En algunos países, el tema de la naturalización sigue siendo un tabú, pero en países como Bélgica les ayuda a crecer. Durante los últimos años, la selección belga ha sido una de las más competitivas y su actual plantilla tiene varios jugadores con doble nacionalidad.
¿Cómo es posible que Bélgica tenga tantos jugadores que no son únicamente belgas? La razón es el inmigración y el pasado colonial de la nación. Actualmente tienen 26 elementos jugadores convocados para la Euro 2020 y más de 10 tuvieron la posibilidad de representar a otra selección.
Son diversos casos que podemos destacar, por ejemplo el del futbolista del Atlético de Madrid, Yannick Carrasco. Su padre es portugués y su madre española, no obstante la inmigración del sur de Europa lo hizo llegar a territorio belga.
Nacer Chadli, actual futbolista del Basaksehir en Turquía, incluso disputó partidos con la camiseta de Marruecos, gracias a que sus padres nacieron allá. No obstante, la nación que más ‘aporta’ jugadores es la de República Democrática del Congo.
Elementos como Romelu Lukaku, Michy Batshuayi, Youri Tielemans o Dedryck Boyata, son de origen congoleño. Cabe destacar que durante más de la mitad del siglo XX, el territorio congoleño era administrado por el Reino de Bélgica y no fue hasta 1960 que se lograron independizar.
La gran favorita, otro caso similar
Los belgas no son la única selección que utiliza el recurso de la doble nacionalidad para extender su baraja de convocatoria. También hay combinados como el eslovaco, el de Austria y el actual campeón del mundo, Francia.
Tras su victoria en el más reciente Mundial, la noticia le dio la vuelta al mundo, destacando que, algunos de sus mejores elementos no eran de padres franceses. En la lista aparecen jugadores como Kylian Mbappé, de padre camerunés y madre argelina, o N’Golo Kanté que tiene ascendencia maliense, se reportan listos para buscar el título de la Euro 2020.