El Chelsea es un club que, a casi un año del cambio de dirigencia, sigue sin un rumbo marcado y ya cerró un enorme fracaso. Tres técnicos en una temporada, más de 300 millones de euros en compras de jugadores y más derrotas que victorias en 2023 hacen del conjunto londinense un torbellino de incertidumbres de cara a lo que queda de la temporada.

El conflicto: Abramovich y la guerra Rusia-Ucrania

Los últimos años del Chelsea de la mano de Roman Abramovich fueron, quizás, los mejores de su historia. Campeones de Champions, Mundial de Clubes y Supercopa Europea, la institución se colocaba como una de las mejores a nivel global. En febrero del 2022 comenzó un conflicto que no solo afectaría a los Blues, sino al mundo entero: La invasión rusa a las ciudades ucranianas cerca de la frontera revolucionó el planeta desde su inició hasta hoy. Junto con el repudio de las naciones hacia el país presidido por Vladimir Putin, grandes magnates rusos fueron sancionados por apoyar la decisión del gobernante de su país.

Uno de ellos fue Abramovich que, viendo la situación en la que se vió envuelto, decidió renunciar a sus acciones en el club inglés: “Siempre he tomado decisiones con el mejor interés del Club en el corazón. Sigo comprometido con estos valores. Es por eso que hoy estoy dando a los fideicomisarios de la Fundación Benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del Chelsea FC”, declaró quien fuera máxima autoridad desde 2003.

Nuevos comienzos: Todd Boehly al mando

Luego de que varias empresas quieran hacerse con las acciones del club, el magnate estadounidense Todd Boehly junto con su grupo Clearlake Capital, se hicieron propietarios por la friolera suma de 2500 millones de libras esterlinas más 1850 millones más en infraestructura para las distintas ramas del club.

Dentro de las primeras medidas resonantes de Boehly y compañía dentro del club fue despedir a quien había sido el entrenador campeón de todos los campeonatos internacionales con el club hacía dos temporadas, el alemán Thomas Tuchel. En reemplazo, la dirigencia tomó la decisión de contratar a Graham Potter, que venía de dos muy buenas campañas con el Brighton, dejándolo a las puertas de puestos europeos. 25 millones de euros pagó el Chelsea para que las gaviotas lo dejaran ir. Nunca hubiesen podido imaginar lo mal que les saldría la jugada…

La debacle del mercado de invierno hacia el fracaso del Chelsea

Con un récord de 8 encuentros ganados, 3 empatados y 4 perdidos, llegó el break del Mundial de Qatar 2022. Crucial para lo que se vendría, el certamen se llevó a cabo durante el invierno europeo, una temporada rara para los fichajes. Sin embargo, cuando la ventana se cerró el club fue el que más dinero gastó: casi 360 millones de dólares en 8 fichajes de jóvenes de no más de 23 años.

Los más destacados fueron Mikhaylo Mudryk, por el que se pagaron más de 109 millones de dólares al Shakhtar Donetsk, y Enzo Fernández, el mejor jugador joven del mundial. Por él abonaron más de 130 millones de dólares, y se convirtió en el sexto fichaje más caro de la historia de la historia del fútbol.

A partir de la finalización del Mundial, el Chelsea disputó 20 partidos. De esos, menos del 50% terminaron en victoria: 8 derrotas y 6 empates muestran las falencias de un plantel de más de 1000 millones de dólares que apenas se conocía y de un entrenador que no se supo adaptar al lugar que ocupaba. Hace una semana, el contrato del entrenador Potter fue rescindido (con 15 millones de euros de por medio) y la institución optó por contratar a Frank Lampard.

Gloria como jugador y técnico antes del ciclo Tuchel, cumplirá su segunda etapa en el club hasta el final de la temporada mientras se decide quién será el sucesor y nuevo arquitecto del proyecto. Gallardo, Conte, Luis Enrique y Nagelsmann suenan para ser el nuevo entrenador. Los dirigentes ya no temen porque saben una cosa: toda mala decisión que tomen será mejor que las que ya han hecho.