Dentro de las pocas noticias que tienen los Golden State Warriors en esta temporada entra el debut de Pat Spencer. Con el número 61 en la espalda, anotó sus primeros dos puntos en la liga ante Memphis Grizzlies, con un donqueo que hizo explotar al Oracle Arena. Cualquiera vería que Spencer es un jugador de fondo de banquillo más, pero en realidad su desempeño deportivo es comparable a los mejores atletas universitarios de la historia pero no en el baloncesto, sino en el Lacrosse.

Nació el 1 de diciembre de 1999 en North Wales, Pennsylvania. Desde pequeño se fue a vivir a Maryland y, estudiando en la Boys Latin School de Maryland se desempeñó en dos deportes: el baloncesto y el lacrosse. Si bien se desenvolvía bien en el campo como en el parqué, decidió aceptar una beca de la Universidad de Loyola- Maryland para jugar al lacrosse. En los cuatro años que estuvo allí (2016-2019) Pat Spencer sumó 231 asistencias, una cifra que lo convirtió en el máximo asistente en la historia del lacrosse universitario, además de quedar como el segundo máximo anotador de la competición con 380 goles. Luego de ser All American sus 4 años y ganar el premio Teewarton en 2019, fue seleccionado por los Utah Archers con el número 1 del draft de la liga de ese deporte originario de la costa este de Norteamérica. Sin embargo, nunca llegó a debutar en la máxima competencia, ya que quería apuntar sus esfuerzos a ser elegible para… ¡La NBA!

Luego de haber terminado su Bachillerato en Finanzas y Negocios y de haber sido elegido en el draft del lacrosse, Spencer usó su último año de elegibilidad para el Draft de la NBA y jugó al baloncesto en la mejor división de la NCAA con la Northwestern University. Un base atlético y con capacidad anotadora, logró promediar 10.4 puntos, 4.1 rebotes y 3.9 asistencias por juego. Ya en 2020 se disponía a disputar sus últimos partidos cuando la pandemia paralizó al mundo, por lo que al final de esa temporada arrancó su carrera profesional en Alemania luego de no haber sido elegido en el Draft de 2020, que incorporó a jugadores como LaMelo Ball, Anthony Edwards o Tyrese Halliburton. Luego de disputar una temporada en suelo germano, el Capital City Go Go, filial de los Washington Wizards de la G-League, se hizo con sus servicios y lo repatrió en Washington. En julio de 2022 firmó un contrato Exhibit 10 con los Golden State Warriors y, entre el conjunto de NBA y su filial, ha jugado dos temporadas hasta debutar en el equipo comandado por Steve Kerr hace menos de un mes ante los Denver Nuggets.

Se sabe que muchos de los máximos exponentes de las grandes ligas estadounidenses tienen un segundo deporte, como Patrick Mahomes y el baloncesto o LeBron James y el football americano, pero son pocos los que realmente se destacaron en un deporte y luego jugaron profesionalmente a otro. El mejor ejemplo es el de Michael Jordan, que tuvo una temporada jugando al béisbol en los Birmingham Barons, pero hubo otros que también hicieron lo suyo: luego de haber alcanzado el número 3 del Ranking ATP, el argentino David Nalbandian dejó el tenis y se dedicó a su verdadera pasión, el automovilismo. Otro de estos polifuncionales es Vicente “Tano” Pernía, que luego de ser campeón de América y del mundo con Boca Juniors se dedicó al automovilismo: llegó a  ganar cinco carreras en el Turismo Carretera y fue uno de los contendientes al título nacional en 1997, dos décadas después de la gloria en el fútbol.

(Foto: El Gráfico)