Goles son amores. En un pueblo futbolero como Argentina, mucho más. Quien lo sabe perfectamente es el paraguayo Alex Arce, que saltó a la fama tras ser el máximo goleador de la Primera Nacional. En esta categoría lleva 21 goles en 22 partidos e ilusiona a todos los hinchas de Independiente Rivadavia de Mendoza.

Esta racha goleadora ha sido su explosión pública, pero siempre fue un goleador de raza. Hizo inferiores en Cerro Porteño, con más de 20 goles por año. A la hora de subir a Primera, tuvo la mala suerte de romperse el ligamento cruzado tras disputar un solo partido. A partir de allí, esa carrera que venía encarrilada en uno de los clubes más populares de Paraguay, tomó otro camino.

Alex Arce se repuso de la peor lesión para los futbolistas

Tras recuperarse y no tener protagonismo en el conjunto de Barrio Obrero, logró rescindir su contrato. Rubio Ñu fue su siguiente destino, en el que volvió a reencontrarse con los goles después de esa primera etapa frustrada en Cerro: convirtió 7. El corto período le permitió que dos equipos se interesen en él para afrontar el 2020: 2 de Mayo y Sportivo Ameliano. Finalmente, la insistencia de su representante, lo terminó inclinando por el segundo, para jugar en Asunción, pese a que la otra oferta económica era superior.

No solo fue eso lo que inclinó la balanza por Ameliano, también influyó quien era el entrenador. Tras haber culminado su participación en el certamen profesional en Rubio Ñu, Alex Arce jugó la liga regional de Carapeguá, su ciudad natal, en la que lo vio Humberto García, DT de “La V Azulada”. “Cuando el técnico se enteró que estaba la chance de ficharlo, le rogó al presidente para que lo contrate, porque lo había enloquecido y sabía cómo jugaba”, revela Gareppe. “Me gustó su forma de jugar. Nosotros teníamos una idea de juego definida y contábamos con un delantero con las mismas características, pero de una edad avanzada. Encontrar un nueve que sepa qué hacer con la pelota cuando la tiene es difícil y eso es lo que mejor vimos en él”, le confió García a TyC Sports.

A comienzos de 2020, en el confinamiento por la pandemia de COVID-19, cuando recién llegaba a Ameliano, el jugador tuvo que buscar una alternativa económica. “La prensa está tirando una versión que no fue. Él no fue macatero, no fue vendedor ambulante. Cuando llegó la pandemia y el club no podía pagarle el sueldo, empezó a buscar una manera de subsistir y yo siempre lo ayudé, pero por la pandemia, las agencias de envío de dinero estaban cerradas y no tenía forma de mandarle dinero de Brasil a Paraguay. Entonces se la rebuscó, estuvo un tiempo vendiendo un par de cosas, pero no fue macatero, usó de ese artificio así como todos nosotros en la época de pandemia hicimos cosas diferentes. Ser macatero es otra cosa”, aclara su representante.

2021 fue el año de su despegue. Sportivo Ameliano disputaba la segunda división paraguaya y él convirtió 23 goles en 18 partidos. El “Verdugo de Barrio Jara” subió a primera por vía promoción y Arce marcó gol en la victoria 3-2 en el choque de ida. Con esa campaña en el ascenso, equipos como Oriente Petrolero se fijaron en él, pero se quedó en el club para jugar en la máxima categoría de su país.

En su último año en Ameliano y su primero en Primera, no pudo repetir la cantidad de goles del ascenso: anotó 9 en 36 juegos. Sin embargo, fue partícipe de la página más gloriosa del club, ganando la Copa Paraguay y la Supercopa. Con su ciclo cumplido en el club, la oferta que más lo sedujo, tras una charla con su representante, fue la de Independiente Rivadavia. “Me dijo que dudaba si ir porque tenía que remarla nuevamente en la B. Lo convencí porque necesitaba una experiencia que no había tenido, con viajes largos, avión, hinchada… Jugar en Paraguay, sacando a los grandes, es jugar sin hinchada. Estos goles retumbaron, no es lo mismo hacer 20 goles en la B de Argentina o de Brasil que hacer 25 en la B de Paraguay. No se destapó, solamente está jugando al máximo de su potencial”, subraya Gareppe.

En algún momento, el fichaje por “La Lepra” corrió peligro y la solución del conflicto tuvo como protagonistas a dos pesos pesados. Con la actual situación económica de Argentina, el presidente de Ameliano desconfiaba de que Independiente Rivadavia le pagara y quería una garantía, por lo que Daniel Vila, presidente de la institución mendocina, les solicitó a Santiago Peña y a Alejandro Domínguez que oficien de intermediarios. Con los presidentes de Paraguay y CONMEBOL involucrados en la cuestión, el pase se realizó sin problemas, y vaya si le está resultando al equipo de Cuyo.

Quienes lo conocen, lo describen como un futbolista híper profesional, que se cuida y entrena al 100%. Dentro de la cancha, las dos virtudes que más explota son su capacidad de pivoteo y manejar bien ambos perfiles. “Siempre dije que tenía que agradecerle de alguna forma a mi mamá, y por eso voy a seguir insistiendo, mi sueño es hacerle una casa, en eso estoy ahora”, le dijo Arce al diario Crónica en el año 2021. En Mendoza, está superando las expectativas goleadoras de cualquiera y es el anotador récord de la categoría, lo que ilusiona a todo Independiente Rivadavia, puntero de la Zona B de la Primera Nacional, con cuatro puntos de ventaja.