenil. De acuerdo con Gallos los contratos son de 10 meses y no hay pagos los meses de enero y julio, “como ocurre en gran parte de los equipos a nivel mundial”.

Pero esta no ha sido la única ocasión en la que jugadoras de la Liga hacen públicas las malas condiciones salariales que poseen, Licha Cervantes en sus inicios con Atlas, ganaba únicamente 1,500 pesos.

Según datos de ESPN una jugadora promedio de la Liga MX gana entre 4 mil y 8 mil pesos mensuales, nada que ver con algunas futbolistas de equipos como Tigres, Monterrey y América que llegan a percibir un sueldo mensual de 110-120 mil pesos al mes.

Lo que se puede costear con un salario de la Liga MX Femenil

A decir de datos de El País, el costo de una canasta básica en México es de unos 1,229 pesos, en el caso de ganar 4 mil pesos, se podrían comprar 3 canastas básicas y en el caso de los 8 mil, casi 7 canastas con lo esencial como aceite, frutas, verduras, etc. 

Otro ejemplo sería el pago de las rentas. Muchas jugadoras son originarias de otro estado u otro país y al estar en su club tienen que arreglárselas para encontrar dónde vivir. Una renta en la CDMX (dependiendo de la zona) puede ir desde los 10 mil hasta los 25 mil pesos mensuales, ni con 4 ni con 8 mil pesos una jugadora podría costearse esto, y ni mencionar los servicios como el agua, gas o luz. 

En cambio, si tomamos el sueldo del atacante felino quien percibe cerca de 20 millones 138 mil pesos anuales (1 millón 678 mil 167 pesos al mes), se podrían comprar alrededor de 1,400 canastas básicas mensualmente o pagar rentas y servicios sin ningún problema. 

La Liga y los directivos de cada club deben arreglar estos asuntos para que el balompié femenil mexicano continúe avanzando no solo en materia futbolística sino también en temas de igualdad.