En los años 40 surgió el primer rudo amante de la sangre en la lucha mexicana, Rodolfo “Cavernario” Galindo, dueño de un gran carisma que se prolongó por tres décadas

Este lunes se cumplen 22 años de la muerte de Rodolfo Galindo Ramírez, “Cavernario” Galindo. pionero en el cine de luchadores y en los inicios de la Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL) hasta fines de la década de los 80, como el primer luchador extremo en México.

Nació en la ciudad de Chihuahua, el 27 de septiembre de 1923. Desde muy joven forjó una de las grandes carreras en la lucha libre mexicana con el personaje del “Cavernario” Galindo. Supo aprovechar sus condiciones físicas, su técnica y sobre todo su gran carisma para ser uno de los más odiados por la afición.

Alumno de Cuauhtémoc “Diablo” Velasco, Debutó en 1938, con 15 años, como Ruddy Valentiano. Su estilo, desde siembre, fue agresivo. Aunque al inicio de su carrera era muy delgado por lo que debió trabajar para ganar musculatura y poder competir con los rivales de gran envergadura.

Sus primeras luchas fueron en las ciudades de Torreón y Monterrey. Llegó a la Ciudad de México el 9 de abril de 1944, con el nombre de Ruddy Galindo “El Chacal de Tacubaya”, ante César Sando Sr. Durante varios años escaló las carteleras, hasta el 10 de diciembre de 1948 cuando debutó en la Arena México, todavía como Ruddy Galindo, para derrotar a Enrique Llanes.

Entonces Salvador Lutteroth, fundador de la EMLL, aprovechó sus características y su aspecto físico para llamarlo “El Cavernario”. Entonces comenzó su leyenda.

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El mote iba perfecto con su desempeño en el ring: su semblante agresivo, luchar descalzo y una abundante cabellera negra le ayudaron mucho. En sus primeros años sufrió un accidente de auto mientras viajaba a Monterrey y la cara le quedó llena de cicatrices. Además, siempre luchó sin máscara, por lo que mostraba su rostro lleno de heridas y cicatrices: “Si de incendiar al pueblo se trata, Nerón conmigo se quedó chiquito”, era su frase favorita.

Si bien conocía los fundamentos de la lucha, la combinó con una rudeza extrema. Era efectivo en el llaveo y también era sumamente agresivo: pateaba sin piedad a los rivales indefensos, les hacía llaves de estrangulación, les mordía la nariz y los dedos de las manos y pies, incluso sobre las botas y les golpeaba la cabeza con el poste de acero.

En varias ocasiones dejó rivales tendidos semi-inconscientes y bañados en su propia sangre. Se cuenta que en una ocasión el “Murciélago” Velázquez subió con una serpiente viva al ring y el “Cavernario” se la quitó y la partió en pedazos, con los dientes. Esta actitud dejó impactado al público y se dice que mucha gente abandonó la arena, asqueada por el gesto del luchador.

Pero en otras ocasiones también lo confrontaron y llegaron a los golpes, por lo que en varias ocasiones el luchador terminó en la la cárcel por golpear a algún aficionado enardecido.

Cavernario Galindo

Sus rivales

El “Cavernario Galindo” solo conquistó un título, el nacional de peso semicompleto, en 1949 ante el “Tarzán” López. En ese año fue nombrado “Luchador del año”. Defendió su cetro hasta 1950 cuando lo perdió a manos de Enrique Llanes. Sin embargo, reconoció que nunca necesitó de un cinturón para mantenerse en la cima por su rol antagónico natural.

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Desarrolló grandes combates contra gente como Wolf Rubinskis y Black Shadow. Pero la gran rivalidad de su vida se dio contra “Gory” Guerrero, a partir de 1951. Este fue el punto de inicio de las luchas extremas en México. Por una parte, “Gory” golpeó al “Cavernario” en el cuello y le provocó una lesión que le dejó una característica voz ronca de por vida, que acentuó su personaje.

El 19 de septiembre de 1952 sostuvieron su primer duelo estelar en la Arena Coliseo, para celebrar el 19 aniversario de la llegada de la lucha libre a México.

En otras luchas entre ambos gladiadores, ambos luchadores terminaban en la Delegación “El Carmen”, porque sus peleas terminaban en un zafarrancho en las tribunas, por lo que el comisionado, Manuel Muñiz, los suspendió temporalmente en 1953.

