Durante la Guerra Fría, algunos equipos del bloque comunista lograron vencer a los grandes de Europa en la Champions League y la Recopa
Desde que el futbol se convirtió en un espectáculo de masas, ha sido utilizado con fines políticos, normalmente con fines oscuros. Algunas dictaduras permitieron el surgimiento de grandes escuadras para mantener tranquilos a sus pobladores y que les permitieran seguir abusando de ellos o privándolos de sus libertades.
Esta estrategia fue utilizada de manera recurrente por los países que conformaban la “Cortina de Hierro”, es decir, dictaduras comunistas, durante la Guerra Fría.
Pero no solo fueron países que dominaron ligas locales o torneos regionales. Algunos de estos equipos eran tan buenos que incluso lograron ganar torneos continentales, como la extinta Copa Europea de Naciones, la Recopa Europea e incluso tuvieron participaciones destacadas en Juegos Olímpicos o la Eurocopa.
En aquel entonces, un buen equipo, con resultados positivos y un poco de suerte, tenía la oportunidad de disputar títulos ante los mejores de Europa, algo que hoy es prácticamente impensable, pues los grandes del continente dominan recurrentemente los torneos, principalmente la Champions League.
El formato, antes del surgimiento de la Champions League ayudaba mucho, pues las llaves eran de eliminación directa, no había fase de grupos y solo participaban los campeones de cada liga, afiliados a la UEFA, en el caso de la Copa de Campeones. Así como los campeones de Copa a la Recopa. Veamos algunas de estas actuaciones históricas, donde surgieron nombres que hoy son desconocidos y tuvieron logros históricos a nivel continental:
Copa Europea de Campeones
En el antecedente de la actual Champions League, hubo dos equipos surgidos en países comunistas, que conquistaron el título.
Steaua Bucarest, Rumania (1986)
El equipo de la capital rumana, se convirtió en el primer equipo comunista en ganar el torneo en la temporada (1985-86), cuando venció al Barcelona en penaltis 2-0. La final se volvió anecdótica, pues se realizó en Sevilla, por lo que los catalanes eran prácticamente locales. Sin embargo, Barcelona no pudo crear peligro a lo largo del tiempo regular y el empate sin goles persistió hasta los penaltis.
Su estrella era el alemán oriental, Bernd Schuster y, cuando fue sustituido al final del tiempo regular, se molestó tanto que salió del estadio y se fue al hotel del equipo.
Los culés fallaron cuatro disparos y los rumanos los primeros dos, pero concretaron los siguientes dos, para coronarse por primera y única vez. El equipo rumano estaba conformado exclusivamente por jugadores locales, donde destacó el defensor, Miodrag Belodedici, quien además ganó dos Copas de Europa y participó en el Mundial de EEUU’94.
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Estrella Roja, Yugoslavia (1991)
El Estrella Roja de Belgrado es uno de los equipos históricos de la extinta Yugoslavia. Al grado que lograron coronarse en Europa en la temporada 1990-91, cuando derrotaron en Italia al Olympique de Marsella. En este equipo, nuevamente aparecía Belodedici, el único refuerzo extranjero.
El resto de los jugadores era yugoslavo y destacaba el medio campista Robert Prosinecki. Mientras el Olympique tenía como figura al delantero Jean-Pierre Papin.
En las semifinales, el equipo balcánico derrotó al Bayern Munich en una dramática eliminatoria, que terminó con un autogol de último minuto y les dio el pase a la Final. Mientras las tribunas ardían con bengalas rojas, distintivo de los aficionados de Belgrado.
La final, celebrada en Bari, Italia, resultó un partido competido que de nuevo se resolvió en los penaltis, con global de 5-3. El equipo se coronó al inicio de la Guerra de los Balcanes que orilló a la separación de Yugoslavia y, además del drama que vivió la región los siguientes años, permitió la salida de los mejores jugadores del equipo a otras ligas, en busca de un poco de paz.
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Recopa europea
Curiosamente en lo que era la Copa de la UEFA, actual Europa League, ningún equipo comunista se coronó. Donde sí lo hicieron fue en la Recopa Europea. El más exitoso de ellos fue el Dynamo de Kiev, que ganó el torneo en dos ocasiones: 1974-’75 y 1985-’86. El trofeo viajó al oriente de la “Cortina de Hierro” en cinco ocasiones, con equipos que vencieron a potencias europeas como: Barcelona, Milan y Atlético de Madrid en las diferentes finales. Estas fueron las series históricas:
Slovan Bratislava, Checoslovaquia (1968-69)
Para esta edición el equipo ubicado en la actual Eslovaquia enfrentó al Milan, campeón defensor, que además participó en la Copa de Campeones, representando a Italia.
