Antirracista, antifascista, antisexista y antihomofóbico, esa es la definición por excelencia del club alemán F.C Saint Pauli. El nacimiento de la institución fue hace más de 100 años en el epicentro de la piratería de Hamburgo, vinculado a la burguesía nacionalista y militarista. Un club muy marcadamente conservador, que desde la época de 1980 y 1981 se transformó totalmente, pero en el inicio, no todo fue color de rosa: Durante el nazismo, el club tuvo que acatar el régimen de Hitler.

Tras la gran guerra, el proceso de reconstrucción fue bastante duradero y el estadio había sido afectado en su totalidad. Las ideas tan abiertas le permitieron nombrar a su estadio como su presidente, pero al tiempo lo eliminaron ya que se enteraron de que Wilhem Koch había pertenecido a los Nazis. Hoy en día el estadio se llama Millerntor. Existe una fuertísima rivalidad con el Hansa Rostock de Mecklemburgo, por la pertenencia de los ultras a movimientos de extrema derecha. La tensión entre ambos equipos no tiene tanto que ver con lo deportivo, sino con lo político. El Hansa tiene un sector de aficionados neonazis que han tenido, a lo largo de la historia, muchísimos gestos repudiables en el ámbito deportivo.

En cambio, este humilde club del norte de Alemania, que logró enamorar a muchos hinchas por su identidad revolucionaria y progresista, está en ascenso y reúne muchísimos fanáticos de la comunidad punks, comunistas y anarquistas, sin ganar muchos títulos, algo que pocos clubes pueden lograr. Los socios son parte de la dirigencia porque ellos son parte de las decisiones que se toman en su club y es de su bolsillo de donde salen los ingresos de la institución. Desde hace años tienen tanto poder hasta para mantener a los directivos en sintonía con los ideales que rigen hoy, como por ejemplo que desde el 2007, el nombre del equipo no sería utilizado con fines comerciales ni sería vendido a ninguna empresa o patrocinador.

Un club que reparte todo su dinero en partes iguales en el equipo femenino, el masculino, en las inferiores, campañas ofreciendo ayuda a los refugiados, estableciendo el acceso al agua potable para todos aquellos seres humanos que no tengan ese derecho y otras acciones caritativas. Un club con ideales que defienden las causas sociales, que su principal valor es la inclusión y que trata de romper con regímenes que marginan a la población. El primer club que prohibió las canciones racistas, el primero en tener un presidente gay y uno de los tantos en contra del militarismo.

Además, la institución quiere terminar con la idea de los estereotipos construidos desde un sistema patriarcal sobre lo masculino y lo femenino. o todas las personas se identifican con la construcción de género que les fue asignada al nacer, es por eso que apoyan las distintas orientaciones sexuales.

Saint Pauli tiene un bloque de aficionados en México

Var Deportivo habló con el Bloque Mexicano del club (que puedes seguir en el siguiente link) y explicó que las distintas acciones que lleva a cabo la institución les genera empatía y pertenencia. Asimismo, hablaron de la dificultad de seguir los partidos en vivo y declararon: “Se complica y bastante, sin embargo, hemos encontrado las formas de poder mirar los encuentros. Muchas veces compañeros de diferentes clubs de fans nos comparten el link para poder verlos”.

La iniciativa de este grupo comenzó en diciembre de 2013 pero en mayo de 2018 se reestructura logrando lo que actualmente los rige como el primer club de fan oficial en México del equipo de Alemania. “Protesta y Sobrevive, con amor y rabia…” es su lema.

La última consulta fue sobre que le falta al club para mejorar y conseguir beneficios. “Más difusión y arropamiento para la comunidad Latina hispanoparlantes, muchos no contamos con el acceso a los idiomas y esto complica la comunicación. Existe la necesidad de aprender y difundir la ideología del club en América Latina. Seria increíble poder contar con jugadores extraídos directamente de clubs Latinos”.

Es un club atípico a los demás, uno de los mayores representantes de que el fútbol no es solo fútbol, que va un poco más allá de eso. Al fin y al cabo, Saint Pauli es una manera de expresar con total libertad los sentimientos. Es como dice el mural: “Realmente lo único que importa es el amor…”