En 1954 se enfrentaron nuevamente en la función de aniversario, inaugurando el formato “súper libre”. La lucha, evidentemente, terminó teñida de rojo.

Las crónicas de la época señalan que el “Cavernario” subía al ring con un hueso y lo usaba para golpear a sus rivales. “Gory” recibió un impacto en pleno cráneo y sufrió una herida de 12 cm. El referee Edy Palau detuvo la pelea y Guerrero terminó el hospital porque la herida no dejaba de sangrar.

Cavernario Galindo
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Con “El Santo” también tuvo una rivalidad muy interesante. Un testimonio refiere que “en una lucha entre ambos en 1965 en “El Cortijo” de la colonia Romero Rubio, México, en la tercera caída, el “Cavernario” Galindo aplicó un candado al plateado y tomó un cigarro encendido que un aficionado lanzó a la lona y con él le quemó la máscara en la frente. La máscara terminó con las marcas de las quemaduras y se molestó tanto que respondió con una golpiza sobre su rival.

En luchas de apuestas, “Cavernario” registró tres victorias, la más importante ante Bobby Bonales. Aunque perdió en por lo menos siete ocasiones ante estelares como El Santo o Karloff Lagarde. También creó “La Cavernaria”, que es una de las llaves de rendición más populares en la historia de la lucha.

Ejerciendo este papel de antagonista estelar, “El Cavernario” llegó fácilmente al cine de luchadores para acompañar a El Santo y Blue Demon. Debutó en 1952, en la cinta “La Bestia Magnifica” y destacó en “La última lucha” de 1958. En total, participó en 17 películas, donde encarnó zombies, vampiros, hombres lobo o momias. Su última cinta fue “La Ruletera” de 1987.

El ocaso de su carrera

Debido a su estilo extremo, “El Cavernario” sufrió lesiones graves que lo tuvieron largo tiempo alejado de los cuadriláteros. Esto provocó que perdiera su lugar estelar en la Arena México, aunque mantuvo su cartel en otras plazas, principalmente del interior de la República. Además, realizó giras por países como Venezuela y EEUU.

Ya en los años 70 declaró que se retiraría hasta que ya no pudiera luchar y esto ocurrió en una lucha donde terminó con una vértebra fracturada. Entonces compró varias propiedades, incluida una casa en Xochimilco y una granja avícola.

Se le recuerda como una persona a la que le gustaba vivir encerrada en su casa y de pocos amigos, entre ellos Wolf Rubinskis y Blue Demon. Se mantenía en forma corriendo en las zonas boscosas de Xochimilco.

En 2014 ingresó al “Salón de la fama de la lucha libre”, reconocido como el gladiador mexicano más rudo de la historia y en 1996 ingresó al Salón de Wrestling Observer Newsletter de la Fama.

La Cavernaria

Al inicio de los años 90 realizó algunas funciones de exhibición, la última de ellas en noviembre de 1992, en la Monumental de Monterrey, acompañado de Fabuloso Blondy, El Mercenario y El Sanguinario contra Danny “Sordomudo” Rodríguez, El Ninja y los novatos, Humberto Garza Jr. y Rubén Juárez Jr. Para no variar, los rudos fueron descalificados por exceso de rudeza.

En febrero de 1999 el “Cavernario” Galindo apareció en la Arena Coliseo junto con gente como Blue Demon, Perro Aguayo, Ray Mendoza, Huracán Ramírez y Karloff Lagarde, para conmemorar el aniversario luctuoso de El Santo. Y el 27 de mayo estuvo en la inauguración de una exposición dedicada a él en el Centro Cultural Carlos Pellicer de Xochimilco.

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Entonces ya luchaba con un cáncer de próstata que se extendió a otros órganos, entre ellos los pulmones, padecimiento agravado por su hábito de fumar. Murió en su casa el 19 de julio de 1999 a los 75 años. Tras su muerte se le brindó un minuto de aplausos en varias funciones.

También acudieron a su funeral figuras como Blue Demon y Mil Máscaras, aunque no asistió Bobby Bonales, su gran amigo, ni algún representante de las principales empresas mexicanas de lucha, pese a destacar como uno de los grandes personajes de la fundación de la lucha libre.