De hecho, esta fue la primera ocasión que un equipo comunista ganaba un torneo europeo y estuvo marcado por los hechos sangrientos de la Primavera de Praga en 1968, donde el pueblo checo pedía libertad del férreo comunismo soviético y la URSS invadió Checoslovaquia para reprimir la protesta.
Como consecuencia, varios equipos se negaron a enfrentar a los equipos soviéticos. Esto permitió que equipos como el Torino y el Barcelona pasaran bye la segunda ronda. En la Final, el equipo eslovaco se puso al frente muy pronto y cerca del descanso tomó ventaja 3-1, que ya fue inalcanzable para el Barça, que solo acortó a un 3-2
Magdeburg, Alemania Democrática (1973-’74)
Este pequeño equipo de Alemania Oriental dejó en el camino a equipos como el Sporting de Lisboa en semifinales y el Milan en la gran final, disputada en Fejeenord, Países Bajos, con global de 2-0. Se trató de la única victoria en torneo internacional que tuvo un equipo de este país en su efímera existencia.
El partido fue histórico porque Alemania Democrática era un país con pobre desarrollo deportivo, mientras que Alemania Federal se había recuperado de los estragos de la Segunda Guerra Mundial. El contraste entre ambos era evidente.
Magdeburg ni siquiera destacaba en su liga local en ese momento y derrotó al Milan, con un palmarés de dos Copas de Campeones y dos Recopas, la última el año anterior. Por ello este triunfo de un equipo de desconocidos se volvió una gran victoria para el bloque comunista.
Dynamo de Kiev, URSS (1974-‘75)
Al año siguiente, no solo el campeón era comunista, sino que fue un equipo soviético: el ucraniano Dynamo de Kiev. Su rival también pertenecía a la “Cortina de Acero”, el húngaro Ferencvarosi. El partido se disputó en Basilea, Suiza y el equipo soviético se impuso por 3-0.
El Dynamo, de hecho, solo empató uno de sus partidos en todo el torneo, ante el PSV Eindhoven en semifinales. De hecho en este torneo, solo el PSV llegó como equipo del bloque occidental, pues la ronda de semifinales la completó el Estrella Roja de Belgrado. Además, el Dynamo ganó la Supercopa europea, tras vencer al bicampeón de Europa, Bayern Munich, con global de 3-0.
En aquel equipo destacaba el ganador del Balón de Oro, Oleh Blokhin, quien fue nombrado durante tres años seguidos el mejor jugador soviético. El mismo Blokhin estaba activo cuando el Dynamo volvió a conquistar la Recopa en 1986, ahora ante el Atlético de Madrid de Luis Aragones y Ubaldo Fillol, con global de 3-0 en Lyon, Francia.
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Dynamo Tbilisi, URSS (1980-81)
El cuarto equipo que se coronó en la Recopa Europea fue el Dynamo Tbilisi sobre el Carl Zeiss Jena de Alemania Oriental, con un global de 2-1, disputado en Dusseldorf, Alemania Federal. Se trata de la segunda final entre equipos comunistas en la historia del torneo.
Ambos equipos tuvieron actuaciones destacadas. El equipo georgiano, perteneciente a la URSS eliminó en el camino al West Ham inglés y al Feyenoord neerlandés. Mientras los alemanes eliminaron Valencia español, al Benfica portugués y a la Roma italiana, en la primera ronda, luego de perder la ida 3-0, con una remontada histórica de 4-0.
El Dynamo, como todos los equipos de este nombre en el futbol soviético, eran equipos afiliados a la policía secreta de la URSS. Mientras que el Carl Zeiss Jenna representaba a la industria óptica alemana. El hecho de que dos equipos comunistas jugaran una final en la Alemania Occidental, provocó que el partido tuviera poco cartel y se disputara, prácticamente con las tribunas vacías, pues además los equipos modestos tenían poco atractivo para los países occidentales.
Este torneo tuvo como curiosidad adicional la participación del Castilla, filial del Real Madrid, que desestimó su participación por ser el defensor de la Copa de Campeones. El Castilla es el único filial que ha jugado un torneo europeo de campeones.