Disney + estrena una serie documental titulada “Brawn: La Historia Imposible de la Fórmula 1”. La producción contará con la participación estelar de Keanu Reeves, quien será el encargado de contar lo sucedido a lo largo de cuatro capítulos. Además, tendrá testimonios inéditos de los protagonistas. Pero, ¿Qué tiene de especial la escudería Brawn como para que le dediquen una serie entera? Bueno, para empezar, quienes no sean fanáticos del automovilismo probablemente no les resulte conocido su nombre.

Esto es porque solo estuvieron un año en la máxima categoría, pero aquella vez lograron convertirse en el único equipo en la historia en debutar y salir campeón. Solo esa particularidad hace que valga la pena conocer lo que pasó, pero por supuesto que existen más detalles que vuelven todo más interesante. Para los ansiosos, para quienes no tengan tiempo de ver la serie o simplemente para los curiosos, aquí va: Brawn y su historia, la contada en el nuevo documental de Disney. 

Una vez finalizada la temporada 2008 de la Fórmula 1, el equipo Honda decidió retirarse de la competición debido a la crisis económica que atravesaba el mundo. El ingeniero Ross Brawn y cientos de trabajadores quedaron a la deriva. El 6 de marzo, a exactamente tres semanas de que comience la primera fecha, nació oficialmente la escudería Brawn GP, adquirida por el valor simbólico de un euro. Honda aportó sólo cien millones de dólares, que debían ser administrados durante toda la temporada, y dejó la estructura del coche. Nunca se imaginaron que estaban en una posición tan buena. Mercedes-Benz fue el proveedor del motor y los sponsors fueron llegando, porque no eran muchos en un principio. Casi que por lástima y por la desesperada necesidad de sumar otro equipo a la parrilla, la Fórmula 1 no les cobró la inscripción. 

El inglés Jenson Button y el brasileño Rubens Barrichello eran la pareja de pilotos de Honda y decidieron quedarse en esta nueva escudería para afrontar la aventura. La temporada 2009 se vio marcada por un cambio en el reglamento técnico de la categoría que buscaba tener más sobrepasos entre los monoplazas. Lo que se le escapó a la F1 fue la innovación que iba a presentar Brawn: el doble difusor. Para simplificarlo, la nueva tecnología estaba implementada debajo del suelo del auto y generaba que el aire pase más rápido, lo que le daba aproximadamente medio segundo de ventaja en las primeras carreras. Sus rivales intentaron que se prohíba esa pieza, aunque no lo lograron, y cuando ellos mismos pudieron copiarla ya era demasiado tarde. Para la temporada 2010 el doble difusor fue vetado. 

Con un inicio arrasador, Button fue campeón de pilotos. El británico ganó seis de las primeras siete carreras de la temporada, lo que le dio una ventaja irremontable sobre sus rivales. De hecho, en las siguientes diez no volvió a conocer la victoria. El gran presupuesto del resto de las escuderías hizo recortar la diferencia, pero no les alcanzó. Button fue campeón con 11 puntos de ventaja sobre Sebastian Vettel, que corría para Red Bull, y 18 sobre su compañero Barrichello, quien aportó dos victorias y muchos puntos para que Brawn se consagre campeón de constructores a 18.5 unidades de la empresa austríaca de bebidas energizantes.

A dos semanas de finalizada la temporada y a menos de un año de su fundación, Brawn vendió el 75,1% a Mercedes-Benz por 155 MDE. Doce temporadas completas después, Mercedes GP, como se llamó, está tercera en la tabla histórica de equipos que más campeonatos mundiales obtuvieron, con ocho. 

¿Te vas a perder la serie de Brawn en Disney Plus? A partir del 15 de noviembre podrá ser vista en la plataforma.